16 de marzo de 2009

Pujllay de Tarabuco mostró una auténtica fiesta popular


Ayer, Tarabuco fue un municipio distinto. Y no se trata de una simple afirmación. Sus calles se llenaron de miles de visitantes y hubo fiesta en todas partes. Y una vez más, el gran Pujllay de Tarabuco volvió a mostrar por qué sigue siendo una de las expresiones culturales más auténticas del país.
Y es que ver a esos bailarines, con esos trajes que sólo ellos saben fabricar, impresiona a propios y extraños. El escuchar la fuerza de sus pisadas, al ritmo de su singular música, hace que el cuerpo se estremezca. Todo este espectáculo emociona. De no ser así, que lo diga el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, que calificó al Pujllay de Tarabuco como una "fuerza cultural impactante".
Es que así fue el Pujllay de ayer, rico en expresiones culturales auténticas e inigualable como espectáculo.

LA FIESTA
Las agrupaciones participantes se concentraron en la ex estación de trenes del municipio de Tarabuco, como estaba previsto. A las 10:30, el pasante de la fiesta, el prefecto potosino Mario Virreira, inició la marcha, rumbo al palco oficial, ubicado en la plaza principal de Tarabuco.
Unos minutos después, apareció el helicóptero que transportaba al vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, que participó de la fiesta en representación del presidente Evo Morales. Una vez en el palco oficial, García Linera dio por iniciada la fiesta grande de los tarabuqueños. "Me siento profundamente orgulloso y agradecido por estar aquí con ustedes", expresó.
Enseguida, el primer grupo de bailarines hizo su aparición. Los Jatun Chuncara, que hicieron una espléndida demostración del Pujllay. Luego les tocó a las comunidades de Vila Vila y Molle Huato, la Municipalidad de Betanzos, la comunidad Poco Poco y Origen Mishkhamayu, que hizo una presentación espectacular.
Hasta que llegó la comunidad Jatun Mayu, que hizo bailar al Vicepresidente. Lo sentaron en medio de la calle, junto al prefecto Virreira y el alcalde de Tarabuco, Eliseo Sesgo. Allí le entregaron un plato con pan, lechuga, papa y queso. Luego, una cruz y abundante chicha.
Pero ese sólo fue el comienzo. Luego llegó la comunidad de Lamboyo, con los que el vicepresidente García Linera zapateó hasta el cansancio. Resultó ser un buen bailarín.
Y después vino lo mejor. Cuando el reloj se acercaba a las 14:00, la penúltima agrupación, se llevó al Vicepresidente, incluidas las demás autoridades, hasta el estadio José Argandoña, bailando, donde les esperaba la Pucara. Fueron seis largas cuadras de intenso baile. Zapateadas, vueltas, trote al ritmo de la música de la pandilla. En suma todo desembocó en una demostración de lo que es Tarabuco y su fiesta. No en vano, el alcalde de Tarabuco, Eliseo Sesgo, afirmó en su discurso, "esto es Tarabuco".

EL ALFÉREZ
El prefecto de Potosí, Mario Virreira, entregó la cruz, que simboliza la pucara, al presidente ejecutivo de Entel, Leonardo Bascopé, quién aceptó gustoso. "Con mucho gusto y satisfacción, estaremos apoyando la cultura en Bolivia", enfatizó.

EL DISCURSO DEL VICE
Para el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, la celebración del Pujllay de Tarabuco es una fiesta espiritual, pero también política. "Por una parte, estamos cerrando los tiempos de lluvia, y es el inicio de la cosecha. Y todos esperan que sea buena. A la vez, acá, se celebra la batalla de hace 194 años, donde los valerosos hombres y mujeres de esta región se enfrentaron a los colonizadores y lograron destruir al ejército español. Les sacaron el corazón a los derrotados, por eso les llaman los "sonq'o micuy". "Rememora la lucha por la emancipación", precisó.
"Hoy recordamos a esos hermanos, que salieron en defensa de la patria. Los recordamos porque son un ejemplo, porque uno tiene que estar dispuesto a todo por defender la soberanía, la libertad y la dignidad", concluyó.

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