15 de agosto de 2014

Danzarines expresan su fe en Urkupiña

Más de 40 mil bailarines entre morenos, caporales, tinkus, pujllay, chaqueños, tobas, afros y hasta waka tok’oris participaron de la Entrada Folklórica de Urkupiña en devoción a la Virgen María de Urkupiña.

El esplendor de las danzas se destacó a la largo de la ruta de 4,5 kilómetros. Al final de la peregrinación, los danzarines llegaron de rodillas al altar de la patrona de la integración, en el templo de San Ildefonso.

A su paso los danzarines de 69 fraternidades, 58 de ellas afiliadas a la Asociación de Fraternidades Foklóricas Urkupiña, recibieron la ovación del público, que acudió a Quillacollo, para ser testigo de la devoción hecha danza de miles bailarines.

La Entrada Folklórica mostró 23 ritmos. El espectáculo comenzó con el ingreso de los pasantes, la comisión de autoridades. La Morenada Los Andes fue la primera en hacer su ingreso, junto a la banda Poopó de Oruro. El paso del millar de bailarines de esta fraternidad desató la alegría del público en las graderías y el palco oficial.

La diversidad fue una característica de la festividad con la presentación de fraternidades como Sol Chaqueño y Chaco y Danza.

También, danzaron para la Virgen Pujllay Masis Quillacollo, Saya Afro Cochabamba, Pujllay Juventud Urkupiña, Kullacas Morochata, Doctorsitos Magos, Humajalas de Tapacarí y Antawaras.

Otra fraternidad numerosa fue a Diablada 14 de Septiembre que se llevó el aplauso de los espectadores nacionales y extranjeros, que quedaron encantados por esplendor de este baile. Los osos, las chinas supay y los diablos se lucieron con trajes y máscaras minuciosamente decoradas. La morenada Real Urkupiña usó trajes elegantes en colores negros, naranjas, rosados, rojos, blancos y cafés.

Las bandas de música dieron un espectáculo a parte. La banda Poopó de Oruro que ingresó con la Morenada Los Andes fue la más numerosa con más de 50 integrantes. Los mismos lucieron su tradicional saco rojo y pantalón blanco, acompañado de su tradicional casco. La banda más numerosas fue Los Intocables que ingresó con la Morenada del mismo nombre. Los músicos hicieron demostraciones de saltos, baile, acrobacias y coreografías sincronizadas.

Las mujeres de las bandas también se destacaron por ser platilleras. Una de ellas ingresó con el traje de chola paceña con una manta que llevaba el escudo de Bolivia bordado. La artista conquistó el aplauso de los espectadores. La banda de músicos de Sacaba, que acompañó a la Valluneada Cochabamba, incluyó entre sus figuras a tres mujeres platilleras.

El presidente Evo Morales participó de la Entrada Folklórica después de mediodía. Fue invitado a bailar por varias fraternidades. La fraternidad Los Andes le obsequió una matraca.

El presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña, René Valdez, informó que 3.000 de los 40 mil danzarines llegaron del extranjero. “Se trata en su mayoría de bolivianos que radican en Estados Unidos, Argentina, Brasil y España”, comentó.

Las graderías estaban llenas con turistas nacionales y extranjeros. Entre el público se destacaron las delegaciones de Argentina, Perú y algunos países europeos, como España.

Como manda la tradición, los bailarines llegaron de rodillas al templo de San Ildefonso en agradecimiento a las bendiciones recibidas de la Virgen.

Declaración de patrimonio ante UNESCO

Esta gestión Quillacollo ha iniciado el trabajo de documentación escrita, fotográfica y documental de la festividad de la Virgen de Urkupiña, para que sea declarada Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco. Un grupo de profesionales ya está trabajando desde la semana pasada y continuará durante este mes. Toda esta documentación será entregada a fin de año al Ministerio de Culturas y éste a su vez la entregará a la Unesco.

El director de Cultura de Quillacollo, Edgar Vargas, afirmó que si todo marcha dentro de lo esperado el 2016 la festividad de Urkupiña podría ser declarada Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.



LA FESTIVIDAD CAUTIVÓ AL PÚBLICO

“Me dijeron que era espectacular”

El cónsul general del Perú, Teobaldo Reátegui San Martín, participó por primera vez de la Entrada Folklórica de la Virgen de Urkupiña.

“Es la primera vez que estoy acá, me habían dicho que era espectacular, pero ahora que estoy aquí puedo ver y verificar que es una belleza. Nosotros, como países hermanos, tenemos una cultura similar y hermosa”. Reátegui sacó fotos y bailó con los ritmos nacionales. “Participe el año pasado del Calvario y ahora de la entrada”, dijo el diplomático que fue uno de los invitados al Palco Oficial.

“Es la primera vez que vengo”

Otro de los invitados especiales de la entrada de fue el gobernador de La Paz, César Cocarico, que afirmó que es la primera vez que asistía a la Entrada Folklórica de la festividad de Urkupiña. “Es la primera vez que estoy aquí y me parece muy lindo, se parece a la Entrada del Gran Poder en La Paz y a la del Carnaval de Oruro. Estoy muy contento de participar de este colorido de tradiciones bolivianas. Hemos disfrutado de la valluneada y el salay que son propios de los valles cochabambinos y tenemos que apoyar nuestra cultura”, afirmó.

“Bailarines vienen de otros países”

El presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña (Affvu), René Valdez, informó que de los 40.000 bailarines que participan de esta entrada, unos 3.000 llegan de otros países exclusivamente para cumplir sus promesas a la Virgen de Urkupiña.

“En su mayoría se trata de bolivianos que radican en países como Argentina, España y Estados Unidos. Pero, también hay extranjeros en su mayoría argentinos que llegan con estas delegaciones y bailan para la Virgen”, explicó el representante.

“Bailo seis años por fe a la Virgen”

Norman Andia integrante de la fraternidad Juventud Mallkus Perdidos de Urkupiña contó que participa hace más de seis años de la entrada por fe y devoción a la Virgen. La fraternidad tiene más de 100 integrantes que reviven el baile de los incas.

“Tenemos que valorar nuestra cultura, yo bailo seis años seguidos”, dijo Andia. Afirmó que el valor de su traje es incalculable debido a que cada año va incrementando sus detalles. “Tenemos monedas y cucharas de plata y llevamos detalles tejidos a mano”, explicó.

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