22 de febrero de 2015

Con “entierro del Pepino” se cierra el Carnaval en el país

Al menos en La Paz, el carnaval se cerró con el "entierro del Pepino”, en domingo de Tentaciones. En horas de la mañana se realizó la tradicional retreta organizada por el Movimiento Cultural Los Olvidados con la despedida al personaje central de las carnestolendas, el Pepino, una variación del pierrot o arlequín europeos. Desde las 14:00 se realiza la entrada de Ch'utas por las calles de la zona El Tejar, aledañas al Cementerio General.

En plaza Murillo, alrededor de cuarenta músicos hicieron vibrar sus mandolinas, acordeones, concertinas, charangos y guitarras para la interpretación de temas compuestos por Gilberto Rojas, Alberto Arteaga, Justo Jardín, Julio Martínez y de otros compositores, al son de los tradicionales cánticos de carnaval.

Los dolientes del Pepino, también disfrazados, acompañaron el funeral y luego se dirigieron al Cementerio General, donde simbólicamente lo enterraron.

Pasado el medio día, la Asociación de Comparsas del Carnaval de La Paz, que partió desde la plaza Garita de Lima, rumbo a la cancha del Tejar, celebra la mayor fiesta de despedida al carnaval paceño.

Las autoridades de la comuna paceña aplauden el paso de las comparsas de ch'utas, en su mayoría integrada por vendedores de los mercados, desde un palco instalado en la puerta del Cementerio General.

Cientos de ch'utas con sus trajes coloridos se concentrarán en la plaza Garita de Lima, de acuerdo al rol establecido inician su participación por las avenidas Baptista y Kollasuyo hasta llegar a la cancha El Tejar, donde se pone fin a la entrada y al carnaval paceño.

En Bolivia

El carnaval boliviano comenzó a despedirse el sábado con un desfile de 20.000 bailarines denominado Corso de Corsos en la ciudad de Cochabamba, caracterizado este año por personajes disfrazados como, por ejemplo, el presidente Evo Morales, que inició en enero un tercer mandato de cinco años.

Sin embargo, la mayor expresión del carnaval boliviano es el desfile folclórico de Oruro, declarado por la UNESCO patrimonio oral e intangible de la humanidad, donde participan alrededor de 35.000 bailarines y cerca de 10.000 músicos. Pero no todo fue fiesta, el carnaval en Bolivia dejó este año un saldo de 47 muertos - nueve más que el año pasado - por hechos de violencia, asesinatos y accidentes de tránsito, según recuento oficial.

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