22 de marzo de 2010

El Pujllay dejó con ganas de más


El vicepresidente Álvaro García Linera es el alférez de este año y anunció que el 2011 le pasará la fiesta al presidente Evo Morales

Sucre/CORREO DEL SUR

Es difícil saber si hubo o no en esta versión más gente que en la del año pasado. Pero hay parámetros. Este año, por ejemplo, hubo menos espacio para caminar por la calle principal que conduce a la pucara del Pujllay, y el campo deportivo donde se desarrolla el acto principal, estuvo más que repleto, cosa que no había ocurrido el año pasado. Además –y esto es lo nuevo–, se vio un número mayor de gente joven que en la versión pasada. Así que puede decirse que creció la fama del Pujllay de Tarabuco.

Todavía no se ven turistas extranjeros a cada paso, pero ciertamente cada vez son más los que lo visitan. Al menos, esa es la impresión que recogió CORREO DEL SUR de los organizadores.

Sobre el espectáculo, impecable como siempre. Aunque hay algo que no fue bien visto por algunos visitantes que habían ido a fotografiar a los bailarines de Pujllay: el excesivo número de pandillas. Y no están equivocados. Hubo un momento, en el baile al pie de la pucara, en el que sólo se veía ingresar grupos de pandillas y casi nada de Pujllay. Menos mal, casi al final, ingresaron los mejores grupos, y los visitantes quedaron satisfechos con tan sólo unos minutos de su imponente baile.

Además, los bailarines levantaron tanto polvo, como en una carrera de coches.

LA MANO DEL GOBIERNO

El Gobierno Nacional se adueñó ayer de la versión 2010 del Pujllay de Tarabuco. De hecho, el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García Linera, quien asistió a la fiesta en reemplazo del presidente Evo Morales, fue el centro de atención.

García Linera llegó a Tarabuco en un helicóptero, a media mañana, tal como estaba previsto. Ni bien pisó tierra, se enteró que él había sido nombrado alférez del Pujllay 2011. Por eso mismo, en su discurso de apertura, con sarcasmo, se quejó de haber sido víctima de un "acorralamiento" del presidente Evo Morales, que hizo que termine como alférez. "¡No sé qué voy a hacer! Voy a tener que vender algunos de mis libros", dijo, para financiar la fiesta del próximo año.

LA FIESTA ES CARA

Tenía razón el vicepresidente Álvaro García Linera, cuando bromeó con lo de la financiación del Pujllay de Tarabuco. Según informó la vicepresidenta del Concejo Municipal de Tarabuco, Aurora Gorena, organizar la fiesta cuesta 125 mil bolivianos.

El pasante de este año, ENTEL, según los datos proporcionados por Gorena, se quedó corto con el aporte que hizo para la financiación del Pujllay 2010. Apenas desembolsó 15.000 bolivianos, un monto que ni siquiera alcanza para pagar lo de la pucara, según Gorena. "Yo creo que (con el Vicepresidente) vamos a mejorar. ¿O seguirá en crisis? No creo", bromeó.

LOS INVITADOS, TODOS DEL MAS

El palco de honor del Pujllay de este año, estuvo conformado por gente afín al MAS, salvo alguna que otra excepción.

Se sentaron en la primera fila, el vicepresidente Álvaro García Linera, quien estuvo acompañado todo el tiempo de la ex Miss Bolivia 2008, Dominique Noemí Peltier. También se sentaron a su lado, el alcalde transitorio de Sucre, Hugo Loayza, el senador y ex prefecto del Departamento, David Sánchez, el candidato a gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, y, por supuesto, el alcalde de Tarabuco, Marcial Vela, y los concejales de ese municipio.

Todos ellos, salvo algunas excepciones, bailaron con los danzarines de los grupos participantes. El Vicepresidente fue el que más bailó, al igual que la ex Miss Bolivia 2008.

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