9 de febrero de 2016

Jisk’a Anata 2016 expuso la riqueza cultural de La Paz

Con más de dos horas de retraso comenzó la Jiska Anata 2016. Pese al clima lluvioso y frío, los bailarines demostraron su entusiasmo, energía y elegancia al interpretar cada una de las danzas andinas, presentadas a lo largo del trayecto de la entrada carnavalera.

Esta versión del Jisk’a Anata, nominación que proviene de la lengua aymara “fiesta pequeña”, inició aproximadamente a las 11.00. Contó con la participación de 48 agrupaciones, que hicieron su paso por el centro paceño ante centenares de espectadores, que se dieron cita para participar en la festividad. De acuerdo con la tradición, es una celebración que da inicio al período de cosecha de este año.

El recorrido empezó en el carril de subida de la avenida Montes, sector de la Cervecería, pasó por la avenida Camacho, la avenida Simón Bolívar y finalizó en la calle Wenceslao Argandoña.

La tarqueada Luis Braile fue la agrupación que partió después del mediodía, seguido del grupo Kantus, de la provincia Camacho, y de los Niños con síndrome de Down.

JISKA ANATA

El presidente de la Sociedad Andina de Conjuntos Folklóricos, Juan Carlos Tapia, refirió que el Jisk’a Anata está despojado de ritualidad y se realiza solo en la ciudad, con el concurso de los pobladores de asentamientos de origen campesino en zonas urbano populares.

El Jisk’a Anata tuvo su primera presentación en 1992, como parte de un proyecto que buscó revalorizar las danzas andinas. Una ordenanza municipal declara a esta fiesta como parte de las tradiciones paceñas y del carnaval urbano.

Sin embargo, arriban también a la urbe paceña delegaciones de grupos autóctonos representativos del departamento de La Paz, para manifestar la riqueza cultural de la región.

“En esta entrada participan conjuntos autóctonos de música y baile, tales como las tarqueadas, moceños, chunchos, pífanos, pinkilladas, ch’axes, kusillos y los tradicionales ch’utas paceños”, señaló el sociólogo Juan Carlos Valderrama.

Por otro lado, el Martes de Ch’alla, también conocida como la Jach’a Anata o “Carnaval Grande”, se constituye en el día más sobresaliente de la fiesta. La esencia del martes de carnaval está relacionada con la ritualidad andina, que expresa el reconocimiento del hombre y la mujer aymara a la Pachamama (Madre Tierra). “Se realizan libaciones, se adornan las chacras, se baila y toca música alrededor de la siembras. Esta misma práctica se reproduce en las ciudades con la ch’alla en las fuentes de trabajo y los bienes materiales importantes”, dijo.

ENTIERRO

El carnaval andino finalizará el próximo domingo, con el entierro del pepino. La población acude de manera masiva al entierro del pepino y la despedida del carnaval.

Simultáneamente, se realiza la tradicional entrada de ch’utas (baile mestizo), en la que participan más de 5.000 miembros de diferentes mercados y asociaciones gremiales de la ciudad de La Paz.


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