22 de febrero de 2010

LA TRADICIONAL ENTRADA SE REALIZÓ A PESAR DEL REINANTE MAL CLIMA DE AYER


No fue la cantidad de gente que se esperaba, debido a la lluvia que cayó durante casi toda la mañana. La Alcaldía repartió 200 raciones de asado de chancho a los invitados, entre ellos la prefecta Savina Cuéllar

Yotala/CORREO DEL SUR

El cielo se unió ayer a la mojazón de despedida del carnaval en la Villa de Yotala. Es que llovió, y de dos formas distintas: la una producida por la naturaleza, y la otra por la gente. Casi nadie se salvó de no resultar mojado. Ese fue el principal "condimento" de la despedida del carnaval de Yotala: con abundante agua, y con exquisita gastronomía y baile incluidos.

No fue la cantidad de gente que se esperaba –según el alcalde de Yotala, Alejando García, asisten más de 15.000 personas todos los años–, debido a la lluvia que cayó durante casi toda la mañana. Y la prueba de ello, es que cerca a las 18:00, todavía había una buena cantidad de asado de chancho, el plato tradicional de Yotala, esperando por los consumidores.

Menos mal, dejó de llover en la tarde, y la entrada tradicional del Carnaval de Yotala 2010 pudo desarrollarse como estaba previsto, aunque con un cielo nublado como acompañante.

Aún así, todo se dispuso como estaba planeado: las vendedoras de asado de chancho se instalaron en las calles, lo mismo que las vendedoras del pan y empanadas tradicionales de Yotala. Y las chicherías pusieron a la venta lo mejor de sus conservas.

INICIO DEL FESTEJO

La Alcaldía se encargó de iniciar el festejo, pasado el medio día, con un suculento asado de chancho. Repartió unas 200 raciones entre sus invitados, entre los que se encontraba la prefecta Savina Cuéllar, a la que ya se le hizo una costumbre asistir al carnaval de Yotala.

Luego ocurrió el ritual que se acostumbra, para pasar a alguien la fiesta. Los de NORSUR, una ONG, se la pasaron a los de PROAGRO, quienes se encargarán del carnaval yotalense del próximo año. Éstos recibieron de sus antecesores, gigantescos roscones de pan y abundante asado de chancho.

Luego, todas las autoridades e invitados especiales dejaron las instalaciones de la Alcaldía de Yotala, para dar inicio a la entrada carnavalera de los yotalenses. Los hicieron acompañados de un grupo de sicuris, conformado por gente del lugar.

También los acompañaron las reinas del carnaval yotalense, Felicidad del Carmen, Reina del Carnaval de Yotola, de 15 años; Mary Lagrava, Reina Cholita, de 20 años, y Keila Celeste Pañaranda, Reina Niñita del carnaval yotalense, de apenas cuatro años.

Ninguno de los integrantes de la "comparsa", integrada por las autoridades e invitados especiales, se salvó de los globazos. El Alcalde, la Prefecta, las reinas y los pasantes, todos recibieron globazos. Peor aún: cuando les tocó subir al palco de honor que se instaló a lado de la Alcaldía, se convirtieron en el blanco principal de la gente, que les lanzó una lluvia de globos con agua, que obligó a utilizar las sillas que estaban en ese lugar, como escudos protectores. "Es el cariño de la gente", se escuchó decir de entre el público.

ENTRADA DEL CARNAVAL

Así, a las 15:30, aproximadamente, inició la entrada del Carnaval de Yotala, con el ingreso de la pandilla Flor de Granadillos, de la comunidad de Thaq’os. Llegaron completamente empapados y repletos de espuma. No les importó: bailaron, cantaron, zapatearon y se dieron el gusto de tener entre sus filas a la prefecta Savina Cuéllar.

Mientras tanto, en la esquina donde está la Iglesia, comenzaba la guerra de globos con agua, que ya es una tradición entre los yotalenses. De una esquina a la otra, se veían volar montones de globos con agua, que pasaban por encima de las pandillas participantes o que las mojaban a su paso.

La batalla fue de todos. En ambos lados se vio a niños, de ocho a diez años, y adultos de hasta 50 años, participando de la guerra de globos con agua.

Muchos recibieron globazos en la cara, y también muchos niños de escasos tres o cinco años. La batalla no se detuvo durante toda la tarde.

Del otro lado, las pandillas y comparsas participantes continuaron su paso. No hubo grandes cosas para ver, pero sí expresiones culturales puras.

Un último dato: unos 80 efectivos policiales se encargaron de brindar seguridad en el Carnaval de Yotala. A ellos también los mojaron.

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