Los cascabeles de los caporales San Simón suenan en 34 ciudades del mundo donde la fraternidad cochabambina ha llevado el baile boliviano para promocionarlo y cumplir con el deseo de los migrantes que disfrutan de su folclore.
23 años después de su fundación en la Llajta surgió la inquietud de formar la primera filial en el extranjero que se constituyó en el Estado de Virginia, en Estados Unidos.
La migración de bolivianos al país del norte que añoraban las fiestas de Carnaval y religiosas donde los caporales hacen gala de su baile fue lo que motivó a los danzarines a realizar presentaciones en Miami y Washington.
Luego, vieron por conveniente armar una fraternidad para bailar en las fiestas de la comunidad latinoamericana u otros acontecimientos organizados por los bolivianos.
Muy pronto, otras comunidades de migrantes comenzaron a replicar la iniciativa de los danzarines en Virginia y hoy en día los caporales San Simón están en New Jersey, California, New England Rhode Island (EEUU), Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla, Bilbao (España), Londres (Gran Bretaña), Milán (Italia), Buenos Aires, Mendoza (Argentina), San Pablo (Brasil), Lima (Perú), Calama, Tacna (Chile) y Quito (Ecuador) entre otros.
La última filial que se constituyó hace siete meses en Ecuador con tan solo cinco personas.
El secretario General de Caporales San Simón en Cochabamba, Andrés Palacios, señaló que hay alrededor de 3 mil bailarines de la fraternidad en todo el mundo. De estos 1.500 están en Bolivia. Las filiales más grandes, además del país de origen, son las de Virginia (Estados Unidos) con aproximadamente 350 personas y Sao Paulo con más de 250. En este último país y en Argentina las comunidades han logrado también conformar bandas que son las que amenizan el baile. En el resto de los países se utiliza un equipo de amplificación.
El caso de la filial de Suecia es especial, pues es una de las organizaciones que tiene más extranjeros.
El encanto del baile del caporal los cautivó y es una de las comunidades que cada vez suma más miembros.
Las filiales que en un principio fueron creadas para disfrutar del folclore boliviano en el exterior ahora también son una oportunidad para que compatriotas y extranjeros puedan visitar el país.
Aprovechando los feriados de Carnaval, muchos de los miembros de estas comunidades retornan a Bolivia para participar de la Entrada de Oruro y el Corso de Corsos. Son casi un centenar los fraternos que se suman al bloque de Cochabamba que tiene alrededor de 300 danzarines.
Los cochabambinos reciben a los danzarines en sus casas y hacen de guías turísticos de los extranjeros que bailan en estos departamentos.
“Lo lindo de las filiales es que han logrado unir a bolivianos y extranjeros que tienen la pasión por el folclore. Hay un cariñó mutuo”.
Palacios indicó que el lazo entre los danzarines en el exterior también ha abierto las puertas para que los caporales cochabambinos puedan salir a bailar afuera.
Todos los años, los danzarines interesados en participar en actividades en el extranjero se presentan en concursos, entradas religiosas y culturales, pero todos los gastos corren por cuenta propia.
Para acoger a los bolivianos que residen en el extranjero, la filial de Cochabamba tiene como objetivo, a mediano plazo, la construcción de una sede que cuente con servicio de hospedaje.
¿CÓMO FORMAR UNA FILIAL? Según el secretario general de la fraternidad una filial se puede conformar con la iniciativa de una sola persona que quiera bailar. Sin embargo, esta persona tiene que conocer los pasos básicos de la danza para poder formar una coreografía.
Para ello debe ponerse en contacto con la fraternidad en Cochabamba y tener el permiso que le permita usar el nombre de la agrupación.
El grupo se puede formar básicamente con tropa de chicos o chicas jóvenes y adultos, pero también hay la posibilidad de incorporar a niños.
En la mayoría de las filiales grandes se forma filas de machas, juchuy’s, ch’ilas, jach’as y ñustas.
Datos
38 años
La fraternidad caporales San Simón tiene 38 años. Fue fundada el 22 de noviembre de 1978.
Primera filial
La primera filial fue conformada en Virginia, Estados Unidos, hace 23 años. Hoy en día es una agrupación tan grande como la de Cochabamba que tiene aproximadamente 350 miembros.
Permisos
Para formar una filial en el exterior, los interesados deben pedir autorización a la sede que es Cochabamba.
Un requisito indispensable es saber las coreografías de la danza.
Una filial se puede conformar, inclusive, con una sola persona.
Los trajes son envíados desde Bolivia
Conformar una fraternidad en el extranjero requiere no solamente de actitud, simpatía y destreza para bailar, sino también de planificación para que todo salga impecable.
Detrás de las presentaciones que tienen las filiales extranjeras hay todo un movimiento de artesanos que coordina la elaboración de trajes desde Bolivia, informó el secretario general de caporales San Simón en Cochabamba, Andrés Palacios.
Cuando un boliviano o extranjero decide participar en la fraternidad debe estar dispuesto a importar su traje desde Bolivia.
Las filiales son las encargadas de tomar las medidas a los bailarines y escoger los trajes que se usarán cada año.
Los pedidos son enviados al país y pueden tardar hasta tres meses en ser elaborados por costureras y artesanos especialmente cochabambinos.
PASOS Los pasos y coreografías que cada año son innovados por los guías también son enseñados a los bailarines en el exterior. Palacios dijo que para esto se les mandan videos e instrucciones a los encargados en el exterior.
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