17 de febrero de 2012

En la XIX versión de la Anata Andina Pueblos originarios agradecieron a la madre tierra por la producción agrícola

Los pueblos originarios a través de distintas danzas autóctonas agradecieron ayer a la madre tierra (Pachamama) por la producción agrícola, durante la XIX entrada de la Anata Andina que se realizó en la Capital del Folklore de Bolivia, con motivo del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Desde muy temprano los danzarines, autoridades originarias y dirigentes de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Oruro (Fsutco) se reunieron en la avenida 6 de Agosto y Aroma para hacer un pequeño ritual a la Pachamama y pedir permiso para comenzar la entrada. Participaron más de un centenar de conjuntos autóctonos.

Posteriormente, la comitiva inició su camino encabezada por el ex ejecutivo de la Fsutco, Severino Sipe y el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS), Isaac Ávalos. Posteriormente, siguieron los conjuntos autóctonos de las 16 provincias del departamento de Oruro.

Cuando llegaron a la Plaza 10 de Febrero, la alcaldesa Municipal recibió a la comitiva y ésta le invitó a participar del resto del recorrido, hasta llegar a la Avenida Cívica, donde fue el escenario central del acontecimiento y donde los danzarines efectuaron rituales y realizaron sus demostraciones coreográficas.

Al ritmo de tarqueadas, pinquilladas, moseñadas, lichiguayos y otros ritmos de tierra adentro, los campesinos cautivaron al público con sus vestimentas y danzas contagiosas, que causaron expectativa no sólo entre el público local, sino también entre los visitantes que siguieron de cerca a cada una de las agrupaciones.

Los turistas no perdieron la oportunidad de sacar fotografías y llevarse un recuerdo de un espectáculo, quizás nunca visto por sus ojos.

Mientras que en los conjuntos autóctonos desde los niños se encargaron de ejecutar cada una de las danzas, e iban, en algunos casos, acompañados por crías de llamas.

Los hombres y mujeres se encargaron de vestir con indumentaria típica de su región. Predominó la bayeta de la tierra en la vestimenta, los danzantes también lucieron en su ropa algunos motivos andinos, animales silvestres disecados y fruta típica de su zona.

Los instrumentos nativos con melodías dulces contagiaron la alegría del tiempo del jallupacha (lluvia). El clima acompañó el acontecimiento, ya que si bien estuvo nuboso, no llovió.

La entrada se extendió por más de 15 horas y los danzarines continuaron expresando su agradecimiento a la madre tierra, una vez que concluyeron su participación por la ruta del Carnaval, que tiene una extensión de más de cuatro kilómetros.

ALCALDESA

La alcaldesa Municipal, Rossío Pimentel, manifestó durante la entrada, que hicieron un saludo protocolar, como primera autoridad de la ciudad, a los danzarines que llegaron de distintas comunidades del departamento de Oruro.

"Estamos ejerciendo una suerte de patronato que tiene la Alcaldía en todo el Carnaval, pues estamos presentando al pueblo de Oruro y les estamos diciendo bienvenidos a Oruro a nuestros compañeros originarios y estamos celebrando la cultura que se va a mostrar en esta jornada, el Carnaval ya ha empezado y ésta manifestación hoy más que nunca está más grande en número, hay gente del interior y nos han pedido que los acompañemos", explicó.

NEGATIVO

La parte negativa de la entrada fue el excesivo consumo de bebidas alcohólicas de una buena parte de los danzarines y las calles fueron utilizadas como baños públicos.

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