La danza tradicional de la fiesta en homenaje al Señor Jesús del Gran Poder, es la morenada, la que con el tiempo también llegó a constituirse en una muestra de estatus y prestigio para quienes la interpretan, según el sociólogo David Mendoza.
Dijo que la morenada tiene un ritmo musical que atrapa a los sentidos, “ésta es una danza escenificada en muchos personales que jerarquizan posiciones sociales, también se crean fraternidades cuya institución social está organizada bajo una jerarquía, autoridad, liderazgo, en la que se expresa un capital social y cultural de una clase social”, dijo.
“Por eso, los que pertenecen a la morenada se llaman fraternos o en su caso se denominan hermanos folkloristas”, añadió.
El especialista manifestó que en la morenada se expresan emociones subjetividades, religiosidad, prácticas culturales, modos de comportamiento, luchas por el liderazgo, competencia, identidad, diferenciación y distinción.
“La representación de esta danza se muestra en las 17 fraternidades de morenada que se presentan en la fastuosa entrada del Gran Poder”,puntualizó.
Las fraternidades se distinguen por varios elementos, el nombre que los identifica, el gremio al que representan, las bandas que los acompañan, el tipo de traje de carbón y de la mujer, las invitaciones, el traje de moreno, la matraca, el plumaje de la mascara, los colores, los bloques y el estandarte.
“Estas marcas simbólicas que llevan las morenadas son mecanismos de distinción de identidad y representación estética que fue creada por fundadores o prestes así como las directivas”, explica Mendoza.
Señaló también que si bien se tiene una inversión alta en la adquisición de los trajes, las danzas livianas requieren también de una preparación y estas llegarían a duplicar su valor por la cultura que representan.
“En algunas danzas livianas como los Sicuris, Moseñada entre otros es mucho mayor el costo en cuanto al valor económico que se le pudiera dar, por el tipo de trabajo por la belleza de los trajes la estética y la cultura”, concluyó.
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