30 de junio de 2010

Piden autenticidad en trajes y nada de tangas en Urkupiña

Las fraternidades folklóricas de Urkupiña, en consenso y luego de debates a través de seminarios y talleres sobre las vestimentas tradicionales de los bailes que ejecutan, pidieron desechar las tangas en los trajes de caporalas y morenas, el uso excesivo de plumas en las monteras de los tinkus, los sombreritos tipo Robin Hood de algunas morenadas, el excesivo maquillaje y los peinados estrafalarios a sus asociados, dijo ayer el secretario de la organización de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña, Cristian Montaño.
Montaño manifestó que los seminarios y talleres para debatir los temas relacionados con la presentación de los fraternos continuarán hasta el 11 de julio, fecha en la que ya se habrá evaluado si el atuendo utilizado es adecuado y si responde a la presentación original. Luego, está prevista una exposición al público, donde cada uno de los ritmos que se bailan en dicha asociación será expuesto al público para dar a conocer su historia.
“Ya comenzamos en 2009. Esto es un trabajo paulatino. No queremos que sea una imposición, sino más bien que los fraternos se concienticen”, dijo Montaño y contó que hubo un “debate muy fuerte” al momento de decidir el largo adecuado para las polleras de caporalas y morenas. Dijo que en 2009, en medio del primer seminario, se fijó el largo de las polleras entre 35 a 40 centímetros; sin embargo, algunas fraternas las usaban más largas y otras más cortas. Entonces se optó por normar el uso de la ropa interior, desechando las tangas por modelos con más tela.
En el caso de los varones, se pidió no usar calzas similares a las de la diablada, ya que no forman parte del traje original. Tampoco se pueden sustituir los cascabeles de las botas por argollas.
En cuanto a las observaciones a los tinkus, Montaño resaltó que se acordó no golpear las monteras contra el suelo pues en el Norte potosino son apreciadas porque protegen la cabeza en el combate.
Consultado sobre los datos en los que se basan para establecer la originalidad de los trajes, Montaño dijo que en el caso de los caporales, la Universidad Católica Boliviana colabora en los seminarios con documentos e información bibliográfica; en el caso de la morenada, solicitaron la asesoría de los Cocanis de Oruro, agrupación con más de 87 años de vigencia, y para los tinkus, pidieron asesoría a “entendidos” del Norte de Potosí.
Al margen de los trajes, también se pidió evitar gafas de sol a los caporales, aretes, peinados extravagantes y cintillos en la frente.
“Es que vimos mucha distorsión, por eso surgió esta iniciativa. Pasa también que los que confeccionan inventan ciertas modas y los fraternos que alquilan no tienen más remedio que aceptarlas, por eso vamos a reunirnos también con confeccionistas”, dijo Montaño.
Otras normas
• De parte de la parroquia de San Ildefonso se solicitó que se alargara el uso de las polleras y se controlara el consumo de bebidas alcohólicas, dijo Cristian Montaño de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña.

• A los tinkus se les pidió no golpear la montera contra el suelo y tampoco usar más de una faja a la cintura.

• Los bailarines deben evitar usar trajes o adornos que distorsionen el atuendo original.

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