31 de julio de 2020

Técnica de dormaneado

Una de las técnicas del bordado es el dormaneado, es decir el uso de la lana de color como hilo en la máquina de coser dibujando los diseños, es un tipo de bordado con apliques sobre diversos materiales de color que adornan el traje. Un ejemplo de traje dormaneado son la chaqueta de chuta y el pantalón. Esta técnica está en el campo de los confeccionistas que combinan con el arte del bordado empleando apliques.

El uso de la máquina semi-industrial está incluido en el trabajo de los confeccionistas como las pollereras, los sombrereros e incluso los zapateros que se adecuan a complementar con aplicaciones, adornos, figuras referidas a la iconografía de la danza de la Morenada, el Caporal o la Diablada.

Actualmente, se han incorporado otros factores tecnológicos como el uso de máquinas bordadoras que complementan la actividad manual con apliques, adornos, lentejuelas, perlas, brillos, cadenillas y otros detalles, incorporación que podría considerarse un proceso de innovación constante que responde a las nuevas condiciones del contexto como el incremento de entradas folclóricas.

Video Entrada 16 de Julio: Kantus Comunidad 21 de Junio

30 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 7 - Otro elemento son las charreteras

Un par de piezas bordadas que van a ambos lados sobre los hombros de la chaqueta, las charreteras en este caso representan un Cóndor Andino de medio cuerpo, con una mirada majestuosa, bordada con ramas, apliques de perlas, piedras, lentejuela y mostacillas, constituyen una alegoría de complemento para destacar la Chaqueta.

Video Entrada 16 de Julio: Chacarera Nostalgia Chaqueño

29 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 6 - Bordado tradicional de la morenada

La iconografía del traje del moreno está bordado en ramas, rosas, aureola de sol estilo tiwanacota, círculos que representan al sol. Cada bordado consta de un espacio que constituye un paisaje donde se compone toda una representación artística y se combinan los colores, estilos y ornamentos.

Pollerín

El espacio del bordado del pollerín es una representación del ecosistema cultural andino. Por ejemplo, se recrea el ecosistema desde el crecimiento de las plantas con la figura de las ramas, las flores, el cielo y la presencia de la estrella del Sol que con su calor y luz posibilita el crecimiento de las plantas y portanto de la naturaleza. Asimismo, el rapacijo que simula la caída de la lluvia que germina la naturaleza o la Pachamama.

Chaqueta

Está formada por las siguientes partes: falda, cuerpo y pecho, mangas y charreteras. En cuanto a la técnica, la falda es bordada a mano en dos partes similares, bordadas con estilo rama y motivos tiwanacotas, combinando con piedras, lentejuelas, mostacillas y perlas que terminan en botones de piedra superpuesta.

Cuerpo y pecho

Se divide en dos partes espaldera y delantera, formando un chaleco, bordado con hilo encadenado, dorado y plateado con aplicaciones de piedras, perlas, lentejuelas, mostacillas y combinado con bordado de ramas plateado.

La espalda

En la parte central se destaca la máscara del Sol en estilo tiwanacota, coronada con piedras de color celeste, prendido con perlas preciosas. En la parte superior del coronamiento se inscribe el nombre del taller “El Detalle”, con letras bordadas y termina con un conjunto de ramas con aplicaciones de piedras y perlas.


Delantera

Se encuentra bordada en ramas con aplicación de lentejuelas, las que destacan un Círculo principal, con aplicaciones de piedras y perlas, terminando con un botón de piedra de fantasía. Se combina con una serie de cadenillas doradas en alto relieve, con aplicaciones de piedras rojas y celestes bordeadas de perlas.


Manga

Son dos mangas que forman parte de la Chaqueta, cada manga es una pieza bordada que tiene la forma de una campana, está bordada en alto relieve, se destaca la figura de dos círculos unidos por una cadenilla geométrica aplicada con piedras, perlas, lentejuelas y mostacillas. Los círculos están sujetados por un bordado rama, en la parte superior de los círculos, en el centro de la campana, se presentan tres rostros uno encima del otro que son una representación del Anchanchu o Tío.


Iconografía de la chaqueta

Se puede observar la máscara del Sol Tiwanacota, texto escrito que es el nombre del taller “El Detalle”,
Ramas, Cóndor, Círculos, Sol y el Anchanchu o Tío.
La chaqueta, en su conjunto, es una representación de la cosmogonía andina aymara, donde se recrea las creencias y su relación con la naturaleza. La falda de la chaqueta es el tiempo y espacio que se presentan en forma circular. El cuerpo se recrea con la máscara del Sol de estilo tiwanacota, donde se presentan el Puma, el Cóndor y la Víbora. Junto al pecho casi cerca del corazón se representan las deidades
del Anchanchu que están formando parte del traje y con el baile son convocados, para que no dañen el equilibrio del bailarín. Según la creencia andina el baile no sólo está en relación con la devoción a las imágenes católicas; sino también a las divinidades andinas como el “Tío” que vive en el Manqa Pacha

Video Segunda parte de la entrada del Jisk'a Anata en el Carnaval Paceño

Video Entrada 16 de Julio: Sicuris Comunidad Huaychumarka

27 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 5 - Bordado tradicional de la morenada

El maestro Jorge Quisbert, fundó el taller de bordados “El Detalle” en 1982, en la avenida Kollasuyo de la zona popular del Cementerio. Desde sus inicios, el taller de bordados funcionó como una micro empresa familiar.
Los trajes de moreno que se elaboran en el taller de bordados “El Detalle”, están hechos manualmente y con la técnica tradicional del bordado. La demanda de los trajes por parte de fraternidades de morenos es numerosa, pero desde hace varios años atiende a la “Morenada Eloy Salmón”, así como otras fraternidades de morenos del Carnaval de Oruro y de fiestas populares de Bolivia.

