5 de febrero de 2015

Con la ‘torta’ de compadres aflora la amistad y picardía



Para establecer una buena amistad que sea duradera, con sus detalles dulces y picantes, cargado de buenos augurios, la tradición chapaca manda que hoy, Día de Compadres, se reafirme esa relación mediante el obsequio de una “canasta” o “torta” que comporta masitas frutas y verduras con significado picaresco como el zapallo.

Esta celebración en años anteriores se realizaba en el “Campo de Compadres”, canchón situado a orillas del río Guadalquivir, en la margen norte, entre el Puente San Martín y la García Ágreda y que en 2007 fue habilitado por la Alcaldía Municipal mediante una ordenanza municipal.

Festejo con horario
Sin embargo, el festejo este año se realizará en el Parque Temático por disposiciones también ediles y con un horario determinado. A las 09.00 se llevará cabo la Entrada de Compadritos en la avenida Integración, mientras que el “junte” de los compadres se realizará desde las 11.00 hasta las 17.00 en el parque mencionado.
“Este lugar tiene el espacio como para llevar adelante la actividad, hemos buscado un lugar relativamente amplio con las actividades programadas por el Gobierno Municipal. La Entrada de Compadritos tiene la finalidad de que los niños empiecen a interiorizarse de nuestras tradiciones y costumbres”, explicó la directora de Cultura, Martha Humérez.
Agregó que para los adultos la celebración tiene un horario determinado de inicio y culminación. “Desde las cinco de la tarde no se permitirá más la venta de comida, no habrá mas música, para que la gente se pueda retirar a sus actividades privadas”, puntualizó.

La “torta”
Se entrega una “torta” para una buena amistad, para relacionarse más, afirma la vendedora de masitas Norah Sivila y explicó que para armarla primero se necesita las albahacas, rosas pascuas y flores para cubrir la base de la canasta, luego se coloca la fruta y verduras de la temporada, como durazno y uva, higos, choclo, cebollas, tomates y los denominados “putitos” (ajís picantes), y luego de poner una división de papel o plástico se coloca la “torta”, que es un pan dulce o bizcocho.
“Para endulzar la vida del compadre”, subraya Sivila. Picarescamente indica que luego “se pone lo esencial para los compadres que es un zapallo, que tiene un doble sentido, porque al compadre les gusta zapallo”,
Finalmente se le agregan confites, masitas, panes de azúcar, acompañados de vino, cerveza o chicha y se lo adorna con banderillas y globos de colores. Los costos de una “torta”, varían de acuerdo a la cantidad y tamaño de los elementos que la componen y los precios fluctúan entre 30 y 150 bolivianos.
Según el escritor y representante de los literatos y artistas de Tarija, René Aguilera Fierro, la torta tiene un simbolismo que expresa el pan diario que nunca debe faltar en la mesa, es el principio del hombre y en la canasta pueden faltar o añadirse muchos elementos pero es primordial el colocado de ese pan dulce. Para otorgar la torta de Compadre se lo debe hacer por sorpresa, no se tiene que avisar, se llega la vivienda de la persona a la cual se quiere expresar el afecto, se tiran los cohetes y con el ruido y bullicio sale el “compadre” y esa es la sorpresa. Se le ponen serpentinas, le hechas mistura, y se le entrega la “torta” que lleva la serpentina encima.
Y viene el turno de compartir porque la visita es acompañada de cerveza, vino o jarra de chicha y se establecen lazos de “compadres para toda la vida”.
Según el antropólogo Daniel Vacaflores, este tipo de compadrazgo de torta se trata de una relación basada en la amistad y el respeto, de una forma bastante general. Este compadrazgo se consolida por medio de la entrega de la torta y su devolución un año después. El compadrazgo de torta pareciera ser manejado de manera bastante suelta y suele ser una muestra de afecto especialmente fuerte que se hace a un amigo o amiga.

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