2 de marzo de 2017

Sucre Un comparsero gasta Bs 1.000 por saltar tres días en Carnaval




El cálculo sirve para un comparsero adulto y socio de una comparsa que sale a las calles durante tres días en Carnaval. De ese monto, Bs 750 son para la banda de música, Bs 150 para la polera y Bs 100 para el corto. No incluye bebida, comida y otros gastos extras. Un músico gana mínimamente Bs 60 por hora.

Un comparsero adulto, socio de una comparsa, que sale a saltar los tres días de Carnaval, gasta un mínimo de 1.000 bolivianos en banda, polera y corto. De ese monto se destinan Bs 750 para la banda, Bs 150 para la polera, Bs 100 para el corto y una gorra. Es en las bandas musicales donde más recursos económicos gastan las comparsas: una puede llegar a cobrar hasta Bs 75.000 por los tres días de la fiesta del Rey Momo.

CAPITALES desarrolló una investigación en la que indagó entre varias comparsas locales sobre los gastos que realizan durante los días de Carnaval.

Uno de los entrevistados, el gestor cultural y responsable de Eventos Culturales del Gobierno Municipal de Sucre hasta 2016, Ricardo Serrudo, dijo que en las comparsas hay una hermenéutica diferente para los socios y para los fraternos o participantes, como también se les llama. Los socios gastan más y los fraternos, menos.

Los socios se reúnen para determinar el monto global de la cuota, que puede ser, por ejemplo, desde Bs 1.000 hasta más de Bs 3.500 por los tres días de Carnaval.

Los fraternos no pagan una cuota entera sino que, para ellos, el gasto es diario y puede oscilar entre 100 y 600 bolivianos por día. Todo depende de la fraternidad.

Los montos señalados no incluyen los gastos por comida, bebida, sándwiches, cigarrillos, máscaras, serpentinas, espumas y globos; todos, productos de consumo habitual en esta fiesta y que corren por cuenta de cada uno. “Cada fraternidad tiene su propia dinamicidad, es todo un popurrí, cada una genera gastos muy diferentes”, explica Serrudo.

Así, mientras un comparsero adulto que es socio de la comparsa Los Estrellados y saldrá a las calles los tres días de Carnaval, gastará 1.000 bolivianos por banda, polera, corto y gorra. En cambio los fraternos pagarán Bs 200 solo para bailar (no incluye polera ni corto).

Respecto a las comparsas integradas por exalumnos de colegios (que salen un solo día), cada uno pagará entre 10 y 25 bolivianos. Para los casos de comparsas cuya banda tiene alrededor de 50 integrantes, los jóvenes tendrán que gastar entre 40 y 50 bolivianos, sin contar las poleras y los cortos que suman, en el cálculo de Serrudo, entre 120 y 150 bolivianos.

Bandas

De acuerdo con el arancel de la Asociación Única de Bandas Profesionales de Música de Chuquisaca (AUBAPROM-CH), que hasta ayer tenía 26 asociadas, un músico gana mínimamente Bs 60 por hora.

Los representantes explican a CAPITALES que hay músicos de primera, de segunda y de tercera. Los de primera cobran el monto completo, en tanto que los de segunda y de tercera entregan un porcentaje a la banda.

En la asociación revelaron que hace poco una prestigiosa banda, con 55 músicos, cerró contrato por 65.000 bolivianos por los tres días de Carnaval. Este suplemento supo que otra banda firmó por Bs 75.000.

Aparte de las ruidosas bandas musicales compuestas por instrumentos de viento metal están los grupos de sikuris, más autóctonos, que tienen otro sistema de trabajo.

Sus integrantes por lo general llegan de los distritos del área rural de Sucre y a veces son agrupaciones íntegramente comunitarias. Se apuestan por la zona de Surapata o en un sector de la avenida Hernando Siles. Un grupo de 15 músicos cobra entre 400 y 500 bolivianos por hora.

Comida

Sabido es que la variada gastronomía carnavalera en Sucre. Pero lo típico se concentra en el sándwich de palta, el saice y el soltero, aunque en los últimos años se introdujeron otros platos como la parrillada y el asado de chancho, entre otros.

Hay personas particulares que cocinan atendiendo pedidos especiales de instituciones públicas y privadas o de comparsas. Cobran entre 20 y 50 bolivianos por plato.

Trajes

Para el Carnaval de Antaño —en el que ingresaron casi 40 comparsas— hubo quienes se hicieron confeccionar sus propios trajes y otros que los fletaron. Algunas pocas, se prestaron de quienes guardan estas prendas como un tesoro familiar.

La propietaria de fletes Incallajta, Carol Cuenca, explica a CAPITALES que el flete de un traje para chola adulta chuquisaqueña cuesta Bs 45 y uno nuevo Bs 350. Para niña, Bs 25 y nuevo Bs 250. Para los varones, el flete del chaleco y el sombrero tiene un costo de Bs 15.

El flete de vestidos de damas antiguas oscila entre 45 y 60 bolivianos. Los precios varían poco o nada de una tienda a otra.

De todos modos, los gastos no acaban en esta lista. Además de las bebidas (VER RECUADRO DE LA PÁGINA 4), hay varios más, lo que convierte a esta fiesta de la alegría —y, a veces, de los excesos— en un motivo más de dolor de cabeza en materia económica.

Ni una sola empresa registrada para vender leche de tigre

Durante el Carnaval, los bolivianos acostumbran consumir una variedad de bebidas, como chicha, cóctel de tumbo, cerveza o incluso whisky. Sin embargo, en Sucre la tradición es beber la leche de tigre, un preparado artesanal que se comercializa en botellas, cuya venta se realiza mediante el comercio “hormiga” y forma parte de la actividad económica informal.

Eso significa que los vendedores de leche de tigre no pagan impuestos ni servicios y tampoco generan empleos. Es una vieja práctica que algunas familias activan únicamente para la fiesta del Carnaval, generalmente distribuyendo su producto en instituciones públicas y privadas.

Según información proporcionada a CAPITALES desde la Cámara de Industria y Comercio (CAINCO) Chuquisaca y la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa), no hay ni una sola micro o pequeña empresa registrada que elabore leche de tigre.

Circulan a la venta botellas con marca y otras sin ella; los precios oscilan entre Bs 15 (sin ninguna garantía) y Bs 60. Sin embargo, el precio más común es el de Bs 25. En los supermercados se comercializa a Bs 35.

Sonia Ríos es una artesana que elabora leche de tigre desde hace 12 años, pero, ella aclara que solo prepara 150 botellas para sus clientes. Las vende a Bs 20 cada una.

Rodrigo Antequera proviene de una familia que prepara esta bebida desde hace décadas. Dice que en esta época pone a la venta 1.100 botellas de leche de tigre, cada una a Bs 20. “Somos unas 50 personas en mi familia y todos preparan leche de tigre para vender en el Carnaval”, detalla.

Mientras algunos comercializan este producto blanco, dulce y semiespeso en el circuito que suelen recorrer las comparsas, sobre todo por el centro de la ciudad, otros venden en sus propias casas.

Como la venta de bebidas alcohólicas está prohibida, la leche de tigre seguramente se comercializará de forma clandestina. A no ser que el expendio se produzca libremente y las autoridades se hagan de la vista gorda.



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