Como artista bordador ganó el 1º premio en bordado tradicional en la especialidad de Moreno, en la entrada del Señor Jesús del Gran Poder el 2004, fue invitado a participar en el encuentro de técnicas del bordado con artistas franceses en el Museo de Etnografía y Folklore, realizó varias exposiciones artísticas invitado por instituciones culturales. En 2006 participó de la exposición internacional “Folk. Art” en Santa Fe de Nueva México. USA y realizó exposiciones itinerantes durante el año 2005 en diferentes museos de Estados Unidos.

De acuerdo a la especialidad en el bordado tradicional de la morenada, el traje consta de las siguientes partes:
 Chaqueta
 Pollerín
 Máscara
 Sombrero
 Peluca
 Plumas
 Guantes
 Puñeras
 Camisa y Corbata
 Buzo
 Botas con Bordados
 Matraca
 Par de Barrilitos de Plata

El trabajo manual de cada una de estas piezas es muy particular. Por ejemplo el pollerín, es una pieza bordada compuesta de dos partes iguales, unidas en forma circular, parecida a un turril. La técnica que se usa para desarrollar el bordado es en alto relieve sobre cartón y tela. Bordado a mano en bastidor, prendido por debajo con hilo y por fuera con encadenado. El estilo del bordado es tipo rama o redente. Otro estilo es el bordado recto en línea continua que bordea toda el área del bordado de la pieza, en este caso del pollerín.

La figura principal del bordado son los círculos donde se sobrepone una rosa en alto relieve. Este círculo se encierra con lentejuelas cogido con mostacilla. Continúa con el bordado rama, aplicando piedras de fantasía, perlas, se recrea una aureola de rayos dorados siguiendo en estilo tiwanacota, rematando en el centro del círculo una flor de Rosa prendida con una perla.

En el espacio intermedio entre dos círculos se presenta el bordado redente picado en cartón combinado con piedras y ramas abstractas.

El pollerín consta de dos piezas iguales donde se presentan dos espacios de bordado similares, unidos con un rapacijo que cae como lluvia sobre el bordado. El pollerín tiene las siguientes medidas: largo 1,90 cm; alto 50 cm. El pollerín se sujeta con una tela raso de color combinando con el color dominante, esta tela se usa para sujetar el pollerín a la cintura del bailarín, es decir, el traje se forma como un turrilito.


Video Entrada 16 de Julio: Tobas Nueva Raiz

Video Inicio de la tradicional entrada del Jisk'a Anata en el Carnaval Paceño

26 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 4

Desde esta perspectiva del bordado tradicional del traje se ha llegado a definir la Morenada como “danza pesada” por lo que suponía cargar un traje ostentoso que se completaba con un casco de metal adornado con un penacho de plumas grandes de suri completando la máscara, en la mano llevando la matraca que igual era bastante grande y pesada.

La base fundamental del bordado tradicional es el trabajo manual sobre el bastidor, prescindiendo del uso de la tecnología. El estilo, la estética, la iconografía, el método de trabajo están determinados por las características históricas y técnicas. Por eso, los bordados tradicionales que se dieron entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX, formaron parte del “periodo de oro” etapa en la que el lenguaje artístico, estético, material y simbólico respondía a otro contexto de saberes, destrezas y técnicas.

Entre las técnicas tradicionales más representativas se conocen a las siguientes: plumillado, bordado plano con hilos de colores que muestran diversos matices; killi, bordado con detalle simétrico, tridimensionalidad, el relieve (donde no se ve el fondo de la tela) es completamente lleno e iluminado con pedrería y lentejuelas. En este sentido, como toda producción artesanal y producto humano se supera cada vez a partir de sus contenidos creativos iniciales, generando cambios y variaciones constantes; recreándose y recurriendo a tecnologías industriales, materiales, adornos, telas, incluso incorporando nuevos instrumentos de trabajo.

A continuación se presenta la experiencia del maestro artista bordador Jorge Quisbert Pérez (2007), de origen aymara, nació en la localidad de Achacachi de la provincia Omasuyus del departamento de La Paz, el 21 de abril de 1957. Sus padres son Alfredo Quisbert Machicado y Juana Pérez, forma parte de una familia de 5 hermanos, todos nacidos en Achacachi. Sus padres y abuelos paternos son de origen aymara, de ocupación bordadores de trajes de moreno. Jorge Quisbert. Emigro de Achacachi a los 10 años, cuando fue a estudiar a la ciudad de La Paz, llegó a la casa de su Tío, quien se hizo cargo de él hasta el bachillerato. Durante las vacaciones escolares retornaba al pueblo de Achacachi donde sus padres, donde trabajaba ayudando a su familia con el trabajo del bordado.

Su inclinación y vocación al arte del bordado festivo le impulsó abrir el taller “El Detalle”, con la especialidad de elaboración de trajes de tropa de moreno y figuras como el Achachi, el Ángel y el Super Achachi. En su lugar de creación, dibuja y compone los trazos sobre el cartón y luego en el bastidor, con aguja e hilos encadenados da formas a figuras fantásticas de la mitología tiwanacota y aymara, que se van plasmando en el traje del moreno. La composición del arte se va formando en base a hilos de plata y oro, aplicando perlas, piedras con lentejuelas y mostacillas.

Desde su taller de bordados se proyectó como un artista con una identidad aymara que ofrece sus trabajos a las fraternidades de morenos que participan en las diferentes entradas folklóricas como: la entrada del Carnaval de Oruro, el Gran Poder de La Paz, la Fiesta de la Virgen del Carmen en la ciudad de El Alto y otras que se celebran en las provincias del Departamento de La Paz. Ejerció como Presidente de la Asociación Mixta de Artistas Bordadores Autodidactas (AMABA), institución que organiza a los bordadores desde 1960.


Video Los "Alegres Pepinos Kollas" pasan por la avenida Camacho al ritmo de bailecitos y huayños.

video Entrada 16 de Julio: Moseñada Voces Andinas

25 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 3

De sus charreteras colgaban los rapacejos de metálicos canelones.
Para conseguir que luzcan más ostentosos se los hacía sobre base de cartón y en de los más llamativos colgaban unos cristales alargados, eran las famosas prismas.

