9 de julio de 2010

Urkupiña: fisuras por ley seca

A poco más de un mes para la fiesta cultural y religiosa de Urkupiña persiste el conflicto entre las fraternidades y el gobierno municipal de Quillacollo por la aprobación de la ley seca que regirá durante la festividad y que esencialmente restringe la venta de bebidas alcohólicas a 200 metros de la ruta de la entrada folclórica.

Un día después de que representantes de las 66 fraternidades que participan en la fiesta tomaran la Alcaldía de Quillacollo en protesta por la prohibición de las bebidas alcohólicas, el Concejo Municipal en pleno ratificó la ordenanza de ley seca y se comprometió a buscar nuevos auspiciadores para los bailarines. Sin embargo, ese anuncio no convenció a los danzarines, que anunciaron nuevas medidas para lograr una revisión del veto al alcohol.

Según fuentes extraoficiales, el comercio de bebidas alcohólicas y, especialmente, cerveza es clave para las fraternidades que perciben al menos 250 mil bolivianos por concepto de auspicios que les sirven para cubrir los gastos de organización, como el pago de las bandas.

Sin embargo, los concejales expresaron que el exagerado consumo de bebidas alcohólicas opaca la festividad al desencadenar peleas y conflictos familiares, además de accidentes de tránsito.

SEGURIDAD

La Policía ultima el plan de seguridad para Urkupiña. Pero anunció que harán cumplir la ordenanza que prohíbe la venta de bebidas a 200 metros de la ruta.


Se estima que en los días de la festividad participarán unos dos mil policías en el control del espectáculo y del tráfico de vehículos.


Por el momento, se ha instruido el control de extranjeros en Quillacollo y de los alojamientos en coordinación con Migración, según el director de Planeamiento de la Policía, Gonzalo Serrano.

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