16 de agosto de 2011

Los músicos demostraron sus mejores coreografías


La música folklórica que caracteriza al país fue interpretada al ritmo de trompetas, bombos, tambores y platillos por las bandas que acompañan a los danzarines en la fiesta patronal de Quillacollo.

La cantidad de integrantes determinó que algunas fraternidades se presentaran incluso con dos bandas. Varias de ellas arribaron desde las ciudades de Oruro y La Paz, cuyas particularidades son el esplendor, la indumentaria y los cánticos dedicados a la festividad. La novedad en algunas bandas fue la presencia de mujeres platilleras que presidian las agrupaciones animando al público con su cadencia.

Otros grupos folklóricos como el Pujllay optaron por presentarse con la música de sus propios instrumentos como tarkas, bombos y pututus, que caracterizan a esta danza chuquisaqueña.

La chapaqueada Chaco y Danza bailó con la música en vivo de cantantes chaqueños de renombre invitados para la ocasión.

EL PALCO OFICIAL fue ocupado por algunas autoridades de Gobierno, como el Viceministro de Turismo, por funcionarios de la Gobernación y del municipio de Quillacollo, entre los que destacan el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, la secretaria de Desarrollo Humano, concejales municipales y la alcaldesa de Quillacollo, Carla Lorena Pinto, quien a tiempo de dar la bienvenida a los visitantes manifestó su deseo de que “la festividad de la Virgen de Urkupiña integre en la fe a Latinoamérica y al país”, considerando la fiesta “todo un éxito”.

INTEGRACIÓN Esta festividad es reconocida como la “Fiesta de la Integración Nacional” porque cada año aglutina a más de un millón de visitantes que aprovechan estas fechas para reunirse en familia y compartir momentos agradables disfrutando de la festividad de Urkupiña.

Los peregrinos llegan de distintas partes de Bolivia y del exterior atraídos por la riqueza folklórica, que se manifiesta en la fiesta más representativa del departamento de Cochabamba.

La presencia de turistas norteamericanos, europeos, sudamericanos y de otras regiones del mundo, que aprecian el valor cultural y turístico de Bolivia, realza la fiesta patronal.

Los residentes bolivianos que radican en el extranjero no se olvidan de agradecer a la Virgen “los bienes que les concedió”. Es el caso de la señora Delia Rioja que vino con toda su familia desde España, “Tengo mucha fe en la mamita y vine de siete años para agradecerle por la familia y los bienes que me ha dado”, manifestó la devota.

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