Por lo general el material era importado por judíos que tenían sus tiendas en las calles Sagárnaga y Santa Cruz. La más conocida, sin embargo, era la “Samaritana” ubicada en la calle Yanacocha. En las décadas del 50 y 60 no llegó material de pedrería para la elaboración de estos chalecos por los que los bordadores se las ingeniaron para fabricar pedrería rústica utilizando trozos cuadrangulares de vitrales engarzados en latón de las populares “latas de alcohol”. (Ichuta, 2017, 104).

Con respecto a los trajes de la morenada de finales del siglo XIX estos fueron elaborados también por los maestros bordadores; muy ostentosos, recargados y pesados, por el material y la técnica del bordado tradicional. Los más imponentes fueron los de Achacachi que tenían trajes súper pesados por el material y los cartones, en los que se usó aplicaciones y pedrería. En ese entonces se valían ingeniosamente de botellas de diferentes colores, espejos y varios tipos de vidrio que los revestían de hojalata para aplicarloscomo incrustaciones en los trajes. Las lentejuelas se fabricaban recortando latas de manteca para aprovechar su interior brilloso.
Los hilos de plata y dorados, con rapacejos.

Las piezas del traje de la morenada era un saco con charreteras y un pollerón recargado con tres secciones, hechos con hilos de Milán y filigranas de plata, al igual que los puños y las hombreras, bordadas con hilo brilloso, pedrería, lentejuelas y perlitas, y los bordes adornados con
cristales en racimos. (Alfredo Quisbert, 12.03. 2004).


Video Entrada 16 de Julio: Tinku Centro Cultural Taitas

24 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 2

Un trabajo muy particular es el que se realizaba para la danza de los Misti-Sikuris que usaban un traje festivo folklorizado con un saco bordado muy rústicamente, los bordadores por ejemplo se acuerdan de los sikuris:

…un bordador maestro, como eran jóvenes, en esa época, entonces, ellos demostraban pues sus disfraces y bailaban en Gran Poder. Primer lugar las Sikureadas que bailaban tres años, debían cumplir en bailar. Esto por reglamento siempre cumplían 3 años; la Sikureada bailaban simplemente
los bordadores, el preste tiene que ser bordador del Señor del Gran Poder que es patrono de los bordadores… (Félix Paz Salinas y Fortunato Yana, 20.10.2005).

Siendo los sikuris una danza interpretada por los bordadores no cabe duda que eran bordados con mucho lujo y detalle. Una de las características que diferenciaba a este Sikuri de su par indígena era definitivamente la vestimenta. Lujosos chalecos de felpa o astracán recamados con hilos de plata en las solapas e imponentes íconos que era la letra “S” de sikuris o “A” de águilas con alas desplegadas en las espaldas; también coloridas flores elaboradas en hilos de salón y pedrería traída de Alemania y Checoslovaquia.

Video Farandula de Pepinos y Comparsas del Anata del Carnaval Paceño 2020 Parte 1

23 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 1

Se llama bordado tradicional al tipo de trabajo que históricamente comenzó con una técnica manual determinado por un protocolo rígido europeo casi medieval. Según Staniland (2000, p. 4), los bordados eran muy apreciados y valorados en la Edad Media, especialmente como símbolo de riqueza, posición social y poder.

El cronista de Carlomagno (c. 742-814), por ejemplo, relataba que este se presentaba en las grandes solemnidades con túnica bordada de oro, sandalias cubiertas de piedras preciosas, manto con broche de oro y diadema resplandeciente de oro y pedrería. [...] tanto él como los emperadores siguieron colmando a los templos de ricos presentes en tejidos y bordados» (Daniela Castillo Silva - Verónica Menares Veloso, 2017: p.4).

Este fenómeno del bordado que se dio en la edad media europea se trata de replicar en los trajes festivos de las danzas, donde los trajes bordados ostentosamente son dispositivos de prestigio social, ligados a la riqueza, poder y ascenso social de los grupos sociales de migrantes indígenas o de mestizos cholos. Podemos sostener con toda autoridad que los trajes o vestimentas festivas de los danzantes representan posiciones sociales, más en nuestra realidad poscolonial que se basa en parámetros raciales, donde la estructura social refleja la división y jerarquía
no solo de clase, sino étnicas.

Volviendo al estilo tradicional del arte del bordado festivo se puede indicar que históricamente comenzó con la danza del Misti Sikuri, y posteriormente siguieron la morenada, diablada, kullawada, inka y llamerada. Cronológicamente no se tiene certeza del año exacto en que se confeccionaron los primeros trajes festivos de la morenada.
Según los maestros bordadores puede ser a fines del siglo XIX para las fiestas del Carnaval de Oruro y el Gran Poder. A partir de esa primera época se puede determinar un desarrollo del bordado festivo considerando que, como todo producto cultural, está sujeto a transformaciones y cambios que dependen de la aparición de nuevos contextos sociales tanto internos como externos o la incorporación de tecnología industrial.

Entonces se puede determinar esa primera época por la aplicación de la técnica del bordado tradicional, que básicamente se refiere al uso de materiales nacionales como vidrios, espejos, lentejuelas de metal, hilo de metal encadenado, hilo de Milán, uso del cartón, piedras y otros materiales.
La técnica es básicamente manual, el bordado hecho en bastidor, etapa en la que el decorado y el bordado cubrían la superficie del traje en casi todas las partes, incluyendo la chaqueta y el pollerín. En esta misma época se puede hablar de la técnica del bordado plumillado o matizado con el uso del hilo Milán.

