Mostrando entradas con la etiqueta CUECA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CUECA. Mostrar todas las entradas

3 de septiembre de 2013

Se busca elegir las cuecas más churas

Con la finalidad de rescatar las mejores cuecas del valle central de Tarija, EL NACIONAL y PLUS TV lanzan la elección: “Las cuecas más churas chapacas”. El evento se realiza con el apoyo de la Casa de la Cultura, la Sociedad Boliviana de Artistas y Compositores (Sobodaycom) y la Asociación Boliviana de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes de Música (Abaiem).

La elección consiste en nominar una o más cuecas que considere deben ser reconocidas. La nominación se podrá hacer a través de un cupón que será publicado en la última página del medio escrito. En el vale, el ciudadano deberá escribir el nombre de la cueca, el nombre del intérprete, el autor y el compositor. Cabe indicar que el principal requerimiento es el nombre de la canción, es decir, de la cueca.

El cupón será publicado durante todo el mes de septiembre y podrá ser depositado en instalaciones de EL NACIONAL, calle General Trigo entre Ingavi y La Madrid, y en PLUS TV, calle Delgadillo entre 15 de Abril y Virgilio Lema.

Tras las nominaciones, un grupo de conocedores de la cultura tarijeña, representantes de las instituciones ya mencionadas, será el encargado de elegir las mejores cuecas del valle del central. La elección final será plasmada en un CD y cancionero que contendrá las mejores cuecas.

6 de julio de 2013

La cueca congrega a adultos mayores

Mañana se realizará la primera jornada del Festival de la Cueca Paceña. El evento es organizado por las oficialías de Culturas y Desarrollo Humano del gobierno municipal de La Paz.

El evento se desarrollará en el marco de la Feria Dominical de las Culturas, a partir de las 9:00, en el Rincón del Adulto Mayor.

“Las parejas más destacadas serán reconocidas el próximo 14 de agosto, con trofeos de un primer, segundo y tercer lugar, en El Prado paceño”, explicó Hernán Vargas, jefe de la Unidad del Adulto Mayor y Personas con Discapacidad del municipio.

Se espera recibir la visita de más de 200 adultos mayores y la participación de unas 50 parejas. El objetivo principal de la comuna es la práctica plena de los derechos de esta población.

La cueca es una danza de pareja en la que el hombre corteja a la mujer; casi siempre forma parte de ceremonias familiares, prestes de festividades folklóricas y aniversarios cívicos.

Cabe señalar que la Brigada Cazabaches, dependiente de la Oficialía Mayor de Infraestructura Pública, realizó ayer trabajos en 14 puntos, en la calle Sagárnaga, Mariscal Santa Cruz y El Prado. El objetivo es remozar las vías para el tráfico vehicular y en este caso para eventos en que participan adultos mayores.

26 de mayo de 2013

La cueca y la estética musical nacional

Tercera y última parte

Siguiendo el curso de nuestras reflexiones y apuntes que realizáramos en las entregas pasadas sobre el tema de la "La cueca y la estética musical nacional", hemos intentado delinear el transcurrir del proceso histórico, político y cultural que se desarrolla en la joven república boliviana al llegar el siglo XX, especialmente nos enfocamos en el trabajo de Simeón Roncal aunque en realidad existen muchos otros compositores bolivianos del periodo que se pueden nombrar en el mismo rango de importancia, no obstante, destacamos el rol simbólico de Roncal y su producción musical alrededor de la cueca, en la medida de que se trata de una propuesta artística que participa del movimiento cultural potosino de principios del siglo conformado alrededor de lo que podríamos denominar el "Indianismo" de Medinaceli y Churata, que a nuestro entender representa un polo de influencia definitiva para la agenda política del incipiente proyecto de construcción nacional que sigue las líneas propuestas por Tamayo.

