26 de julio de 2020

Técnica del bordado tradicional Parte 4

Desde esta perspectiva del bordado tradicional del traje se ha llegado a definir la Morenada como “danza pesada” por lo que suponía cargar un traje ostentoso que se completaba con un casco de metal adornado con un penacho de plumas grandes de suri completando la máscara, en la mano llevando la matraca que igual era bastante grande y pesada.

La base fundamental del bordado tradicional es el trabajo manual sobre el bastidor, prescindiendo del uso de la tecnología. El estilo, la estética, la iconografía, el método de trabajo están determinados por las características históricas y técnicas. Por eso, los bordados tradicionales que se dieron entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX, formaron parte del “periodo de oro” etapa en la que el lenguaje artístico, estético, material y simbólico respondía a otro contexto de saberes, destrezas y técnicas.

Entre las técnicas tradicionales más representativas se conocen a las siguientes: plumillado, bordado plano con hilos de colores que muestran diversos matices; killi, bordado con detalle simétrico, tridimensionalidad, el relieve (donde no se ve el fondo de la tela) es completamente lleno e iluminado con pedrería y lentejuelas. En este sentido, como toda producción artesanal y producto humano se supera cada vez a partir de sus contenidos creativos iniciales, generando cambios y variaciones constantes; recreándose y recurriendo a tecnologías industriales, materiales, adornos, telas, incluso incorporando nuevos instrumentos de trabajo.

A continuación se presenta la experiencia del maestro artista bordador Jorge Quisbert Pérez (2007), de origen aymara, nació en la localidad de Achacachi de la provincia Omasuyus del departamento de La Paz, el 21 de abril de 1957. Sus padres son Alfredo Quisbert Machicado y Juana Pérez, forma parte de una familia de 5 hermanos, todos nacidos en Achacachi. Sus padres y abuelos paternos son de origen aymara, de ocupación bordadores de trajes de moreno. Jorge Quisbert. Emigro de Achacachi a los 10 años, cuando fue a estudiar a la ciudad de La Paz, llegó a la casa de su Tío, quien se hizo cargo de él hasta el bachillerato. Durante las vacaciones escolares retornaba al pueblo de Achacachi donde sus padres, donde trabajaba ayudando a su familia con el trabajo del bordado.

Su inclinación y vocación al arte del bordado festivo le impulsó abrir el taller “El Detalle”, con la especialidad de elaboración de trajes de tropa de moreno y figuras como el Achachi, el Ángel y el Super Achachi. En su lugar de creación, dibuja y compone los trazos sobre el cartón y luego en el bastidor, con aguja e hilos encadenados da formas a figuras fantásticas de la mitología tiwanacota y aymara, que se van plasmando en el traje del moreno. La composición del arte se va formando en base a hilos de plata y oro, aplicando perlas, piedras con lentejuelas y mostacillas.

Desde su taller de bordados se proyectó como un artista con una identidad aymara que ofrece sus trabajos a las fraternidades de morenos que participan en las diferentes entradas folklóricas como: la entrada del Carnaval de Oruro, el Gran Poder de La Paz, la Fiesta de la Virgen del Carmen en la ciudad de El Alto y otras que se celebran en las provincias del Departamento de La Paz. Ejerció como Presidente de la Asociación Mixta de Artistas Bordadores Autodidactas (AMABA), institución que organiza a los bordadores desde 1960.


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