Video Entrada 16 de Julio: Tobas Centro Cultural Abel Iturralde

22 de julio de 2020

Video Entrada 16 de Julio: Moseñada Comunidad Provincia Larecaja Tambo Cusi

Clasificación del arte del bordado - El bordado festivo de trajes folclóricos

Esta especialidad del bordado es la relacionada con la producción de trajes para las diversas danzas folclóricas. Como todo arte ha sufrido una serie de cambios en el tiempo. Desde el aprendizaje, la elaboración de trajes festivos o disfraces, así como las técnicas y estilos. El bordado, realizado con este propósito, y por su complejidad puede sub-clasificarse por la técnica en: bordado tradicional, bordado dormaneado o bordado a máquina de coser y bordado estilizado con apliques o falso bordado

21 de julio de 2020

Clasificación del arte del bordado - El bordado de símbolos patrios

Este tipo de bordado está dedicado a enaltecer los símbolos patrios, como banderas, escudos, estandartes, emblemas nacionales. Este tipo de trabajos no requiere especialización particular, porque en muchos talleres se combinan trabajos de arte religioso con el de los símbolos patrios. En cuanto a las técnicas de trabajo en muchos casos se combina el artesanal con aplicaciones de materiales y brillos, con el diseño de las máquinas bordadoras.

Video Entrada 16 de Julio: Thinku Centro Artistico Ukamau

20 de julio de 2020

Video Entrada 16 de Julio: Mineritos Dignos Caminantes

Clasificación del arte del bordado - El bordado religioso

El arte del bordado se clasifica en tres tipos: religioso litúrgico, ornamental cívico-militar y el festivo de danzas. De acuerdo a estas clases se puede determinar las técnicas, el uso de las herramientas, materiales, iconografías y la confección del traje mismo.

Soberbia
El bordado religioso
Esta labor responde a la liturgia ceremonial y está rodeada por un aire místico devocional ligado a los símbolos cristianos de sacralidad. Ligada a este ámbito se encuentra la producción de capas y vestimenta devocional para imágenes de Cristo, Santos y Vírgenes a partir de la fe en milagros que se atribuyen a las imágenes.

Esta tradición está relacionada a la presencia de los donantes, que eran personas que pagaban por la realización de las imágenes religiosas durante los siglos XVII, XVIII Y XIX y que frecuentemente eran retratados en los cuadros o referidos en cartelas y plaquetas incluidas en esculturas, retablos y capillas.

Por ejemplo, se debe ofrecer trajes ostentosos básicamente bordados con materiales luminosos, con joyas de oro y plata muy costosos, acorde al estatus de la imagen milagrera que para los “prestes” son “seres vivos” que requieren los mejores vestidos. En ésta idea de sacralidad están, el Tata del Gran Poder, La Mamita Virgen de la Candelaria, Virgen del Carmen, Virgen de Copacabana y Tata Santiago entre los que tienen los mejores trajes bordados que son invalorables. Incluso los gremios de artesanos como los bordadores tiene como patrono al Señor de la Santísima Trinidad o el Tata del Gran Poder.

Por eso, los bordadores fueron los primeros artífices en organizar dos fraternidades de danzantes, la Diablada Tradicional Unión de Bordadores, fundada en 1927 y la morenada Unión de Bordadores, fundado en 1964 que participan en la entrada del Señor del Gran Poder.
En el arte del bordado religioso o litúrgico existen especialistas que sólo se ocupan de estos trabajos.
Las técnicas y las iconografías están determinadas por manuales canónigos. Algunos bordadores son catalogados como “manos finas y puras”.
Antiguamente los trajes litúrgicos, ornamentales, paños, albas, casullas, mantos, capas pluviales y otros eran realizados en conventos de monjas, quienes incluso antes de bordar realizaban oraciones previas antes de empezar a confeccionar las vestimentas y los paños de la eucaristía. Por eso, estos bordados religiosos cobraban un estatus divino y eran sagrados ya que se usaban en el calendario litúrgico y en los tiempos de las principales festividades de Semana Santa y no eran realizados por cualquier artesano laico.

Actualmente los trajes litúrgicos para los santos y vírgenes son realizados por artesanos especialistas que tienen una técnica muy particular, desde el uso del paño, las piedras, los hilos, las lentejuelas, el tipo de técnica que usan los bordadores es el plumillado y el decorado u ornamentado con ramas de hojas dentadas (Loza, 2017: 44-45).

Los colores que se usan están de acuerdo al calendario litúrgico, y de los colores que hacen a la iconografía y los atributos de las diversas advocaciones de las vírgenes o de los santos de acuerdo al santoral. Aunque en ocasiones también se determina por el color que las fraternidades eligen para su identificación, aunque muchas veces estos colores varían a partir de la fraternidad y del preste.

19 de julio de 2020

Artesanos indígenas del bordado festivo Parte 3

En el caso de los trajes festivos sucedió el proceso de folklorización que abrió a la creatividad hibrida de danzas y personajes, como los diablos, virreyes, morenos, chunchus, chinas, waphuri, llamero, kullawa, el traje de luces del Misti Sikuri, cuyos músicos se vestían como criollos con trajes bordados. Otro fenómeno que influyó en la creatividad fue el cambio de ropa que los españoles promovieron a raíz del levantamiento indígena en 1871, que bien podría ser el surgimiento del traje de la manta y pollera de la chola.

Las mujeres como los hombres debían usar trajes de bayeta de la tierra, como sacos, pantalones largos y cortos, calzones, ponchos, almillas, sombreros, chalecos, así como las mujeres estaban obligadas a usar rebozos, polleras y sombreros de oveja.
Cuando los migrantes aymaras optaron por la fabricación de trajes folclóricos emergieron los contratos. Por ejemplo, entre “pasantes” y bordadores, tenían la lógica andina del ayni y la reciprocidad. Los maestros bordadores eran respetados y bien tratados por el tipo de ropa que elaboraban, así nos recalcan los hermanos Quisbert:

La zona del cementerio había muchos árboles, con sembradíos. Llegaban del altiplano con burritos, algunos pasaban por la plaza Murillo. Todo era área verde, los burritos se amarraban en los árboles, los indios traían su merienda, con quispiña, chuño, papita y queso. El campesino antes
llevaba el traje de moreno y lo devolvía, y traía luego un cariño que se llamaba “huayñu” que constaba de productos de la papa, choclo, carne de oveja. Traían productos a vender e iban al tambo compraban fideos, azúcar y se llevaban a su pueblo. Del campo rogaban a los bordadores
para fletar el traje. El traje de sikuris cuando llevaban al valle, pasaba ríos en la espalda de mulas. Los campesinos nombraban a los de la ciudad compadres. Por eso mi padre tenía compadres desde jovencito. (Victor y Natalio Quisbert, 25.05.2019).