Con posterioridad a su estancia en Potosí, hacia la década del treinta, Roncal se traslada a La Paz donde su obra terminará por consagrarse como un símbolo de la identidad nacional, al interpretar su música en vivo en las sesiones pioneras de la "Radio Illimani" dedicadas a la "Música nacional", donde la obra de Roncal y la de muchos otros compositores e intérpretes bolivianos se va a difundir de modo masivo gracias a la moderna tecnología radiofónica. Cabe señalar que en esa misma década estalla la Guerra del Chaco (1932-1935), que de modo significativo logra introducir consignas nacionalistas en la Bolivia rural, y justamente en ese espíritu "nacionalista" Roncal compone una marcha dedicada al "Ejército nacional", que nuevamente acompaña el proceso simbólico de la construcción nacional.

De acuerdo a nuestra exposición podemos vislumbrar el rol fundamental de la música de Roncal en la formación de una "Estética musical nacional" que se extiende también a los otros compositores e intérpretes de su entorno (Valda, Lavadenz, Palmero, etc…), no obstante es necesario atender a un segundo personaje de igual importancia coetáneo a Roncal, pero cuyas actividades se desarrollan en la región de los valles, hablamos del cochabambino Teófilo Vargas.

La pianista Maria Antonieta Garcia Meza, en su "Estudio de la música boliviana", describe el trabajo de Vargas que textualmente se titula "Aires Nacionales":

"Teófilo Vargas considerado el padre de la música boliviana por el trabajo ordenado y editado de su obra "Aires Nacionales" la cual consta de cuatro volúmenes y varias obras sueltas. Los tres primeros libros llevan la fecha del 6 de agosto de 1928 editados en la casa amarilla en Santiago de Chile, revisados por Eulogio Dávalos obra publicada en 1940. En el primer libro hace un estudio analítico de la música incásica y de los instrumentos andinos que él llama típicos a través de melodías antiguas escritas en pentagramas y la escala musical de los diferentes instrumentos considerando al Pututu como el instrumento más antiguo; luego el Ercke y la Zampoña o jula, además hace una comparación de la escala incásica con la escala perfecta siguiendo un curso progresivo de fusión cuyo producto es el estilo de la música que llegó a su término en 1978. Comprendiendo el libro 24 Tarabis, 3 Zapateados, 9 Pasacalles, 1 Kacchu, 1 Dúo del Melodrama la Coronilla. El segundo libro con 22 cuecas y 22 bailecitos que el llamó Bailes. El tercer libro que consiste de: 2 Danzas bolivianas; la obra del Melodrama de la Coronilla con una obertura, 2 preludios y Danza, 1 Obertura del Melodrama Aroma, 2 Poemas Sinfónicos, 5 marchas, 4 canciones patrióticas. El tomo Numero IV fue editado en la Argentina en 1945 contiene temas religiosos mostrando la profunda fe católica que tenía Teófilo Vargas, 36 temas religiosos, 8 Himnos, 3 Oficios de Difuntos, 4 Marchas Fúnebres y 12 Letanías"

Como podemos ver, el trabajo de Vargas no sólo supone una producción artística, sino también lo que podríamos nombrar como los primeros estudios de etnomusicología andina, donde se puede rastrear el modo progresivo en que su autor interpretaba las estéticas musicales indígenas y criollas, hasta integrarlas en la técnica tonal occidental, concluyendo del mismo modo que Roncal, en la propuesta de una estética musical propiamente boliviana.

