Bailarines y músicos describen los amores y desamores de un ch’uta.
“Para ser un compositor del ritmo ch’uta, se debe bailarlo; sólo así se puede hacer un buen tema”, confiesa Víctor Quispe, uno de los 20 autores paceños, quien, inspirado en el personaje del Carnaval Paceño, retrata las aventuras del “ch’uta cholero” y las actividades de la fiesta en sus composiciones.
A decir de Javier Escalier, presidente de la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño, el ritmo del ch’uta es el marco musical de todo el Carnaval, y por ende, desde hace 10 años, grupos folclóricos interpretan, casi siempre, una o dos piezas en este ritmo.
Escalier señala que las composiciones pueden detallar las actividades del Carnaval y describir los sentimientos de amor del personaje. Ése es el caso de Quispe, quien compuso el Ch’uta ch’ukuta, cuya letra dice: Qué culpa tengo yo de ser liso chu'ta ch’ukuta/ qué culpa tengo yo si esa guapa y linda cholita/ (...)por eso me llaman ch'uta cholero/ Fiesta, cohetillo, un wistuvida, por eso me llaman ch’uta cholero, rebelde, intocable, fama y celoso.
Quispe, bailarín de la comparsa Ch’utas de Antaño, hace referencia a Héctor Quisberth, el “Chasqui”, como uno de los compositores que hablan sobre el amor y el desamor del ch’uta. A diferencia del “Chasqui”, Quispe dice que hace énfasis en las actividades del Carnaval, como la elección de los personajes y reinas. Aunque no deja de lado el describir al personaje como cholero, celoso y coqueto, que se mofa de todos mediante la sátira. El personaje, una vez que lleva la máscara, se transforma para abrir su lado oculto.
Compositores. Escalier destaca que en las comparsas hay bailarines que componen temas para éstas. Ése es el caso de Mateo Callisaya, presidente de la comparsa Aljiris, y Ramiro Lazo, integrante de la comparsa Renacer y sus Palomitas Blancas. “Si bien no son conocidas, las letras son coreadas en sus grupos”.
Al respecto, Quispe indica que su canción Ch’uta ch’ukuta fue grabado por Hiru Hicho; Ch’uta piropeador, por Sapahaqui, y Ch'uta patrimonial, por Markaja. El compositor considera que en la actualidad existen agrupaciones que interpretan temas que no tienen la melodía particular que caracteriza al ritmo de ch’uta y que más bien se asemeja a un huayño.
Este criterio es compartido por Róger Soria, integrante del conjunto Hiru Hicho, quien dice que algunos grupos componen piezas con temáticas que “dejan mucho que desear. Deben transmitir conceptos, decir algo”.
Advierte que el contenido de la letra de una composición debe ser jocoso, por ejemplo, “cómo mueve su colita la cholita”. Añade que también debe haber poesía amorosa.
Para Soria, también compositor del ritmo de ch’uta, es importante expresar y transmitir el sentir del aymara. “Prácticamente son vivencias”, sostiene el músico.
“Hace 15 años se lo cantaba en aymara. Con la globalización, el ritmo del ch'uta se lo baila incluso en discotecas y a futuro será universalizado igual que la morenada”.
Róger Soria / GRUPO HIRU HICHO
5 Es el número de composiciones que escribió Víctor Quispe, de 44 años.
“Cuando me pongo la máscara de ch'uta, sale a relucir el otro personaje picaresco, jocoso, satírico; sale el lado oculto”.
Víctor Quispe / COMPOSITOR
LA PICARDíA DEL CH’UTA TAMBIÉN SE refleja EN LOS NOMBRES DE las COMPARSAS. De acuerdo con el compositor Víctor Quispe, la picardía del carnaval de ch'utas se muestra incluso en los nombres particulares de las comparsas, como los Graciosos, Los choleros, Los coquetos, Los celosos, Los súper papis o Los wistuvidas. Los bloques de cholitas deben ser identificados de la misma forma; por ejemplo, Las joyitas, Mamacitas cero kilómetros y Palomitas blancas.
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