La valoración del conocimiento del bordador por parte de sus paisanos era notoria. El oficio del bordado y de accesorios para danzas festivas indígenas no sólo se practicaba en la ciudad de La Paz, sino en varias comunidades como: Achacachi, Avichaca, Taraco, Huarina, Compi, Caquiaviri, Corocoro, Escoma.

No cabe duda que el centro de producción de bordados era la ciudad de La Paz, a la que todos los maestros indígenas aspiraban llegar para instalarse con un taller.


Video Entrada 16 de Julio: Wuaca Wuaca Damas 14 de Septiembre

18 de julio de 2020

Artesanos indígenas del bordado festivo Parte 2

¿Por qué los indígenas se relacionaron con la producción de trajes festivos? Inicialmente las danzas y la música formaban parte de la estructura social religiosa indígena, gran parte de las fiestas tenían un sentido ritual agrícola y luego fueron obligados a aceptar la religiosidad católica. Por ejemplo, los indígenas aymaras hacían artefactos festivos, como Llautus (sombrero con plumas) de los Kena-kena, tocados de Suri con chakanas (arte plumario) de la danza del jach’a sikuri, enjalmes bordados de media luna que cargaban en el hombro. Así surgieron los famosos kaweros, que eran los que ofrecían trajes de danzas autóctonas y tocados de plumajes. Estos primeros maestros del disfraz provenían de Tiwanaku, Avichaca, Huarina, Escoma, Italaque y otros pueblos aymaras.

Entonces, esta previa destreza de elaboración de artefactos ha dado paso al surgimiento del arte del bordado festivo y religioso:

El bordado inicialmente era para el traje religioso. El indígena, mestizo era aprendiz del bordador español. ¿Qué cosa le ha puesto el indígena? El bordado a los trajes de las danzas, del folklore. Los trajes eran satíricos. Era una expresión de rebeldía. Nos mofamos de los españoles, los opresores. Los españoles han traído las fiestas. Los indígenas se dieron la creatividad de los trajes. (Victor y Natalio Quisbert, 25.05.2019).

En una sociedad compleja colonial y republicana, las fiestas fueron espacios complejos de subordinación religiosa y rebelión social de los subordinados aimaras - quechuas. A pesar del control social colonial que se ejercía a través de las fiestas con la catequización religiosa católica, se crearon mitos en torno a los santos Santiago, La Santa Cruz, San Pedro y San Pablo, la Virgen del Carmen y otros de menor incidencia que reencarnaron deidades religiosas andinas como Illapa, Tunupa, Copacabana y Pachamama.

Así surgió la institución del “presterío” un dispositivo que fomentaba la difusión religiosa católica, sobre todo, para el control de los indios. Los cargos de “Cabeza o Mayura”, por ejemplo para el Corpus Christi eran por comunidades, en el caso de la provincia Camacho, los campesinos de Taypi Ayca, eran obligados hacer un servicio religioso, pasar fiesta con música y danza. Entonces, los Mallkus debían encargar trajes festivos religiosos bordados para regalar a la imagen devocional, llevar velas, flores, arreglar la iglesia y otros servicios.

17 de julio de 2020

Video Entrada 16 de Julio: San Simón de Ayacucho y Auki Auki Barbas Blancas de Puerto Acosta

Ahora disfrutamos de estos grandes grupos que son unicos de La Paz

Saya Negritos Colegio San Simón de Ayacucho

Auki Auki Barbas Blancas de Puerto Acosta

16 de julio de 2020

Artesanos indígenas del bordado festivo Parte 1

Como se dijo anteriormente y previo a la aparición del artesano bordador indígena o mestizo, originalmente estuvieron los maestros artesanos españoles y criollos que transfirieron el oficio del bordado a las clases subalternas de mestizos e indígenas. Lo mismo sucedió con el oficio de sastre confeccionista que luego el indígena aymara desarrolló logrando un tipo de producción particular de confección de trajes festivos para las danzas folclóricas de origen étnico y/o autóctono.

Este trabajo artesanal fue aprendido por los aymaras y quechuas y mestizos, quienes imbricaron esos conocimientos con las técnicas textiles prehispánicas como los tejidos, y la elaboración de atavíos con plumas y metal.
Con el tiempo, se desarrolló una técnica propia que dio origen al bordado festivo en sus distintas especialidades (Mendoza, 2007: 68).
Según el bordador Víctor Quisbert existía diferencias sociales entre los artesanos de la ciudad y del campo, por ejemplo los achacacheños, pacajeños, escomeños, eran discriminados por su condición étnica por los maestros de la ciudad criollos o mestizos:


Había diferencias sociales, entre los artesanos de la ciudad y del campo. Los achacacheños eran discriminados.
Los artesanos eran autodidactas, porque no había escuelas, este aprendizaje viene de generación de los padres. El artista es creativo, hace trabajos no con afanes de ganar. El artesano reproduce por cantidad. Mi padre se consideraba artesano y no artista. Yo le consideraba artista. Se mataba por las noches dibujando, rayando, bordando. Mi papá hizo flexible la manga del moreno, ahí pone la creatividad. Fue inventor de las
hombreras para el traje de moreno. Mi padre era un genio. (Victor Quisbert, 25.05.2019).