19 de mayo de 2013

La cueca y la estética musical nacional

Tal como Fernando Diez de Medina describe en su "estudio de las letras nacionales", el paso al siglo XX supone un verdadero cambio de época en la historia de nuestro país, como dice textualmente "el periodo de 1900-1920, ciclo el más constructivo de nuestra historia republicana, raíz y origen de la nación moderna" (1953: p.241), se trata del momento de germinación del proyecto del estado nacional al que Carlos Medinaceli en sus "Estudios críticos" también refiere en términos de una "etapa de transición", en la que entran en crisis las visiones de la sociedad boliviana en torno a tres ejes entrelazados: la identidad boliviana, el mestizaje, y la construcción nacional. Una expresión de esta crisis es justamente la que se puede observar en la polémica que el mismo Medinaceli entabla con José Eduardo Guerra en torno a la cuestión del "Indianismo"; por un lado, Guerra en su libro "Itinerario espiritual de Bolivia" escribirá "el llamado indianismo… no pasa, en mi concepto, de ser una simpática ilusión" frente a la "premiosa realidad que impone a cada instante volver los ojos hacia Europa" (1933:p. 32); y por otro lado, para Medinaceli al "encontrarnos ante la realidad de la vida nacional, la primera exigencia que se nos impone, a cada momento, es apartar los ojos de Europa… y volver a la realidad boliviana que es la fundamental, decisiva vida indígena" (1938:p.87).

La contraposición entre ambos autores es evidente, pero más importante aún, permite ejemplificar la contradicción que atraviesa el debate político y social boliviano de principios de siglo, y que por supuesto se puede ver reflejado también, en las visiones estéticas que alimentan las artes y las letras de ese periodo. Quizá una de las mejores expresiones de la literatura boliviana para reflejar esta situación, es escrita por Medinaceli en el estudio crítico que realiza sobre la novela de J. E. Guerra "El alto de las ánimas" de 1919: para Medinaceli la personalidad del protagonista de dicha novela es un símbolo "que conviene a un grupo de la sociedad boliviana… Y la razón de este símbolo hay que buscarla en la historia del desarrollo social de Bolivia. Pasa ésta hoy por una etapa de transición" donde "la antigua aristocracia que no quería ceder sus prerrogativas y se atrincheraba en la tradición, fue arrollada por el nuevo estado de cosas, la naciente democrática, que se coloca en pugna contra los prejuicios de la tradición y de las jerarquías sociales… Los que en el nuevo orden resultaron más aptos para prosperar fueron los que por su mismo hibridismo étnico, se aconsonantaban con el hibridismo democrático de la nueva república". Para concluir Medinaceli reflexiona "En el héroe de ‘El alto de las ánimas’, se evidencian las divergencias étnicas y psíquicas de la sociedad boliviana y la atormentada individualidad del protagonista no reconoce otra cosa. Bolivia, si geográfica y políticamente, constituye ‘una nación’, socialmente aun no lo es. En nosotros no existen sentimientos de solidaridad social, pues la base de ésta es la similitud de caracteres y la unidad de origen y aspiraciones… Será necesario que desaparezcan todas ellas por cruzamiento e inmigración a fin de que nazca entonces el verdadero tipo nacional y Bolivia adquiera personalidad propia, base suficiente de todo progreso" (1938:p.136-137).

Este proceso histórico que Medinaceli ve simbolizado en la personalidad del protagonista de "El alto de las ánimas", ilustra perfectamente el modo en que el debate político y social boliviano se representa en las artes bolivianas del periodo, y de hecho, observamos la necesidad de aplicar el modelo analítico de Medinaceli para enfocar el sentido simbólico que poseen las otras expresiones artísticas que surgen en este contexto. Si bien no se puede hablar de una postura homogénea que atraviese las artes de principios de siglo XX, el movimiento cultural potosino del que él mismo Medinaceli forma parte, y que se articula alrededor de los grupos "Gesta Bárbara" y el "Círculo de Bellas Artes", constituyen un referente del proyecto de construcción nacional en tanto asumen una estética que visibiliza la importante presencia de las culturas indígenas en nuestro país, y es justamente ahí, donde emergen las primeras expresiones de lo que podríamos denominar la "estética musical nacional", a partir de las composiciones de Simeón Roncal y los músicos de su generación, como escribe Armando Alba "… valiosa ha sido la obra del grupo de Roncal (Valda, Lavadenz, Solares y Zárate) en la historia musical propia de Bolivia. El tiempo nos da la razón y ya vimos la evidencia de que nuestra música popular auténtica y nuestro riquísimo folclore, tiene abierto un porvenir venturoso… Roncal no sobresalía solamente por su dominio en el instrumento y la suficiencia técnica, sino que puso en sus piezas, el hondo y admirable caudal del sentimiento popular, en sus expresiones más sinceras y recónditas" (1970:p.22-24).


