16 de julio de 2014

Hubo derroche de fe y cerveza en Entrada alteña del Carmen

"Yo bailo por fe y devoción a la Mamita del Carmen”, dijo Cristina Loar, de 31 años, fraterna de la Poderosa Morenada Unión Talleres. Ella es una de las devotas de la Festividad de la Virgen del Carmen, que se desarrolló ayer en la zona 16 de Julio de El Alto.
Con una misa en Río Seco y el desfile de pasantes y autoridades comenzó ayer la fiesta a las 8:00. A las 10:00, la avenida Juan Pablo II ya se encontraba llena de espectadores que, sentados en graderías armadas, disfrutaban del sol. Cientos de comerciantes ofrecían desde paraguas, periódicos, ropa, hasta toda clase de alimentos; pero el negocio más exitoso era el de la cerveza.
Puestos instalados a cada paso vendían cerveza y eran muchos los bailarines que acompañaban su coreografía con una lata. "Es para aguantar el baile y el calor”, justificaba un "aguatero” que se encargaba de repartir la bebida entre los bailarines.

"Ésta es mi primera vez”, contó Carla Cortez, de 42 años, mientras seguía los pasos de la danza de la Comunidad Qamasa Sicuris de Italaque. Relató que no gastó mucho en su traje, "unos 100 pesos” y a su alrededor bailarines de morenada lucían elegantes trajes y costosas joyas.
Rodrigo Mamani, pasante 2014 de la Morenada Verdaderos Kory Chuymas, no quiere hablar del gasto que implica organizar la fiesta para su fraternidad. "La Virgencita nos bendice y no tenemos que hablar de dinero”, advierte en un descanso.
Quien sí habla de costos es Virginia López, de la Morenada Juventud. Su traje le costó 3.000 bolivianos , incluyendo las joyas. Dice que pudo haberlo fletado.
"Pero es mejor tener todo comprado para que realmente se cumpla la petición que le hice a la Virgen del Carmen”, repite convencida y añade que aún no termina de pagar su flamante atavío con el cual bailó ayer.

Hacia mediodía, los espectadores disfrutaban en pleno del colorido de los trajes y de las coreografías de 51 fraternidades que se dieron cita en la festividad folklórica más importante de la ciudad de El Alto. Maydenn Flores, de profesión abogada, llevó a su hijo de tres años a ver el espectáculo folklórico. "Estuve sentada esperando a las comparsas desde las 8:00”, contó.
Mientras fraternidades de moseñadas, quena quena, kantus, caporales, sicuris, sayas, llameradas y tinkus hacían su paso por la vía principal de la Entrada, 30 jóvenes brigadistas recorrían por la ruta difundiendo mensajes y concienciando a la población sobre la recolección de residuos sólidos.

"Recogeremos unas 60 toneladas de basura hoy (ayer)” aseguró Sara Choqueilaya, encargada del Complejo Socioeducativo de la Empresa Municipal de Aseo de El Alto, quien organizaba las brigadas. Sara y otros jóvenes repartían bolsas de basura a las comideras y a los vendedores de cerveza, aunque la vía ya estaba llena de envases vacíos.

Choqueilaya aseguró que existe la propuesta de que en futuras entradas los bailarines usen trajes reciclados para así cuidar el medio ambiente.
El paso de los bailarines se extendió hasta entrada la tarde. Después, las fraternidades se reunieron en sus locales para continuar con la recepción social. Se prevé que hoy, la fiesta en honor a la Virgen del Carmen continúe en varias zonas de la ciudad de El Alto.

Trajes cuestan de Bs 300 a 3.000
"Sólo el flete de mi traje me costó 1.500 bolivianos” contó Mónica Aguirre. Ella -con toda su familia- baila en la Poderosa Morenada Unión Talleres en la Entrada de la Virgen del Carmen de la ciudad de El Alto.
Fe, devoción y dinero es lo que deben tener los danzarines de esta festividad. Para bailar compran o fletan sus trajes. Se suman también sus accesorios como joyas, que requieren una erogación económica significativa.
El costo de los trajes varía de acuerdo con cada fraternidad. Comprar uno nuevo puede costar hasta 3.000 bolivianos en danzas pesadas. Si el atavío se fleta, la inversión mínima es de 30 bolivianos por día.
"A mí me costó el flete de mi traje 30 bolivianos” mencionó Ángel Quiroz, quien baila en los Negritos del colegio San Simón de Ayacucho, filial El Alto.
Soledad Pachi pertenece a la misma fraternidad. A ella el flete le costó 80 bolivianos y asegura que el monto no importa cuando se trata de la fe. "Yo bailo para la Mamita y no importa si hay que hacer gastos”.

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