Video Entrada 16 de Julio: Caporales Jose Ballivian y Sicuri Sicuris de Italaque Taypi Qamasa

Ahora estamos con la gran presentación de los:

Caporales Jose Ballivian

Sicuri Sicuris de Italaque Taypi Qamasa

15 de julio de 2020

Los bienes simbólicos del arte del bordado festivo

En esta oportunidad se considerará a los bordados de las danzas de la morenada, kullawada y llamerada como bienes simbólicos o productos culturales producidos en un campo de relaciones sociales de bordadores que trabajan en talleres familiares y responden a una tradición ritual de las fraternidades de danzantes.

Si bien es cierto que los trajes bordados son destinados al consumo comercial, no son una mercancía cualquiera, sino productos artísticos donde se incorporan colores, significados, iconografías, estéticas, técnicas, etc., en este sentido, los trajes folklóricos, las máscaras, los zapatos, las matracas y otros accesorios son bienes simbólicos que están en el campo de relaciones festivas.

La producción de estos bienes simbólicos en toda su diversidad están elaborados bajo relaciones económicas artesanales y micro empresariales. En este sentido se puede hablar de los artífices especialistas que tienen un origen social y cultural, productores de bienes simbólicos identificados como el maestro artesano, el aprendiz, así como las técnicas aprendidas y creadas en una organización productiva, reflejada en estilos y especialidades de vestuario religioso, cívico, festivo, máscaras, calzados y otros.



12 de julio de 2020

Video Entrada 16 de Julio: Salay Gallardos Principes W.R. y Ollantay Genuinos Winay Runas

Ahora tenemos la gran presentación de los grupos:
Salay Gallardos Principes W.R.
Ollantay Genuinos Winay Runas

11 de julio de 2020

Bordados: artesanos y arte manual Parte 2

Fue un oficio de artesanos que elaboraban vestuarios religiosos, vestuarios de la alta nobleza, es decir estuvo ligado a los textiles y confección especial de ropa para clérigos católicos, cortesanos y reyes de la corona española.

La técnica del bordado llegó a América con los conquistadores para continuar la costumbre de confeccionar trajes sagrados para los santos y vírgenes, así como trajes litúrgicos y ropa para autoridades eclesiásticos y las cortes de los virreinatos españoles.

Esta técnica española tenía su propio método y fue transmitida en talleres de los conventos de las distintas órdenes religiosas de monjas a indios e indias que estaban al servicio de las religiosas.

De tal forma las técnicas del bordado español se transmitieron a artesanos indígenas de origen aymara y quechua que por tradición eran tejedores y ornamentaban textiles como unkus, chakanas y llaitus con plumas y meta les preciosos, que eran usados por las autoridades principales de la comunidad y del Imperio Inca. Todo este conjunto de conocimientos y tecnologías prehispánicas de elaboración de textiles se fusionaron con el bordado artístico colonial, cuyo resultado se observa en la iconografía de trajes de danzantes folclóricos.

En el caso del bordado andino se le atribuye ser una entidad viva que se alimenta del hálito del creador, tiene un destino devocional y ritual, se transforma, muestra un nacimiento y muerte, tal vez, en esa relación del que crea la belleza (jiwaki) y el que se reviste para llevarlo danzando hacía las multitudes que serán iluminadas por los tejidos, bordados y aplicaciones como lentejuelas, perlas, monedas y otros. En este contexto, el arte del bordado andino se define no sólo por su valor estético contemplativo sino por el valor de uso de un bien simbólico ritual y místico.

Esta publicación hace hincapié en el bordado festivo expresado en los trajes de las danzas de la morenada, kullawada y llamerada, porque en ellas se expresa —de manera especial— el arte del bordado tradicional, entendido este como la técnica de adornado en tela con el encadenado, plumillado, redente, adornado con pedrería, perlas y lentejuelas que le dan una vistosidad extraordinaria y bella por la variedad de texturas producidas. Es decir el bordado, en la vestimenta de los danzantes, constituye un espacio de iluminación que se ofrece a la divinidad y al mismo tiempo expresa el estatus y prestigio de la familia que lo porta.

Video Entrada 16 de Julio: Autoctono Wayna Sicus Compañía y Cullaguada Ponchos Blancos

Ahora tenemos la danza liviana en la gran entrada de la 16 de Julio tenemos a:

Autoctono Wayna Sicus Compañía
Cullaguada Ponchos Blancos

10 de julio de 2020

Bordados: artesanos y arte manual Parte 1

Pero ¿qué es el bordado?, es una técnica a través de la que se expresa una estética; el bordado es una destreza humana que se aplica en textiles, alfombras, manteles, vestimenta social, vestuario litúrgico religioso, vestuario de imágenes de santos y vírgenes, trajes de autoridades y vestuario de danzantes. Es un arte decorativo que se logra a partir del empleo del hilo y la aguja sobre un paño generalmente sujeto a un bastidor. Para el investigador Víctor Quisbert el bordado es: el arte de adornar una tela con elementos de pedrería, perlas, encadenado, lanas de
color, o sea darle una vistosidad a la tela. (Víctor Quisbert, 25.05.2019).

Desde el punto de vista de la academia especializada el bordado tiene las siguientes definiciones:
… es un arte o labor de embellecimiento de una tela mediante dibujos realizados con hilos y agujas, sobre un soporte de tejido que puede ser de cuero, seda, algodón, lana, lino, incluso metal para formar una decoración. La palabra bordado deriva del francés medieval borde. El término se aplicó inicialmente a los ribetes decorativos de punto tejidos en las vestiduras litúrgicas medievales. En esa época, la palabra abarcaba también el adorno en punto sobre cualquier textil. (Maribel Bandés. El vestido y la moda. Larousse Editorial. S.A. 1998. p. 67-68).


