27 de diciembre de 2017

Concejo pide elaborar Ley de Manifestaciones Folklóricas

El Concejo Municipal de La Paz convocó a los representantes de las organizaciones folklóricas para elaborar el proyecto de Ley de Manifestaciones Folklóricas y/o Populares, la norma tiene el objetivo de normar las más de 300 fiestas que existen en la urbe paceña, entre ellas el Gran Poder y las fiestas barriales.

La información la dio a conocer la secretaria de la Comisión de Desarrollo Humano y Cultura del Concejo Municipal, Kathia Salazar, quien también anunció que la propuesta de Ley será presentada a los folkloristas y trabajada con ellos para que pueda ser consensuada e implementada con responsabilidad.

"Para nosotros es importante terminar este año con la satisfacción de haber iniciado la elaboración de la Ley de manifestaciones folklóricas en vía pública que la estamos trabajando en la Comisión, es un proceso pendiente porque se tiene que trabajar con los actores, folkloristas a quienes los estaremos convocando", dijo.

Según información del Concejo Municipal, el proyecto de ley reglamentará todo tipo de manifestaciones folklóricas desde Gran Poder, hasta las fiestas barriales existentes en los diferentes macrodistritos de la urbe.

El desmedido consumo de bebidas alcohólicas en vías públicas durante la organización de entradas folklóricas y fiestas de barrio, es parte del contenido de la norma y tema de mucha preocupación y análisis para la concejala Salazar.

13 de diciembre de 2017

Fiesta San Roque será postulada para Patrimonio de Humanidad

El Ministerio de Culturas y Turismo afina el dossier de la Fiesta Grande de San Roque, de la ciudad de Tarija, para enviar a la Organización de las Naciones Unidas de la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para su declaratoria como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.

Lupe Meneses, técnica de la Dirección General de Patrimonio Cultural, confirmó que están trabajando en la revisión y ajustes del expediente de esta tradicional festividad religiosa que por ahora es la única en concreto, aunque está también la propuesta de la Fiesta de la Virgen de Urkupiña.

“Queremos concluir con esta labor para enviarlo hasta el 31 de marzo del 2018 que es el plazo del envío e inscripción de los expedientes de postulación ante la Unesco”, dijo Meneses.

El dossier fue elaborado por la Dirección de Cultura de la Gobernación tarijeña e incluye un documental de 10 minutos de la festividad, fotografías inéditas, autorizaciones de la Asociación de Chunchos Promesantes, testimonios, entrevistas y bibliografía.

Asimismo, Meneses afirmó que el expediente de postulación será traducido al inglés y francés que son las lenguas oficiales de la Unesco, donde debe ser evaluado para después pronunciarse dentro de dos años.

La tradicional festividad religiosa de San Roque se celebra cada año entre agosto y septiembre en devoción a ese santo patrono que salvó milagrosamente a la población tarijeña de una peste que asoló en la época colonial.

10 de diciembre de 2017

Moseñada La música tradicional de nuestros pueblos originarios

La música boliviana, recibe diversos nombres, como: música étnica, música regional, música típica, y en ocasiones también como música popular o música folklórica. La mayoría de las creaciones musicales son anónimas, que, por la cosmovisión de sus culturas, adopta un sentido de pertenencia más colectivo. Es decir, no se conoce al autor, lo que si se conoce, es que la música representa la identidad de cada comunidad.

La música tradicional de los pueblos originarios es un término que se aplica a géneros musicales, asignados en los Andes sudamericanos. El estilo de la música y danza autóctona, especialmente aymara y quechua, está caracterizado por melodías nostálgicas, evocativas, ritualizadas, que son interpretadas y bailadas de acuerdo a cada época del año, obedeciendo a un calendario basado fundamentalmente en la visión cósmico-agrícola ancestral. En el Jallupacha, una de las danzas interpretadas es la moseñada.

El origen de este género de música está vinculada a diversas versiones. Una refiere su origen a Muza, provincia de Cochabamba; la razón principal es que en esta localidad se encuentra grandes cantidades de tuquru (caña hueca), material indispensable con el que se fabrica el instrumento. Sin embargo, el tuquru, también se lo encuentra en el departamento de La Paz, propiamente en la región de Zongo, Pallarara, Arcopongo y Cho-quetanga; al margen de estas versiones, los comunarios de la provincia Aroma cuentan que en el levantamiento de Tupak Katari (1781), esta música se interpretaba en las grandes concentraciones indígenas. Y según Rigoberto Paredes, la moseñada habría nacido en Mohosa, provincia Inquisivi en La Paz y por ello su nombre.

Entre sus características, la danza de la moseñada es interpretada por varones y mujeres. Los pasos del baile son rítmicos y agraciados, ligeramente cortos y saltados. De acuerdo con la música, dan pasos hacia el frente, los brazos hacia los lados en forma coordinada. Se realizan figuras en círculo, posteriormente forman filas donde los danzarines se toman de las manos y dan vueltas repetidas, haciendo girar los witi witis o wichi wichis y sacudiendo banderas de colores vistosos.

En cuanto a las características de la vestimenta, los varones llevan una camisa, el awayu cruzando sobre el pecho y la es-palda, el lluch’u, la ch’uspas y en algunos casos, banderas multicolores en la mano. Las mujeres visten po-llera de bayeta, chaquetilla o chompa con un tari en la mano, sombrero adornado con flores y un awayu cargado también de flores, roscas (panes) o frutos. De acuerdo a cada región, varones y mujeres se presentan con arcos a manera de estandartes, los cuales identifican tan-to a la comunidad como al pasante y encargado de la fiesta. Antiguamente, en la moseñada, se utilizaban solo tres tipos de pinkillus: la salliwa, el rikinto y el irasu; en relación a sus tamaños: la más pequeña mide 50 cm, la mediana 100 cm y el más grande 150 cm.

Actualmente, la tropa de moseños está estructurada por veinticinco piezas instrumentales que constan de boldón, salliwa, irasu, rikinto, ch’illi, imilla (clarinete); además, se encuentran los pinkillus, de diversos tamaños (80, 82, 85 y 90 cm.), como instrumentos de percusión se utilizan las wankaras, adicionandose el tambor y el bom-bo.

La música de la moseñada, principalmente emplea escalas pentatónicas, aunque también hay ejemplares dotados de orificio posterior para enriquecer su escala. La banda de músicos está compuesto por diez tocadores de sallas ayquiris y cuatro tambores. Cada conjunto tiene su solista clarinete, chirimía que interpreta la misma melodía de los moseños, y es lo que sobresale y caracteriza la danza.

Rodrigo Silvestre Mamani - Lic. Lourdes Leonor Mamani Limachi.