16 de mayo de 2013

La cueca y su ¡adentro!

Los bolivianos tenemos militancia de guerra en la danza. Bailamos a fuego con el convencimiento de que somos los mejores. Bástenos enumerar la cantidad de “entradas” folklóricas que celebramos todo el año. Y somos.

Vistosos de atavíos y precisos en el ritmo, con espíritu de comparsa disciplinada, somos puntuales en la escuadra coreográfica, aunque no sepamos aún aplicar esos rigores en nuestra vida cotidiana, en la práctica política, en la convivencia social.

Pero entornemos esta lectura en los bordes de la cueca, esa poderosa creación independentista erigida sobre los aires de la jota colonial, arábigo-andaluza, de la que derivaron danza-danzando la zamba argentina, la cueca chilena y la marinera peruana.

Nuestra cueca tomó pie hacia 1850 para celebrar la bandera republicana propuesta de colores por el presidente Manuel Isidoro Belzu, el primero que gobernó con las clases populares, obreras e indígenas. El legendario “Tata Belzu”.

Desde la mitad del siglo XIX, la cueca se puso a bailar con un pañuelo tricolor para airear el garbo de la mujer y el donaire del varón. El acoso masculino, alentado por la coquetería de ella (que quiere-que no quiere), tiene sus fases-pases de adentro, vuelta, quimba y ahora, voces que mandan a abordar, rodear, tentar y coronar la colusión amorosa, consensuada.

Sobre esa historia sugerida y después de ver bailar en mi juventud a la airosa Martha Salinas, compuse un soneto en versos alejandrinos.

“La cueca boliviana: Y se va la primera preparando el encuentro/ de un ardiente deseo y un hielo de mujer,/ dos pañuelos se agitan cuando con voz de adentro/ llora, llora el alma mía penas del ayer.// Él es un fuego vivo que intenta en cada vuelta/ desatar el incendio con más aire, más aire,/ ella es la flor del frío, bandera que revuelta/ ondea en la sonrisa glacial de su donaire.// La quimba llega ardiendo y el hielo se derrite/ caderas, hombros, labios, se ofrecen en convite/ y el deseo de ambos crepita en un hechizo.// Ahora la cueca saca chispas de amor al piso/ hombre y mujer celebran su erótico barullo/… y en el vaivén del alma, vidita, echa tu orgullo”.

Cualesquiera que sean las letras que se den a la cueca, la coreografía confluirá en el logro del deseo. La cueca es un tablado de propuestas delicadas y audaces provocaciones, decía la tarijeña Ada Rosa Arenas, bailadora de la estirpe chapaca.

Al empezar el siglo XX, los músicos andaban con los vates para poner cada quien su cada qué. Siempre el poeta y el músico. Dos identidades para la entidad de la cueca. Sin plagios, sin trampas enflautantes. Con mutuo respeto a la obra del otro. La cueca es de dos.

Así, eran aliados Miguel Ángel Valda y Rafael García; Simeón Roncal y Nicolás Ortiz Pacheco; Daniel Sosa y Jaime Medinaceli; Gilberto Rojas y Alberto Ruiz, Calderón Lugones y Alberto Arteaga. “Ay, ay, Pepita Peralta, musa de la cueca al vuelo, si ves que el amor me falta dame aire con tu pañuelo”.

La poesía ha de asilarse en la memoria popular con el aval de la música. Hay, claro, melodías que no necesitan de palabras, como existen versos que prescinden de instrumentos musicales.