Por tanto, el bordado es:
… el arte de aplicar, mediante hilo y aguja, una ornamentación a la superficie de una pieza o trozo de tela tejida, por lo general llamada “fondo”. No es una parte integral del tejido (Staniland, 2000, 4), sino una técnica decorativa superestructural (Victorio, 201, p. 93), que desde tiempos inmemoriales ha cumplido una función principal en el adorno del vestuario, los accesorios personales y el mobiliario secular y eclesiástico. (Castillo & Menares, 2017, 4).
Históricamente el arte del bordado surgió con hilos de fantasía que tuvo su desarrollo en Europa y Asia (Oros-Quisbert, MUSEF, 2018, 24)

9 de julio de 2020

La calle Los Andes y Av. Kollasuyo: lugares artesanales Parte 2

Esta calle acoge también a mascareros como Fortunato Mamani, especialista en hojalata y el artista Andrés Parí del Taller del Folklore. Existen de igual modo tiendas de elaboración de zapatos folklóricos: Zapatería Dinámico, Botas Folklóricas El pionero de América, Calzados Folklóricos Nuevo Cristal, entre otras que realizan trabajos de diseño de calidad para las danzas: caporales, morenos y chinas. Hay también, en el sector, tiendas donde ofrecen servicios de platería para adornar los cargamentos2 de fiestas religiosas.

En las vías adyacentes a la Los Andes, por ejemplo la calle Nataniel Aguirre, se ofrecen accesorios de joyas para cholitas, matrimonios y regalos promocionales; en el callejón Tarapacá se ubica una serie de talleres de sombreros para varones y mujeres de pollera.

En la avenida Baptista se encuentran algunas tiendas de polleras, mantas, bordados religiosos y cívicos como estandartes y mantos para santos y vírgenes; asimismo se ofrecen accesorios y adornos para prestes como bandas, peluches y pergaminos. En la avenida kollasuyo se encuentran tiendas de bordados de trajes de moreno como el Taller Bolívar de los hermanos Quisbert, el Taller de Matracas Creaciones Bolivia, Bordados y Grabados el Cóndor, Bordados Qhantati, Taller el Rey de Silvestre Chuquimia, Bordados Cultural Bolivia de la familia Colquehuanca, Matracas Condorito, Taller Mágico Boliviano y otros, entre los que se destacan tiendas en las que se ofrecen polleras y mantas. Todas esas calles están comprendidas en la red de significación urbana que parte de la calle Los Andes y Kollasuyo donde se ofrecen trajes bordados de danzas para ser fletados o comprados, dependiendo de la necesidad del cliente; pero la travesía no acaba ahí el danzante-devoto tiene que comprar otros accesorios del traje como matracas, bastón de mando, chalinas, máscaras, calzados folklóricos, cintas y otros elementos imprescindibles para cada una de las danzas.

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8 de julio de 2020

La calle Los Andes y Av. Kollasuyo: lugares artesanales

La necesidad de encontrar un vestuario o disfraz de alguna danza folklórica o nativa obliga a ir a la calle Los Andes donde va encontrar una variedad de trajes festivos, accesorios que adornan y complementan el vestuario de las danzas.

La “calle de los bordadores” (Los Andes) comienza en la esquina de la avenida Buenos Aires, se abre a un espacio inclinado que sube desde la parte baja como gran parte de las calles en la ciudad. Es un espacio público muy pintoresco, con casas modernas y galerías comerciales donde se encuentran tiendas, alguno que otro taller que exhibe en maniquíes de plástico una infinidad de trajes de las distintas danzas; asimismo, existen puestos ambulantes que se colocan en las veredas de la calle donde se venden accesorios, como adornos de tinku, lluchus, tullmas, ligas, espejitos, chuspas, lazos, anillos, aros y otros.

Las tiendas están debidamente identificadas con sus letreros así como los centros comerciales. Los nombres de las tiendas son alusivos a la vocación del servicio, entre los ejemplos se tiene a los siguientes: Artesanías Urus, Artesanías en Bordados Bolivia, Centro Artesanal Los Andes, Bordados Collita, Bordados Markasa, Bordados computarizados Colonial, Bordados Ajayu Bolivia, Bordados Pacha Illa, Bolivia India, y muchos otros. En cada tienda se muestran trajes de la diversidad de danzas no sólo para mayores; sino también para niños. En algunas tiendas se observa
a personas bordando y elaborando trajes.


7 de julio de 2020

Un poco de historia: talleres y tiendas de trajes festivos Parte 2

Luego la mancha urbana se extendió por las laderas dando paso al surgimiento de nuevos barrios, calles y avenidas.
En la ladera oeste nació la avenida Buenos Aires abarcando cinco kilómetros de recorrido y para 1945 se registró los establecimientos económicos en la zona de Los Andes. Su denominación original era “Zona 14 de septiembre” e incluso se la denominó como “Chico Ch’ijini”, sin embargo y a consecuencia de una elección quedó como Los Andes, puesto que la población provenía mayoritariamente de dicha provincia1.

El asentamiento de los artesanos en la calle Los Andes data desde la segunda mitad del siglo XX. Con el trascurso del tiempo, esta actividad artesanal creció, extendiéndose a otras calles, por lo que el establecimiento de comercios se fue ramificando hacia otras vías como la Av. Baptista, Chorolque, Lino Monasterios hasta la avenida Kollasuyo. El crecimiento urbano hizo que la producción artesanal de atuendos folklóricos se traslade al sector de la avenida Kollasuyo al que se articuló la calle Los Andes y adyacentes. (Mi barrio cuenta y yo cuento con mi barrio, 2009, 103)

Para resumir, la ocupación espacial urbana de los talleres artesanales de bordadores y tiendas proviene desde fines del s. XIX, comenzando
por las calles Chirinos (actual calle Mercado), tienda de bordadores, 1880, luego la Junín 1880, paso a la Illampu de la zona de Ch’ijini (1920-1955), luego la Av. Kollasuyo, actualmente están en las calles Los Andes, Leonardo Flores, Batalla de Tarapacá, Nataniel Aguirre, Lino Monasterios, José María Asín, Reyes Cardona, Chorolque y Baptista.

La ocupación del espacio urbano por los talleres y tiendas es el resultado de la dinámica social de las fiestas que se realizan en lo que fue la parcialidad de barrio de indios, es decir de la zona de San Sebastián, San Francisco, San Pedro, Qotahuma y Max Paredes, Cementerio, El Alto y su relación con las comunidades del Altiplano y los yungas paceños.

