5 de septiembre de 2012

Los chunchos promesantes de Tarija

La Fiesta Grande de San Roque es una de las más importantes expresiones religiosas de Tarija y cada vez cobra mayor importancia entre los tarijeños y visitantes del interior del país. La jornada comienza con repique de campanas, anunciando la celebración de la misa en enaltecimiento al patrono San Roque. El chuncho promesante es uno de los personajes centrales de la celebración
La misa y procesión del Santo Patrono es el acto principal de esta festividad, la última va acompañada de chunchos, alféreces, tamboreros, quenilleros, cañeros y miles de fieles que escoltan con mucha devoción a San Roque durante cada jornada religiosa. Además de esto una banda de música acompaña la procesión.
San Roque se traslada por las calles acompañado por miles de chunchos al compas de la “flecha”, divisándose ponchillos y pollerines de seda al aire que se mueven airosos, es ya tradición las fotografías que muestran desde lo lejos los turbantes en filas interminables.
El chuncho es un promesante de San Roque que luce un traje muy vistoso de seda, con perlas y oropeles, acompañado de un turbante de plumas. Este personaje danza y canta en todas las procesiones acompañadas al ritmo de la flecha. Se calcula que este año habrá más de tres mil chunchos para el encierro. El 2013 cumplen 150 años de tradición.
San Roque peregrina por todas las iglesias centrales y otros lugares como el Mercado Central, el Hospital General y el Mirador Sagrado Corazón de Jesús. La fiesta de San Roque se centra en la salud que da el patrono. El chuncho es un promesante que hace promesa al santo y la promesa es un compromiso.
Afirma la historia que San Roque fue un franciscano de Francia, que vivió pobremente asistiendo a los leprosos y él mismo murió leproso. El perro que lo acompaña testimonia su situación de aislamiento de la vida de los hombres; él era quien le llevaba comida. La presencia del convento franciscano en Tarija dio razones a esta devoción, testimoniada ya en los tiempos coloniales.
El padre carmelita de San Roque, Garvin Grech hace referencia a la devoción relatando que la trajeron los padres Franciscanos hace más de 400 años, explica que vieron que en la zona del Valle Central y en la zona del Chaco había muchas enfermedades contagiosas por lo que trajeron a este Santo que era invocado como intercesor de las enfermedades como la lepra y la peste.
Cuentan que la iglesia de San Roque era conocida antes como la Loma de San Roque donde los padres franciscanos habían construido una ermita dedicada al santo; la gente le pedía salud para las enfermedades.
Hubo épocas donde las enfermedades fueron más pronunciadas en la sociedad que otras, y en Europa había esta idea de los Lazaretos que eran apartados en poblaciones donde los enfermos eran separados de la sociedad.
Lo mismo sucedió en Tarija entre 1853 y 1858, en esos años se institucionalizó el hospital de leprosos Lazareto, ubicado a 15 kilómetros en la comunidad de Guerraguayco, fue ahí donde se marginó a todos los enfermos de lepra del departamento.
Cuenta la historia que ellos tenían una vida ahí y en temporada de julio, agosto y septiembre no tenían producción por falta de agua y venían al pueblo en busca de alimentos, lo hacían con la cara cubierta y tocando unas cañitas para avisar a la población su llegada. De esta manera los pobladores se entraban a sus casas para no contagiarse y dejaban en el ingreso de sus hogares comida, agua y dulces para los enfermos que pasaban por ahí.
Según el padre Garvin, La palabra chuncho hace referencia al pasado cuando los incas llamaban a los pobladores de las etnias, que vivían en las tierras bajas “Chunchos”. De esta manera los enfermos de Lepra que se cubrían la cara y el cuerpo dieron origen a la Fiesta Grande de Tarija y con ello a los chunchos.
La vestimenta del chuncho
El ponchillo, es la peregrina que usan los peregrinos en Europa, era una característica de éstos y San Roque usaba peregrina también la vestimenta de los chunchos tienen mucha similitud a la vestimenta que usan los tobas, tanto en el turbante con el uso de las plumas y el ponchillo, “hay una conexión de culturas que no se excluyeron pero se unieron; esta es una fiesta que une a la gente”, agregó Grech.
La aljaba la llevan en la espalda como una representación de donde llevaba agua el peregrino, van adornadas con las conchas que significan el bautismo; la flecha es la representación de los palitos que usaban los leprosos para anunciar su llega o también son las flechas que usaban los pueblos originarios.

Opiniones
Ivar Valencia
Ivar Valencia, hace 54 años que es promesante chuncho de San Roque, la promesa la hizo con mucha fe para él es un compromiso voluntario con Dios “como intercesor está nuestro patrono”, afirma. Esta promesa tiene tres pilares fundamentales, Amor con el prójimo; Fe con Dios y compromiso
Roberto Sánchez Reyes
Fue chuncho desde los 12 años, nos relata que en aquellos años para ser chunchos les obligaban a ser bautizados y hacer la primera comunión y la confirmación, los primeros chunchos eran instruidos por Aurelio Arce, luego por su hermano y finalmente por su hijo. Cuenta que antes había dos quenilleros y un tamborilero. Relata que por el año 1957 había unas 40 a 50 parejas, después se fue aumentando, entre los primeros chunchos estuvo Donato Castillo. “Hay chunchos que no tienen la promesa bien firme, no lo hacen con devoción, a veces lo hacen por acompañar al amigo; se deben cumplir todas las reglas”, reveló Sánchez.
Mauro Vargas Mealla
Bailó unos cuarenta y ocho años de chuncho y ahora se dedica a la elaboración del turbante, cuenta que para armar un turbante se necesita de 20 pavos, luego se compra la tinta especial que traen de Oruro y de Cochabamba, se tiñen las plumas y se las deja secar en una canasta para luego peinarlas y armar el turbante. El turbante está adornado con perlas de varios colores y con plumas de pavo seleccionadas, los colores son similares a un arco iris. En la parte frontal desciende un velo que cubre el rostro del promesante ocultando su identidad.

REGLAS PARA SER CHUNCHO
Tiene que ser bautizado
Tiene que haber hecho la primera comunión
Tener mínimamente 10 años
Pagar su inscripción
Tiene que hacer un curso de dos días, sobre lo que es la promesa, e imitar a San Roque
No ingerir comida ni bebidas durante la procesión
No tomar bebidas alcohólicas
No faltar el respeto a las autoridades de disciplina
Los chunchos bailan por promesa, pero cada uno entiende la promesa de una forma diferente; según su crisis existencial, otros dirán que bailan por identidad para ser chapacos pero en su mayoría lo hacen por devoción. “El ser chuncho es un acto de fe, de religiosidad, así que el que quiera ser chuncho piense bien por qué no es un acto cultural. El promesante tiene que imitar a San Roque”, concluyó Grech.

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