Uno de estos acontecimientos ocurrió ayer al promediar las 17:00 horas, cuando danzarines de la morenada Central y músicos de la banda que acompañaba al conjunto, convirtieron la pared del colegio Juan Misael Saracho ubicado en la calle Pagador y Montesinos, en un urinario público a plena luz del día, sin tomar en cuenta que en ese instante, pasaba bastante gente por el lugar.
Al parecer este hecho se convirtió en costumbre y hasta algo natural para algunas personas, puesto que en inmediaciones donde ensayan conjuntos que son parte el Carnaval de Oruro, las calles y paredes se convierten en baños públicos.
En varias ocasiones se realizó según algunos vecinos, la denuncia a las autoridades encargadas de este control, pero lamentablemente no se hace nada al respecto, pues al día siguiente permanece el olor a orín y no existe una sanción contra las personas que no tienen ningún tipo de respeto a la propiedad y menos educación.
A este panorama se aumenta las botellas y latas de cerveza que se botan en arterias de la ciudad, puesto que sin el consumo de esta bebida, al parecer muchos danzarines no pueden cumplir con su devoción a la Virgen del Socavón y en su totalidad los músicos no pueden cumplir con su trabajo.
Producto de este tipo de manifestaciones y otras como la organización de fiestas juveniles en diferentes locales públicos, provocan que hombres y mujeres, sin ninguna vergüenza procedan a hacer sus necesidades fisiológicas en plena vía pública.
En varias zonas de la ciudad, particularmente en proximidades de centros de consumo de alcohol, como las discotecas, bares, cantinas y clubes nocturnos a diario existe un olor apestoso que molesta a los transeúntes y muestran una mala imagen de la ciudad.