12 de agosto de 2013

Viajan en avión, bus o camión, todo por llegar a Urcupiña

La festividad de la Virgen de Urcupiña es la única en todo el país que reúne advocaciones marianas de Bolivia y otras partes del mundo.

Desde hace ocho años, las imágenes de las diferentes advocaciones son traídas a Quillacollo para ser parte de una peregrinación hasta el templo de San Ildefonso.

Para el evento que reúne a miles de personas una semana antes de la Festividad de Urcupiña, las imágenes son trasladadas en avión, bus o camión, desde distintos puntos de Bolivia y del exterior.

Envueltas en frazadas, y con los máximos cuidados que requiere el traslado de este tipo de imágenes, los feligreses de la Virgen María trasladan a las advocaciones hasta Quillacollo, donde decenas de estas representaciones se reúnen en una peregrinación y misa.

Este año, una réplica de la Virgen de Luján de Argentina fue trasladada en avión desde Buenos Aires hasta Cochabamba para participar de este evento.

El arzobispado de Buenos Aires envió una carta a los organizadores haciéndoles conocer su deseo de participar en la peregrinación.

Otra virgen que hace un largo viaje en camión es la de Dolores, del municipio de Tapacarí, que está presente en la reunión de las advocaciones marianas desde el primer año de la peregrinación.

Asimismo, la imagen de la Virgen del Socavón de Oruro es traída en ómnibus, un día antes del evento para participar del encuentro religioso. Lo mismo sucede con la réplica de la Virgen de Cotoca que es trasladada desde Santa Cruz.

El sacerdote Rolando Villavicencio, del templo de San Ildefonso, indica que la Virgen Aparecida del Brasil también es trasladada desde el país vecino para el encuentro de las advocaciones.

Pese a que el templo de San Ildefonso ya cuenta con una imagen de la patrona del Brasil, delegaciones de ese país se encargan de traer otra imagen hasta Quillacollo.

Otras imágenes que participan de la peregrinación son trasladadas desde domicilios, situados en Cochabamba, y que por lo general pertenecen a familias o parroquias.

Este año son 32 las advocaciones marianas que participaron de la peregrinación.

Virgen de Urcupiña (Quillacollo), Virgen de Copacabana, Virgen del Carmen (La Paz), Virgen de Guadalupe (Sucre), Virgen del Socavón, Virgen de Candelaria (Oruro), Virgen de Cotoca (Santa Cruz), Virgen de Loreto (Beni), Virgen de Chaguaya (Tarija), Virgen del Pilar (Pando), Virgen de Encarnación (Potosí), Virgen de Dolores (Tapacarí), Virgen María Auxiliadora, Virgen de La Merced (Cochabamba) y Virgen de Guadalupe (Charapaya).

Las advocaciones marianas de otros países que estuvieron presentes son las de la Virgen Aparecida (Brasil), Virgen Luján, Virgen Santa María del Espíritu Santo (Argentina), Virgen de Guadalupe (México), Virgen del Rosario (Colombia), Virgen de Caacupé (Paraguay), Virgen de la Dulce Espera (España), María Reina de La Paz (Bosnia), Virgen de Fátima (Portugal), Virgen de la Medalla Milagrosa, Virgen de Lourdes (Francia), Virgen del Quinche (Ecuador), Virgen de Covadonga (España).

ORIGEN

El encuentro de advocaciones marianas surgió el año 2006 a iniciativa de los trabajadores de la prensa de Quillacollo y el párroco del templo de San Ildefonso.

El planteamiento fue muy bien acogido y en esa primera oportunidad al menos 12 advocaciones hicieron la peregrinación.

Juan Carlos Bernal, periodista de Radio Fides e impulsor de este evento indica que el objetivo era revalorizar la fiesta de la Virgen de Urcupiña, que estaba siendo opacada por el alto consumo de bebidas alcohólicas.

“Este evento no tiene ningún fin de lucro. Las personas que quieren pueden traer a las imágenes de la virgen y hacerlas participar de la peregrinación”, señala.

Para la procesión no existe ningún tipo de registro e inscripción de las imágenes. Todas las personas que desean que la advocación de la virgen participe pueden hacerlo.

El encuentro consiste en una peregrinación de aproximadamente un kilómetro de recorrido, que parte desde la capilla de Tacata, en el kilómetro 14 de la avenida Blanco Galindo, hasta el atrio del templo de San Ildefonso.

Son aproximadamente unas siete horas que las vírgenes están reunidas en la peregrinación y en la iglesia.

EN YESO, CUADROS

Y VIDRIO

El padre Villavicencio explica que las imágenes que llegan hasta el encuentro no siempre son de las esculturas en yeso de las advocaciones marianas.

Algunas son cuadros, como la réplica del cuadro original de la Virgen del Socavón de Oruro.

También existen otras advocaciones en materiales como el vidrio.

“La gente trae incluso afiches de alguna advocación y eso es lo importante porque participa el que quiere”, indica Bernal, a tiempo de señalar que son los propios feligreses los que corren con los gastos para trasladar a las distintas advocaciones marianas hasta Quillacollo.

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