Se trata de una valoración de los bailes del oriente boliviano, que, más allá del sentimiento o del discurso, el Concejo Municipal llevó a la práctica con la asignación de espacios propios, las dos ‘precas’, que ya se hicieron y el corso, del domingo 5 de febrero en la doble vía a La Guardia.
Así, la danza del oriente dejó de ser un relleno de las tradicionales precarnavaleras de comparsas y del corso grande, pues la institución de sus nuevos espacios de participación mediante el mandato de la Ordenanza de Carnaval permite mostrar la verdadera dimensión de la riqueza de este patrimonio cultural y su diversidad, así como la práctica masiva de niños y jóvenes.
La medida, apoyada por el Concejo, fue gestada por la Asociación de Grupos Folclóricos de Santa Cruz (Agfocruz) que en los últimos años nació y creció hasta sumar hoy 52 elencos y cinco mil bailarines. Ellos son protagonistas del nuevo gran hecho cultural.
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