La Capital del Folklore de Bolivia se vistió ayer de gala para presenciar un concierto de lujo sin precedentes, donde 5.5000 músicos aproximadamente interpretaron al unísono canciones del acervo nacional que hicieron vibrar el corazón de propios y extraños, en el IX Festival de Bandas de Música que se efectuó en la Avenida Cívica “Sanjinez Vincenti”, dando inicio a las actividades del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Desde tempranas horas de la mañana el escenario fue colmado por espectadores, que no querían perderse ni una sola canción que sería interpretada en una mañana de sol radiante, que ayudó al desarrollo del programa.
Sin embargo, la espera se hizo más perceptible debido al retraso del invitado especial, que era el presidente Evo Morales, quien llegó a la cita, una hora y cuarenta y cinco minutos tarde. Efectivos policiales abrieron espacio en medio del público para que el vehículo presidencial y de algunos dignatarios de Estado ingrese a la Avenida Cívica, aunque fue recibido en medio de aplausos y silbidos.
Simultáneamente, el maestro Demetrio Choque revivió una escena que se protagonizó el 2 de febrero de 2002, cuando se efectuó por primera vez el concierto. Alzó su batuta y con una señal instó a que todos los músicos levanten al mismo tiempo sus instrumentos de música e interpreten la marcha presidencial, para el recibimiento de Morales.
El ambiente estaba caliente no sólo por el buen tiempo que reinaba en la ciudad, sino también por la expectativa de la ansiada actividad. Momentos después los bolivianos presentes en el escenario expresaron su más profundo sentimiento patriótico, al interpretar en voz en cuello, el Himno Nacional.
El paisaje en ese momento se pintó de rojo, amarillo y verde, porque los espectadores portaban en manos la enseña Tricolor, que la hicieron flamear con todo su amor a la Patria. Al frente de ellos, los músicos lucían elegantes camisas blancas.
LISTOS
Hubo una pequeña pausa, que fue aprovechada por el presidente de la Asociación de Bandas y Músicos Profesionales de Oruro (Abampo), Gonzalo Choque Huanca, que dio la bienvenida al público y emitió una advertencia revolucionaria: “Estaremos listos al llamado del clarín para defender al Estado Plurinacional de Bolivia”.
Luego dio paso para que la ministra de Culturas, Zulma Yugar también se dirija al público, que fue recibida al igual que el Presidente, en medio de aplausos y silbidos.
Prosiguió el concierto con el Himno a Oruro, que fue entonado con mucho fervor cívico, principalmente por los orureños. Nuevamente se propició un paréntesis para la entrega de un presente al mandatario Morales, cuyo nombre estaba inscrito en el programa para inaugurar el festival, sin embargo, no lo hizo pese a la expectativa reinante.
Un grupo de músicos con clarinetes se acomodó al pie del palco oficial para interpretar la obertura titulada “Impresiones Altiplánicas”, que fue acompañada por un solo de wankara ejecutada por un músico que estaba en el sector de los bombos, paulatinamente se unieron los instrumentos de metal en una mezcla perfecta, que fue retribuida con aplausos.
A LA VIRGEN
Posteriormente, fue el turno del maestro Max Choquetijlla, que presidió el concierto, estaba muy bien ataviado al igual que su antecesor, tomó la dirección de la batuta y con un violento movimiento de manos dio la orden para rendirle homenaje a la Virgen del Socavón y los músicos tocaron la plegaria a Vuestros Pies Madre.
Los religiosos que portaban la imagen de la “Patrona de los Mineros” se hicieron esperar en el ingreso debido a la cantidad de público que había, cuando llegaron al palco central, la “Mamita” fue saludada por las autoridades nacionales, departamentales e invitados especiales, quienes se pusieron de pie en señal de respeto, situación que fue elogiado por los creyentes de la Madre de Dios.
VARIEDAD
Pasaron unos cuantos segundos, para que el público explote en júbilo, ya que el siguiente número que se interpretó fue un par de diabladas dedicada a la Diablada Artística Urus, que el 30 de marzo cumplirá sus Bodas de Oro.
Los danzarines de la mencionada institución folklórica, invadieron el escenario custodiado por la Policía, para bailar esa danza que es la identidad del Carnaval de Oruro. Fue matizada con explosiones de petardos, papel picado y humos de colores.
El concierto prosiguió con un par de canciones al ritmo del tinku. Los abuelitos también fueron recordados en el festival cuando los músicos interpretaron una melodía con ritmo de auqui-auqui.
Nuevamente se procedió al cambio de mando en la dirección del maestro musical, esta vez, Aquelino Gerónimo Rafael tomó posesión de la batuta y dirigió la tercera parte de la retreta musical.
Con los primeros sones que salían de los instrumentos de metal, el público se transportó imaginariamente al Oriente boliviano para deleitarse de la melodía compuesta por el orureño Gilberto Rojas “Viva Santa Cruz”, a esa pieza se unió la canción “Trinidad”. El sentimiento de fiesta nuevamente volvió al occidente del país, cuando se interpretaron dos morenadas que fueron dedicadas a la Morenada Mejillones.
Seguidamente, el escenario se vistió con los colores de la Tricolor Nacional, porque los músicos interpretaron el segundo himno de los bolivianos “Viva Mi Patria Bolivia”. Los bolivianos que llegaron del exterior y los mismos habitantes de esta Patria, lloraron al escuchar esos sones, que denotó nostalgia y felicidad.
Pero ahí no acabó ese sentir, porque los más fanáticos del fútbol hicieron relucir su pasión por el equipo de sus amores, San José, al escuchar el huayño “Viva, viva mi San José”, minutos antes había salido del lugar la imagen de la Virgen del Socavón que fue despedida con mucho respeto.
