31 de octubre de 2010

Sucrenses bailaron al ritmo de la Entrada Universitaria

Una fiesta llena de color, ritmo y tradición, aunque con el acostumbrado consumo de bebidas alcohólicas, fue la octava edición de la Entrada Universitaria que ayer puso a bailar a 42 grupos de danzarines para un público ansioso.
Caporales, morenadas, tobas y pujllay estuvieron entre las diversas danzas exhibidas por las confraternidades.
La fiesta empezó a las 14:30, con más de una hora de retraso en relación a lo que había sido planificado y anunciado. Rubén Padilla, secretario de la Federación Universitaria Local (FUL) y organizador del evento, explicó que el origen del retraso radicó en que “los centros de estudiantes han faltado a su compromiso, porque no han estado presentes en su debido momento”.
Pese al atraso inicial, los horarios de paso de los grupos fueron mejorando hasta llegar a la normalidad. Así, cuando el reloj marcaba casi las 18:00, partieron las últimas confraternidades, frente a un público que se distribuyó de manera uniforme a lo largo de todo el trayecto, sin que se registraran muchas aglomeraciones.
Entre los participantes se encontraba la Ñusta de la Entrada Universitaria 2010, Fátima Farell, que derrochó alegría durante el recorrido junto con la Carrera de Turismo, de la que es parte como estudiante.
La actividad no concluyó a las 23:00 tal como esperaban los organizadores.

LO NEGATIVO
El consumo de bebidas alcohólicas, pese a los controles de efectivos de Espectáculos Públicos, no llegó a empañar la fiesta.
“La Entrada Universitaria se realizó exitosamente, con gran entusiasmo del público y de los bailarines. Una vez más hemos cumplido el objetivo”, evaluó en medio de la fiesta el dirigente de la FUL, Rubén Padilla.
En esta edición, a diferencia de otros años, la Entrada Universitaria se llevó a cabo de manera rescatable, con el avance de los grupos de forma coordinada y sin muchos “baches”. Tal vez debido a ello, el público que asistió al evento pudo ver un espectáculo fluido y que acaparó la atención de quienes se encontraban en los lugares por donde se realizó el desfile folclórico.
Lo recaudado por la venta de espacios será destinado al servicio de seguridad, reparación de áreas verdes y limpieza. El metro lineal en calles y avenidas tuvo un precio de 5 bolivianos, y los espacios en la Plaza 25 de Mayo se ofrecieron a Bs 10. No se pudieron vender todos los puestos, sin embargo.

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