Si bien antes se hacía de manera rudimentaria este trabajo, con elementos básicos de eléctrica, en años recientes aquel trabajo tuvo un progreso notable, con el sistema mencionado.
Otro detalle que llama la atención, es el aporte de la Carrera de la Facultad Nacional de Ingeniería de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), cuyos estudiantes vieron la oportunidad de utilizar su conocimiento y hacer su aporte con un granito de arena a la "Obra Maestra".
Ese es el caso del estudiante, Marco Antonio Chaparro Zurita, que si bien es universitario de arquitectura, el oficio lo aprendió de su hermano, Juan Marcelo, que estudió Ingeniería Electrónica.
Dijo que la idea de hacer ese trabajo nació de su hermano, que en principio se hacía con placas, sin embargo, ese elemento quedó en el pasado y ahora se usa el sistema LED intermitente, que simplificó el trabajo anterior.
"Antes con las placas debíamos quemar, hacer el circuito; pero ahora con este método es sencillo, es la idea que me dejó mi hermano y yo he seguido sus pasos ya por tres años, mi hermano empezó cuando era estudiante", afirmó.
Chaparro indicó que la instalación de las luces es a pedido del cliente, quien determina los puntos de iluminación, pero también se cuida la estética y se ilumina para resaltar, las figuras de las plagas de la mitología del Carnaval de Oruro, como el sapo, las hormigas, el lagarto o la víbora.
El proceso de iluminación de cada careta dura dos días, todo depende del tamaño y de la cantidad de luces que se colocarán. "Se hace la revisión para que no haya corte circuito y en eso tardamos un poco", dijo.
El artista manifestó que en el material se utilizan cables transmisores de energía, además las luces LED intermitentes, normales, baterías de nueve voltios y enchufes.
En relación al costo, Chaparro dijo que por punto de luz se cobra siete bolivianos.
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