El concierto finalizó con la marcha “La Patria”. A la salida del presidente Morales, los músicos le despidieron con la marcha presidencial.
Al término del concierto, los músicos se reagruparon en sus bandas para participar del concurso que duró hasta altas horas de la noche.
Desde tempranas horas de la mañana el escenario fue colmado por espectadores, que no querían perderse ni una sola canción que sería interpretada en una mañana de sol radiante, que ayudó al desarrollo del programa.
Sin embargo, la espera se hizo más perceptible debido al retraso del invitado especial, que era el presidente Evo Morales, quien llegó a la cita, una hora y cuarenta y cinco minutos tarde. Efectivos policiales abrieron espacio en medio del público para que el vehículo presidencial y de algunos dignatarios de Estado ingrese a la Avenida Cívica, aunque fue recibido en medio de aplausos y silbidos.
Simultáneamente, el maestro Demetrio Choque revivió una escena que se protagonizó el 2 de febrero de 2002, cuando se efectuó por primera vez el concierto. Alzó su batuta y con una señal instó a que todos los músicos levanten al mismo tiempo sus instrumentos de música e interpreten la marcha presidencial, para el recibimiento de Morales.
El ambiente estaba caliente no sólo por el buen tiempo que reinaba en la ciudad, sino también por la expectativa de la ansiada actividad. Momentos después los bolivianos presentes en el escenario expresaron su más profundo sentimiento patriótico, al interpretar en voz en cuello, el Himno Nacional.
El paisaje en ese momento se pintó de rojo, amarillo y verde, porque los espectadores portaban en manos la enseña Tricolor, que la hicieron flamear con todo su amor a la Patria. Al frente de ellos, los músicos lucían elegantes camisas blancas.
LISTOS
Hubo una pequeña pausa, que fue aprovechada por el presidente de la Asociación de Bandas y Músicos Profesionales de Oruro (Abampo), Gonzalo Choque Huanca, que dio la bienvenida al público y emitió una advertencia revolucionaria: “Estaremos listos al llamado del clarín para defender al Estado Plurinacional de Bolivia”.
Luego dio paso para que la ministra de Culturas, Zulma Yugar también se dirija al público, que fue recibida al igual que el Presidente, en medio de aplausos y silbidos.
Prosiguió el concierto con el Himno a Oruro, que fue entonado con mucho fervor cívico, principalmente por los orureños. Nuevamente se propició un paréntesis para la entrega de un presente al mandatario Morales, cuyo nombre estaba inscrito en el programa para inaugurar el festival, sin embargo, no lo hizo pese a la expectativa reinante.
Un grupo de músicos con clarinetes se acomodó al pie del palco oficial para interpretar la obertura titulada “Impresiones Altiplánicas”, que fue acompañada por un solo de wankara ejecutada por un músico que estaba en el sector de los bombos, paulatinamente se unieron los instrumentos de metal en una mezcla perfecta, que fue retribuida con aplausos.
A LA VIRGEN
Posteriormente, fue el turno del maestro Max Choquetijlla, que presidió el concierto, estaba muy bien ataviado al igual que su antecesor, tomó la dirección de la batuta y con un violento movimiento de manos dio la orden para rendirle homenaje a la Virgen del Socavón y los músicos tocaron la plegaria a Vuestros Pies Madre.
Los religiosos que portaban la imagen de la “Patrona de los Mineros” se hicieron esperar en el ingreso debido a la cantidad de público que había, cuando llegaron al palco central, la “Mamita” fue saludada por las autoridades nacionales, departamentales e invitados especiales, quienes se pusieron de pie en señal de respeto, situación que fue elogiado por los creyentes de la Madre de Dios.
VARIEDAD
Pasaron unos cuantos segundos, para que el público explote en júbilo, ya que el siguiente número que se interpretó fue un par de diabladas dedicada a la Diablada Artística Urus, que el 30 de marzo cumplirá sus Bodas de Oro.
Los danzarines de la mencionada institución folklórica, invadieron el escenario custodiado por la Policía, para bailar esa danza que es la identidad del Carnaval de Oruro. Fue matizada con explosiones de petardos, papel picado y humos de colores.
El concierto prosiguió con un par de canciones al ritmo del tinku. Los abuelitos también fueron recordados en el festival cuando los músicos interpretaron una melodía con ritmo de auqui-auqui.
Nuevamente se procedió al cambio de mando en la dirección del maestro musical, esta vez, Aquelino Gerónimo Rafael tomó posesión de la batuta y dirigió la tercera parte de la retreta musical.
Con los primeros sones que salían de los instrumentos de metal, el público se transportó imaginariamente al Oriente boliviano para deleitarse de la melodía compuesta por el orureño Gilberto Rojas “Viva Santa Cruz”, a esa pieza se unió la canción “Trinidad”. El sentimiento de fiesta nuevamente volvió al occidente del país, cuando se interpretaron dos morenadas que fueron dedicadas a la Morenada Mejillones.
Seguidamente, el escenario se vistió con los colores de la Tricolor Nacional, porque los músicos interpretaron el segundo himno de los bolivianos “Viva Mi Patria Bolivia”. Los bolivianos que llegaron del exterior y los mismos habitantes de esta Patria, lloraron al escuchar esos sones, que denotó nostalgia y felicidad.
Pero ahí no acabó ese sentir, porque los más fanáticos del fútbol hicieron relucir su pasión por el equipo de sus amores, San José, al escuchar el huayño “Viva, viva mi San José”, minutos antes había salido del lugar la imagen de la Virgen del Socavón que fue despedida con mucho respeto.
El concierto finalizó con la marcha “La Patria”. A la salida del presidente Morales, los músicos le despidieron con la marcha presidencial.
Al término del concierto, los músicos se reagruparon en sus bandas para participar del concurso que duró hasta altas horas de la noche.
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