25 de febrero de 2011

La crisis económica golpeó a los “compadres” chapacos

El efecto provocado por el incremento en el precio de los productos alimenticios y otros elementos hizo que el costo de la tradicional canasta para la fiesta de los compadres, en la ciudad de Tarija, también se eleve.

“Este año, la canasta más grande y completa está a 150 bolivianos. Una igual, el año pasado costaba 100”, dijo Carmen Zenteno, quien desde hace casi diez años vende la canasta para los compadres en la feria que se instala en la calle Sucre, en inmediaciones del mercado Central.

La vendedora indicó que no le restó ningún producto a las canastas, pero que están más caras que en años anteriores, porque ahora, dijo, subieron los costos de todos los productos.

Alza del azúcar

En las canastas no puede faltar la tradicional torta que está empapada de azúcar, cuyo precio fue uno de los más elevados por el requerimiento de la población. “Hay tortas de todo precio”, indica Josefa Gallardo, que vende desde hace 30 años.

Ella indicó que cada año sube el precio de las tortas, pero que ahora es más notorio ese incremento. Ese producto elaborado a base de harina, huevo, leche, pero principalmente azúcar, y ahora cuesta entre cinco y 80 bolivianos, dependiendo del tamaño. Estos precios, en comparación del pasado año aumentaron entre uno y diez bolivianos.

“Las tortas de cinco bolivianos ya no son del mismo tamaño, y las que costaban antes a 50, ahora están a 60”, indicó una compradora que se apostaba a adquirir una canasta en la feria.

Las canastas más grandes, que cuestan 100 ó 150 bolivianos, contienen fruta de la época, durazno, uva e higo; además de ají, tomate, pepino, zapallos, pimiento; dulces, masitas, flores como las pascuas, dalias, y la fragancia de la albahaca.

Todos esos productos van adornados con globos, banderines multicolores, serpentina, un envase de chicha, cerveza, vino y la torta más grande.

Las canastas que cuestan 20 ó 30 bolivianos, que además son las que más se comercializan, porque las personas no tienen mucho dinero, según Bethy, otra vendedora en la feria; contienen casi los mismos productos anteriormente mencionados, pero en menor cantidad y sin la chicha, la la cerveza ni el vino.

Los dulces como “los gallitos” y confites, que son elaborados a base de azúcar, también subieron de precio. “Los gallitos” costaban en 2010, tres unidades a un boliviano, ahora sólo son dos por ese precio. Las “bolsitas” de confite ya no contienen la misma cantidad que en pasados años, aunque tienen el mismo precio.

La lluvia dispersó a la gente

Pero la crisis también se observó en las calles. Durante los dos últimos años los compadres solían reunirse en la plaza Luis de Fuentes para celebrar su amistad, la jornada de ayer sólo un grupo reducido, de no más de 50 personas, se reunió en ese punto. Similar situación se observó en el Campo de los Compadres.

La gente atribuyó a ese hecho a que durante la tarde se registró una persistente lluvia.

hice dos ollas de picante de pollo, ya van a ser las dos y no vendí ni la mitad de una olla. No hay gente”, dijo doña María, mientras batía la comida que cocinó y ofrecía el plato a 12 bolivianos.

En cuento a los precios, la comida se incrementó entre dos y cinco bolivianos. El planto de asado de chancho, que anteriormente se vendía en 20 bolivianos, ahora estaba en 25 e incluso 30 bolivianos. Mientras que el chancho a la cruz costaba 35 bolivianos.

El picante de pollo se encontraba entre 12 y 15 bolivianos, mientras que el año pasado el costo era de 10. Hasta las comidas rápidas subieron de precio, una hamburguesa o un choripán costaba seis bolivianos, un peso más que en 2010.

Las autoridades también sintieron la “crisis de compadres”. Y es que en años anteriores, las principales autoridades se veían abarrotadas de tortas de compadres y presentes de sus seguidores. Las canas repletas de uvas y duraznos, vinos y hasta corderos o lechoncitos, hacían filas en las puertas de la Alcaldía y la Gobernación.

Este año fue diferente, el alcalde Oscar Montes, por ejemplo, sólo recibió cerca de 25 canastas de compadres, mientras que el año pasado los presentes sobrepasaron los 50.

Las autoridades sufren las consecuencias
# Presentes En años anteriores, las canastas repletas de uvas y duraznos, vinos y hasta corderos o lechoncitos hacían filas en las puertas de la Alcaldía y la Gobernación, para ser entregadas como regalo a las principales autoridades.


# A la mitad Este año, el alcalde Óscar Montes, por ejemplo, sólo recibió cerca de 25 canastas de compadres, mientras que el año pasado los presentes de sus seguidores sobrepasaron el medio centenar de canastas.

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