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6 de julio de 2020

Un poco de historia: talleres y tiendas de trajes festivos Parte 1

Históricamente la ocupación de los bordadores no estaba precisamente en la calle Los Andes, según el bordador Natalio Quisbert. Éste sostiene que los primeros artesanos bordadores de La Paz abrieron sus talleres en la zona de Miraflores, antiguamente conocida como Ayllu Poto Poto. Según Nicolas Acosta, en 1880 (s. XIX), los bordadores estaban en la calle Chirinos (actual calle Mercado) y Junín (Acosta, 1880; 57). La descripción de Acosta no señala qué tipo de bordados ofertaban en estas calles, aunque para fines del siglo XIX hay talleres de bordados para las imágenes religiosas católicas.

A principios del s. XX en la zona de Ch’ijini —concretamente en la calle Illampu— existieron tiendas donde se fletaban “kawas” (petos de cuero de tigre para la danza de Quena-Quena y otras), trajes de Misti sikuris, máscaras y algunas vestimentas decoradas con plumas y perlas. Los artesanos que ofrecían sus trabajos en estas primeras tiendas eran conocidos como Kaweros; en sus tiendas se alquilaban artefactos de plumas, chakanas y petos de puma para las danzas autóctonas.

Las actividades artesanales existentes en el barrio, eran manejadas principalmente por mestizos de clase, los que gradualmente fueron desplazados por los “nuevos” migrantes del interior y las áreas rurales del país que se especializaron como artesanos y que combinaban su ocupación con el comercio que desplegaban sus actividades en las calles (Guerreros, 2012, 23). Otros artesanos bordadores en cambio se instalaron en tiendas muy precarias en la calle Illampu, entre ellos destacaban las familias Chuquimia y Quisbert (entrevista a Quenta, 2013; 35). En este lugar estaban los talleres de migrantes provenientes de la región de Taraco y Achacachi (Mendoza, 2007, 27).

A consecuencia de la Reforma Agraria en 1953, se registró una mayor cantidad de migración indígena, así se produjo la expansión del radio urbano de la ciudad. Hasta la década de 1930 el límite de la ciudad se encontraba en el barrio de Ch’ijini (Guerreros, 2012).

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5 de julio de 2020

La Max Paredes: un núcleo urbano festivo Parte 2

Las citadas actividades artesanales no surgieron recientemente pues tienen una antigüedad que data desde la época virreinal. En este espacio social urbano y popular se dieron procesos de residencia de las identidades aymaras y quechuas, luego migrantes le dieron un sentido único a una red de calles conformada por la popular Los Andes, Leonardo Flores, Tarapacá, Nataniel Aguirre, Lino Monasterios, Kollasuyo y Baptista, donde se producen y distribuyen bienes simbólicos festivos, en tiendas, talleres de artesanos que ofrecen una variedad de trajes, disfraces, joyas, máscaras, mantas, polleras, matracas, accesorios y otros objetos para las danzas folklóricas.

Las calles de la zona de Max Paredes conforman redes sociales y de producción que mantienen una fuerte relación con áreas rurales en las que se celebran fiestas patronales. Gran parte de la población acude a las tiendas de los artesanos asentados en ese sector que satisfacen la necesidad y demandas de fraternidades de danzantes que participan en las fiestas folclóricas y patronales durante todo el año, incluso hoy, los estudiantes de colegios que fletan trajes folclóricos en todas sus variedades para los festivales que se organizan en cada unidad educativa.

Una ruta emblemática y muy particular es la calle Los Andes llamada o también conocida como la “calle de los bordadores”, otra vía es la Kollasuyo donde se encuentran muchas tiendas de trajes y accesorios folklóricos. No hay duda que la calle Los Andes y su extensión hacia la Kollasuyo forman parte del imaginario paceño, como lugares de producción de trajes, bordados, máscaras, matracas, polleras y zapatos para quienes practican las
danzas folklóricas.

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4 de julio de 2020

La Max Paredes: un núcleo urbano festivo Parte 1

Chuquiagomarka, hoy Nuestra Señora de La Paz, no sólo es una infraestructura material urbana de viviendas y calles, sino también es un mundo de sentidos festivos e identidades sociales que se configuraron a lo largo de su historia generando una producción artesanal característica. La zona de Max Paredes se estableció sobre vestigios y testimonios de una sociedad indígena multi-étnica, que se fue modelando de acuerdo a ocupaciones
económicas, sociales y étnicas.

El macrodistrito II de Max Paredes, tiene una extensión territorial considerable hacia el noreste de la ciudad. Actualmente se estima que genera un movimiento económico superior a los 500 mil dólares por día. Cuenta con importantes zonas como Gran Poder, Obispo Indaburo, Villa Victoria, El Tejar, Alto Tejar, Chamoco Chico, Munaypata, Pura y Ciudadela Ferroviaria. (GAMLP-DVD, 2018).

En este espacio urbano de desarrolla un ciclo festivo patronal religioso con actividades ocupacionales que satisfacen demandas devocionales de sectores sociales tanto urbanos y rurales.
La zona de Ch’ijini, hoy del Gran Poder, se ha configurado con una identidad y vocación económica que surgió como una necesidad cultural que se expresa en actividades en tambos casi desaparecidos y ofertas de abarrotes, coca, medicina natural, carnes, pescados, tejidos, ollas; asimismo en productos artesanales, es el caso de sombreros, trajes festivos, bordados, máscaras y joyas.

La costumbre de una parte de la población de celebrar fiestas folklóricas en un ciclo anual patronal tanto en el área rural y urbana de la ciudad de La Paz, ha generado una actividad y ocupación especializada de artesanos que satisfacen una diversidad de necesidades de uso de bienes simbólicos como vestuarios, disfraces y otros accesorios que los devotos necesitan para participar en entradas folklóricas.