11 de febrero de 2013

Alegría, ritualidad y diversión matizan el carnaval en Bolivia


La alegría, el colorido y la belleza son solo algunas de las peculiaridades que tiene el carnaval en nuestro país, donde las tradiciones, costumbres y coplas en los diferentes departamentos se fusionan para hacer una fiesta de agradecimiento y petición, según aseguró el antropólogo Antonio Rocha.

“El carnaval en Bolivia tiene la misma esencia de agradecer a la Pachamana y pedir durante el tiempo de cosecha, a eso tenemos que agregar las coplas, las comparsas, la comida, bebida y también el tiempo que duran los festejos, en algunas regiones más que en otras”, responde el reconocido antropólogo Antonio Rocha, quien con una sonrisa, nos explicó que las peculiaridades del carnaval en los departamentos se podrían clasificar en tres zonas: la andina, los valles y el oriente.

LA ZONA ANDINA

A diferencia de otras regiones, el carnaval en la zona andina, se caracteriza por su alegría, siendo uno de los elementos principales en las fiestas, donde se identifica un infaltable personaje que todos años vuelve hacer de las suyas, el pepino.

“En la zona andina, a pesar de que hay algunas diferencias, el Carnaval tiene el mismo sentido, es tiempo de juego, de alegría que se expresa en la diversión, en pandillas, como el caso de la ciudad de La Paz, con el bufón, el chistoso pepino, que para estas fiestas simbólicamente es desenterrado, pero básicamente es una fiesta de agradecimiento y petición”, manifestó.

LOS VALLES

Para el doctor Rocha, la fiesta del carnaval en los valles, (Cochabamba), tiene un sentido más ritual, y se extendería por más tiempo sobre todo en el caso de las provincias donde empiezan los preparativos desde principios de año y culminan, inclusive, después de la Semana Santa.

“El Carnaval valluno, en esencia es agradecer y pedir, diríamos que a diferencia de otros departamentos está dentro de un contexto ritual, de sentido espiritual si se quiere, aquí festejamos con las coplas que son muy famosas por su picardía y tocan diferentes temas, tenemos el martes de challa, la comida la bebida, es parte de la tradición, en el valle el Carnaval es todo un ciclo”, explicó.

EL ORIENTE

Identificando algunos elementos del carnaval en el oriente boliviano como las comparsas, los carros alegóricos, la belleza de la mujer, nuestro entrevistado asegura que a diferencia de las otras regiones, la peculiaridad en estos lugares es la diversión, asegurando que las personas, en diferentes contextos sociales, buscan con los amigos y familiares organizar fiestas para dar rienda suelta al derroche de alegría y divertirse hasta más no poder.

“En cambio en el oriente, ya no tiene tanto esa esfera espiritual, sino que es más de diversión, es un tiempo en el cual la gente se divierte. El agradecimiento y la petición ya no son de todos los días, a no ser en un pueblo u otro, la gente se divierte a lo grande con las comparsas, la música, las fiestas”, sostuvo.

LAS COPLAS

Finalmente, uno de los principales ingredientes que matizan el carnaval, presente sobre todo en la región del chaco y los valles, incluidas algunas regiones del oriente boliviano como Valle Grande, son las famosas coplas, definidas como composiciones musicales de letras picarescas que despiertan la sonrisa de las personas haciendo alusión a diferentes temas como la sexualidad, la política, las personalidades o el contexto del país.

“La parte chaqueña, se caracteriza también por una ritualidad profunda, pero con juego, las coplas de los tarijeños son muy vivas, picarescas también, hay algunos elementos como el vino, las danzas, que son importantes, por tanto podríamos decir que por áreas culturales hay algunas diferencias en las regiones, pero en esencia el carnaval en el país, tiene un sentido de diversión, agradecimiento y petición”, concluyó.



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