Willy Claure (“su mano preguntando a la guitarra”, dijimos de él) logró pulir el sonido de una piedra semipreciosa de Jaime Saenz en su novela “Felipe Delgado”: la cueca “No le digas”, qué bella. Imposibles de olvido son las creaciones acuecadas de Matilde Cazasola, Percy Ávila, Nilo Soruco, César Espada, Edgar Bustillos, Gonzalo Hermosa, Jesús Durán, Marco Lavayén, William E. Centellas, Rolando Malpartida, entre los primeros veinte. En los registros de la Sobodaycom hay referencia de ellos.

Pero la cueca es hembra y la fiesta mestiza prefiere el timbre femenino para vibrar de historia que luego será leyenda. Por eso cantan y encantan las aureoladas por la gratitud nacional: los duetos de las Arteaga, Espinoza y Saldaña. O las míticas Kantutas. Por eso también las muy queridas solistas que agitan sus pañuelos en la tregua de la quimba: Zulma Yúgar, Enriqueta Ulloa, Gladys Moreno, Emma Junaro, Jenny Cárdenas, Guisela Santa Cruz, Esther Marisol, Betty Veizaga…

Que siga corriendo el sonoro río por debajo del puente alzado por los Kjarkas, Música de Maestros, Amaru, Los Brillantes, Wara, los Cantores del Valle, Altiplano, Pepe Murillo y, entre cien más, aquel inolvidable ensamble de piano, acordeón y charango que para honrar a la cueca forjaron Castellanos y Torrico. Más antes, el artífice de la cueca chuquisaqueña en las teclas blancas y en las teclas negras: Fidel Torricos.

Ameritará otro texto (“¡y se va la segunda!”) para describir la coreografía cuequera según el humor del clima regional. La cueca boliviana es la única en América Latina con diferencias bien partidas en La Paz, Chuquisaca, Potosí, Oruro, Cochabamba y Tarija. El tinku es el mismo donde sea, como la morenada y otras ocho danzas de avenida abierta con su semblanza única. La cueca es diversa, sin ser plural.

Digo, es un decir, si los letristas se acercaran a los compositores y viceversa, la creación sería “el dije del que te dije”. ¡Cómo no! Esta es la cueca bonita, al nivel de tu belleza, la vida que siempre empieza, en tu pañuelo se agita. ¡Ahora, manos!


“Pero la cueca es hembra y la fiesta mestiza prefiere el timbre femenino para vibrar de historia que luego será leyenda. Por eso cantan y encantan las aureoladas...”

7 de abril de 2013

Organizan la Semana de la Cueca



Con la finalidad de fomentar y conservar las tradiciones y costumbres tarijeñas, la Alcaldía realizará la Semana de la Cueca y el Bailecito, según anunció la oficial mayor de Producción y Cultura, Cira Flores, quien indicó que las personas interesadas en participar en este encuentro pueden inscribirse hasta el 20 de abril en las oficinas de la esta repartición municipal, ubicadas en la calle Sucre y Bolívar.

Flores dijo que podrán participar personas comprendidas en las edades de 20 a 35 años, quienes deberán presentarse con la indumentaria típica de la región, ya que se tomará en cuenta para la calificación la gracia, vivacidad, talento, ritmo y vestimenta típica.
Asimismo, mencionó que esta actividad fue coordinada con el presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve) para realizar los concursos en los minicoliseos de los barrios San Bernardo, 15 de Noviembre, Tabladita, Defensores del Chaco, San José y Juan XXIII. “La final se realizará el 28 de abril en el parque Temático, donde se premiará a los ganadores con trofeos y certificados”, indicó.

