1 de julio de 2013

Fiscalía investigará a los folkloristas de Huancollo



Un juez ordenó la detención preventiva del chofer del cisterna que volcó en Huancollo, donde al menos 11 personas murieron calcinadas. Otro caso será abierto contra los organizadores de la entrada folklórica bajo la figura de obstrucción de vías.

El fiscal del caso, Javier Flores, informó que la decisión fue tomada en una audiencia de medidas cautelares desarrollada ayer. Por su estado de salud, Juan Gabriel Martínez cumplirá la detención en la clínica (Cruz Azul de El Alto) y al ser dado de alta pasará al penal de San Pedro de La Paz.

A partir de la fecha se abre la etapa de seis meses para hacer toda la investigación, añadió.

Además, “en cuanto a otros partícipes (del siniestro), se ha remitido mediante requerimiento a plataforma que se investigue por cuenta separada otro delito: obstrucción de las vías en la carretera. Otro fiscal será nombrado para el caso y verá la responsabilidad de los bailarines” agregó Flores.

Con este otro proceso se citará a los organizadores de la entrada que se desarrollaba en el momento del accidente para establecer si contaban o no con permiso para ocupar la vía, precisó.

Conductores del transporte de carga internacional amenazaron con un bloqueo nacional si se disponía la detención de Martínez.

El viernes 21 de junio, en la carretera La Paz-Desaguadero, a la altura de San Juan de Huancollo, el cisterna conducido por Martínez, que se dirigía al Perú con 25.000 litros de alcohol, chocó con un tráiler que se había detenido detrás de otros cuatro autos para dar paso a un grupo de folkloristas que celebraban una fiesta.

El impacto causó un fatal choque en cadena. El alcohol que era transportado se derramó y una chispa o un petardo (según se indaga) prendió el fuego que calcinó los motorizados y a 11 personas.

La semana pasada se reveló que Martínez dio positivo al test de alcoholemia con 0,50 gramos (de alcohol) por 1.000 mililitros de sangre. El imputado por conducción peligrosa y su defensa arguyeron que habría inhalado el alcohol derramado y que se bañó con éste mientras ayudaba a las víctimas. Consultado al respecto por este medio, el médico general Emilio Fernández aclaró: “Es imposible que el alcohol se absorba por la piel o por el aire, eso sólo se hace por vía digestiva”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario