29 de agosto de 2010

San Agustín de Yanacachi, hoy Toledo está de fiesta

•Por: Donato Ayma Rojas

Los Q’asayas

El antiguo territorio de los Q’asayas, está expresada en el gran libro viviente de la naturaleza, como testimonio histórico, oral e intangible que pasaron varias generaciones, alcanzando su propio desarrollo en base a su organización social, económico y cultural. Toledo capital de la provincia Saucarí en el departamento de Oruro.

Según datos de investigación de Florentino Huanca Choque, podemos afirmar que los Agustinos primero fundaron su Doctrina en Challacollo el 29 de junio de 1555. Posteriormente, continua su trayecto, el año siguiente 1556 fundaron un Convento principal en las pampas de los Q’asayas con el nombre de San Agustín de Yanacachi. Después de dos siglos, Francisco Virrey de Toledo, vino de Lima para visitar las minas de Potosí, a su paso llegó al lugar de Yanacachi. En esa ocasión cayó una tempestad fuerte y granizada, formando mucho lodo y barrial, las carretas ya no podían movilizarse, por lo tanto el Virrey no podía continuar su viaje quedándose algunos días en el lugar. En su estadía Virrey Toledo, se había reunido con las autoridades y pobladores de San Agustín de Yanachachi, en honor a su visita el Virrey Francisco de Toledo, dio su nombre de Toledo al asiento de San Agustín de Yanacachi, desde entonces es conocido hasta hoy, con el nombre de Toledo.

Pasaron varias generaciones y siglos, este lapso de tiempo es una historia recorrida y huellas de este pueblo. Esto quiere decir, que Toledo tiene 454 años, más de cuatro siglos de vida asentada en las pampas de los Q’asayas.

Hay otra versión, en el coloniaje Toledo había sido fundada en 1559 por el español Francisco de Toledo, a su paso a las costas de Chile, en el lugar de Jarat Marka, esto sería el primer cimiento de este pueblo, ubicada en las proximidades de los ríos Juch’usjawira y Matarjawira.

Asimismo, revisada algunos documentos del siglo XVI, rescatamos también el nombre de las antiguas autoridades originarias de los ayllus de Q’asaya, resalta el nombre del cacique gobernador del pueblo de San Agustín de Toledo Don Juan de Dios Apo Bedoya (parcialidad de Aransaya), segundo gobernador don Andrés Yujra, de la parcialidad de Urinsaya, quienes realizaban gestiones para consolidar su territorio con las Markas circundantes a este territorio.

Encuentro de tres santos en Toledo

Los pobladores del antiguo Q’asaya, hoy Toledo, cada 28 de agosto recuerda la festividad religiosa de San Agustín, convirtiéndose el centro de atención de sus habitantes, como encuentro anual de los tres santos: San Agustín de Toledo, San Casiano de Chuquiña y San Lorenzo de Cari Cari.

Año tras año, para la fiesta de San Agustín, llegan dos santos uno de Chuquiña y el otro de Cari Cari, y en Toledo el señor San Agustín en su templo les recibe, como anfitrión de la festividad religiosa de este pueblo. Esta reunión la denominamos el “Encuentro de tres santos” en Toledo.

Antiguamente, había que traer a los santos en andas caminando a pie varios kilómetros, acompañado de un conjunto de Lichiwayus y algunas ceremonias rituales en algunos lugares determinados para el descanso, de todas maneras tienen que llegar a Toledo el día de la víspera el 27 de agosto, algunas veces estos santos ingresan en medio de fuerte viento de la época, cubierta de un mantel blanco, en medio de la música de los Lichiwayus y zampoñadas, dirigiéndose directamente al templo de Toledo.

El día de San Agustín el 28 de agosto, en el templo los tres santos escuchan la misa, y salen juntos a la procesión descansando en cada esquina, dando toda una vuelta la plaza de Toledo, acompañado de danzarines de conjuntos folklóricos, y las bandas de música y conjuntos autóctonos. La procesión, es encabezada por el párroco, las autoridades locales, los pasantes y prestes de la festividad de San Agustín de Toledo, las autoridades originarias en medio de repique de campanas, los feligreses a cada paso saludan con flores y mixturas y arrodillándose frente a los santos.

Residentes del interior

La festividad de Toledo, es el centro y taypi de integración de sus pobladores del interior del país, muchos llegan en devoción de San Agustín de Toledo, como pasantes y prestes, otros llegan con sus bloques folklóricos, convirtiéndose en una verdadera fiesta de integración social y cultural. En esta oportunidad, algunos residentes llegan trayendo alguna obra de carácter social, han cuando pequeño sea en beneficio de su pueblo natal que les vio nacer, como es Toledo. Los residentes toledanos, llegan de Santa Cruz, Tarija, La Paz, Oruro, Cochabamba; Trinidad y del exterior.

Toledo (Q’asaya), hasta ahora tiene la única festividad religiosa como la principal, donde concentran a sus pobladores de Urinsaya y Aransaya, y los residentes del interior del país. Los días de la fiesta, hasta alojamientos ya no alcanzan, para cubijar tanta gente que llegan con motivo de la fiesta de Toledo. Sin embargo, los residentes tienen sus propiedades, con el pasar del tiempo sus casas quedaron en promontorios y lakayas, sería importante la reconstrucción de esas viviendas, para mostrar la imagen y la cara del pueblo de Toledo. En este contexto, los residentes del interior, no pierden su identidad cultural, su ajayu está enraizado en Toledo.

Toledo es la sede de dos encuentros

Dos encuentros en Toledo: primero el encuentro de los tres santos en el templo, y el segundo el encuentro de hermandad e integración de los residentes del interior en la plaza principal. En la convivencia social, todos se mueven al son y al ritmo de la banda de música, encuentro entre familiares, compadres, comadres y amigos. Las esquinas de la plaza de Toledo, está distribuida en base a su organización social en la siguiente forma: Chariri esquina, Qullana esquina, Wayllanku esquina, Chukiwka esquina, Taypi arku sud Pumasara esquina, y taypi arku norte Chariri esquina San Juan, respectivamente.

Folklore al ritmo de la juventud

Toledo está de fiesta, demostrando la belleza, la juventud y alegría al ritmo de varios conjuntos folklóricos, que vienen festejando desde este 27 de agosto con la entrada folklórica, amenizada por las mejores bandas de música de la ciudad de Oruro.

La entrada folklórica, fue encabezada por la Diablada Tradicional Toledo, seguido por la Morenada Central Toledo, Cullaguada “Los kollas”, Morenada zona norte, Caporales “Los montoneros”, Lichiwayus de “San Gerónico” de Ullami y otros.

Para el investigador Florentino Huanca, la Diablada Tradicional Toledo, es la más antigua organizada, después de la guerra del Chaco, los primeros diablos antes llevaban colas en sus disfraces; posteriormente organizan el conjunto los morenos y más tarde se convierte en la Morenada central y la Morenada zona norte, también aparece la Cullaguada “Los Kollas”, los Tinkus de Toledo (hoy desaparecido), los Caporales, los Lichiwayus encabezado por Basilio Huallata y otros de la comunidad de Ullami.

Tampoco podemos olvidar, en la fiesta de Toledo, había el conjunto de Sikura con sus wankaras grandes, llevaban pollerines blancos y colas planas ingresaban en fila la plaza de Toledo, que hacían escuchar las wankaras a lejos, cantando al son de la sikura: “läsi, läsi, wallpa qunquras läsi, läsi…” (Hoy desaparecido este conjunto), en sus tiempos estuvo encabezado por Agustín Nina, los hermanos Zeballos y otros de Cruz Pata del Ayllu Qhisqawraqi. En la mañana, tenían que comer el plato conocido como el “qalapari” con la phisara de quinua, plato tradicional en esta fiesta.

Igualmente, debemos destacar a Freddy Huallata desde hace varias décadas baila como Arcángel Miguel en la Diablada Tradicional Toledo, en este contexto podemos recordar al trío de los lucíferes: a Max Huanca, Conrado Choque e Ireneo Llusco y muchos otros folkloristas; en la Cullaguada también a Florentino Huanca, Urbano Soliz entre otros activistas.

En la Morenada Central a Don Juan Pacheco entre muchos otros, entre los músicos de esa época podemos recordar a don Tiburcio Gutiérrez y otros. No podemos olvidar a Zenón Canaviri, quien editaba el periódico Toledo; de la misma manera no podemos olvidar a don Pedro Challapa, Julián Ramírez y entre otros, que interpretaban los instrumentos de cuerda la canción la “Vidalita”. Los primeros transportistas “llant’irus” de Toledo, podemos recordar a don Juvenal Lucana, a don Froilán Ayala, Jorge Lapaca y muchos otros. Seguro que también hay varias mujeres, que han contribuido a Toledo.

Sus autoridades

El Alcalde Municipal de Toledo Martín Colque y los concejales, el cuerpo de autoridades originarias tata y mama jilaqatas de 12 ayllus de Urinsaya y Aransaya, acompañan desde el palco principal la demostración de conjuntos folklóricos en la plaza principal, el centro y taypi de este pueblo.

(*) Es Comunicador Social, ex Ministro de Educación.

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