El Pujllay de Tarabuco es una fiesta que celebra dos acontecimientos: uno histórico, la victoria de los indígenas yamparas sobre un batallón español el 12 de marzo de 1816; y otro natural, el agradecimiento a la Pachamama por los productos del ciclo agrícola, que culmina después de las fiestas de Carnaval.
Este año, el presidente Evo Morales como pasante (preste) encabezará la festividad en la población de Tarabuco, que como todos los años en el mes de marzo se llenará de colores con los bailarines indígenas que llegan desde todas las comunidades yamparas.
Con sus instrumentos de viento y con sus ojotas de plataforma de madera con espuelas de hierro, los indígenas marcan el ritmo de una melodía marcial que recuerda a los valientes, dirigidos por Carrillo y Calizaya, que se comieron los corazones de los españoles vencidos en Jumbate, una localidad situada a cinco kilómetros de la comunidad yampara.
La tradición cuenta que el grupo de yamparas guerreros esperó en la cañada de Jumbate a los españoles, quienes al percibir a los indígenas rebeldes abrieron fuego contra los pochos multicolores. La sorpresa para los realistas fue que ninguno cayó ni se tiñeron los ponchos de sangre. Los indígenas habían disfrazado a unos arbustos con su indumentaria.
Sin recarga y cansados por el vano tiroteo, los españoles fueron atacados por los yamparas, quienes los exterminaron. Una vez muertos, les arrancaron el corazón para comerlo, y se ganaron el apelativo popular que perdura hasta ahora:‘sonk’omikus’ (devoradores de corazones), según el escritor e historiador Claudio Andrade.
La pukara
Una gigantesca pukara, de al menos 15 metros de altura, repleta de productos de la región como papa, maíz, panes, hortalizas e incluso lechones faenados de cabra y cerdo, domina desde las alturas la fiesta del Pujllay, mientras miles de personas se arremolinan para ver la entrada de los indígenas de las comunidades.
Toda la pukara será entregada al alférez, quien recibe la fiesta que debe ser pasada el próximo año. En 2012, la fiesta será entregada por el presidente Evo Morales a un descendiente de los bravos yamparas, el gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu.
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