5 de abril de 2013

Inicia semana de la danza folklórica llamada “Cueca y bailecito 2013”

El Gobierno Municipal con la finalidad de fomentar y conservar la tradición, y costumbres tarijeñas celebra la semana de la danza Folklórica Nacional.
La Oficial Mayor de Producción y Cultura, Cira Flores, indicó que se llevará a delante la semana de la danza folklórica nacional denominada “CUECA Y BAILECITO 2013”, comunicó que las personas interesadas en participar de este encuentro pueden inscribirse hasta el 20 de Abril en las Oficinas de la Oficialía Mayor de Fomento a la Cultura y Producción ubicada en la calle Sucre y Bolívar o informes al telf. 66-63516.
Flores, dijo que podrán participar a partir de los 20 a 35 años de edad, y deberán presentarse con la indumentaria típica de la región, ya que se tomara en cuenta para la calificación la gracia, vivacidad, talento, ritmo y vestimenta típica.
Está actividad fue coordinada con el presidente de la Federación de Juntas Vecinales, Fejuve, para que a través de su persona hagan conocer a los presidentes de los barrios, y puedan presentarse en los diferentes mini-coliseos de los barrios San Bernardo, 15 de noviembre, Tabladita, Defensores del chaco, San José, y Juan XXIII, y la final se realizara el día 28 de abril en el Parque Temático donde se premiará a los ganadores con trofeos y certificados.

11 de marzo de 2012

POR SU OBRA “10 AÑOS DE CUECA”

Todo un espectáculo. El Ballet Folclórico de La Paz (BAFOPAZ) deleitó al público sucrense con “10 años de cueca”, una obra que refleja la cultura del carnaval paceño entremezclada con una historia de amor entre una cholita y un pepino, realzando el baile de la cueca y otros bailes típicos de varias regiones del país.
El ballet BAFOPAZ no pudo celebrar su décimo aniversario de mejor forma que con la presentación de su obra teatro musical “10 años de cueca” en el Teatro Gran Mariscal.
La obra se dividió en dos partes; en la primera se presentó la obra “La extensión de tus manos”, que gira en torno a las pasiones de un hombre y varias etapas de su vida, en las que la cueca es fundamental; además, muestra el amor entre las cholitas y el pepino durante el carnaval paceño.
La noche subió de intensidad cuando en una casa de fiesta, la Orquesta Típica Nacional interpretó huayños, cuecas, morenadas, que fueron bien acompañadas por los bailarines.
En la segunda parte, se presentaron varios cuadros de danza, música en vivo y teatro en los que también se mostraron los bailes típicos de las regiones del país.
En esta obra también participaron el dúo Entre Dos Aguas y el elenco de teatro Traficantes de Cuentos.
Incluso, la cantautora chuquisaqueña Matilde Casazola fue invitada a interpretar una de sus cuecas.
El espectáculo gustó a la gente y premió cada interpretación con cerrados aplausos.
Los más de 50 artistas que estuvieron en escena mostraron ayer, la riqueza de la cueca en toda su magnitud con las características particulares que tiene en La Paz, Tarija y Chuquisaca.
El ballet es dirigido por Víctor Hugo Salinas.
Compartir

11 de febrero de 2012

Los 10 años de Cueca

El Ballet Folklórico de La Paz (Bafopaz) presenta el espectáculo “10 Años de Cueca” hoy y mañana en funciones de tanda en el Teatro Achá.

Como invitados especiales están la Orquesta Típica Nacional, el dúo Entre Dos Aguas, la Orquesta Cuecainómana y el elenco teatral Traficantes de Cuentos.

“10 Años de Cueca” es una obra creativa que utiliza el teatro, la danza, la música en vivo y el video para darle a la cueca boliviana una visión renovada.

El espectáculo está dividido en dos partes y muestra la cueca en sus distintas variaciones y formas de ser interpretadas, mediante el desenvolvimiento dramático de historias que se entrelazan, creando una fantasía escénica en torno a la cueca boliviana. La primera parte presenta la obra “la Extensión de tus Manos”, ésta gira en torno a las pasiones de un hombre y varias etapas de su vida, donde la cueca ha sido parte fundamental de su desarrollo.

La segunda parte presenta varios cuadros de danza, música en vivo y teatro, con la cueca de hoy, ayer y siempre; música en vivo con la Orquesta Típica Nacional.