28 de febrero de 2010

Fotos Entrada de Bordadores

De la Galeria del Periodico La PAtria










La historia de la Fraternidad en la voz de cuatro diablos antiguos

De La REvista de La PAtria


Una invasión de luces paseaba por las calles de Oruro. Era el reflejo del sol que reverbera en los espejos del pollerín. Máscaras “horriblemente hermosas”--como diría Luís Bullaín-- impresionaban a los espectadores que perseguían a la Fraternidad hasta la plaza del Socavón. “Esos diablos daban unos saltos y unas vueltas impresionantes”, contaba la declamadora Esperanza Llanque, recordando a la Diablada de los “Pijes”.

Hoy esos diablos ya no están por las calles. Muchos dejaron la danza hace más de 30 ó 40 años. La careta está colgada y recostada en el salón. Los pañuelos bordados perdieron su color como las pequeñas fotografías ajadas por el tiempo. Sin embargo, la Fraternidad aun vive en el corazón de aquellos antiguos danzarines como Hugo Mendoza, Eduardo Veneros, Harry Gamarra y Julio Vargas. Este el testimonio de cuatro diablos en homenaje a los 66 años de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, fundada el 25 de febrero de 1944.

HUGO MENDOZA ZAPATA

Hugo Mendoza lleva 87 años y mucho vigor para recordar inolvidables momentos junto a su Fraternidad. Ingresó a la institución en 1946, en el segundo carnaval de los “pijes”.

“Tuve una devoción muy especial a la Virgencita del Socavón. Me animé ingresar a la Fraternidad porque vi algunos amigos fundadores bailando, como Héctor Gutiérrez, José Encinas y Leopoldo Egido, pues, ingrese por intermedio de don José Niño de Guzmán”, recuerda Hugo Mendoza al señalar que en los años cuarenta el Sábado de Peregrinación comenzaba del Parque de la Unión, 6 de Octubre, Cochabamba, Washington y templo del Socavón.

El “Mozo del 900” --como también los conocen los fraternos-- comenzó a bailar en la “Cola” y conforme pasaron los años ascendió hasta guía de la fila roja y después de la verde.

Hugo Mendoza nos cuenta aquella anécdota cuando la Frater viajó a los centros mineros de nuestro país. Fue en Huanuni en la representación del Relato de los Siete Pecados Capitales. “Entonces el papel de ira lo hacía Walter Siles y nuestro ángel Guillermo Arias. Resulta que una alevosa intervención, la ira provoca tanto al ángel que éste toma su espada y golpea fuertemente al pecado hasta romper su espada de madera; no obstante, ante el siniestro, nuestro recordado ángel logró reemplazar su espada por otra de metal. Todo bien, cuando, en Uncía, en una nueva representación del Relato, nuestro pecado vuelve a arremeter con toda su ira contra el ángel, sin percatarse que esta vez la espada era una indestructible espada de metal. El ángel respondió con dos, con tres golpes contra la humanidad del furioso diablo que solo atinó a decir “ata tau”, “ata tau”, retirándose sin antes haber terminado siquiera su papel”.

El diablo Hugo Mendoza dibuja en la mente varios recuerdos, mientras enseña su primer pañuelo bordado de 1946 o aquel otro de 1950. Conserva hasta la primera casaca de ensayo de la década de los cuarenta.

Tantos recuerdos, como la oportunidad en que salieron disfrazados de los vagones del tren para bailar desde la estación de Cochabamba hasta el teatro Bustillos para la proclamación de la Hermana Predilecta de 1952. “Nos atrasamos por culpa del tren pero no fue inconveniente para cambiarnos y salir bailando por las calles, la gente nos siguió hasta el teatro, éramos la noticia del día por la novedad de nuestra Diablada”, cuenta Hugo Mendoza al referirse a las sonadas y bien organizadas proclamaciones que la Fraternidad realizó desde 1945 en el teatro Gran Rex o el Cine Imperio.

Fueron muchos años cuando la devoción prohibía sacarse la careta el Sábado de “Entrada” o la vez que los fraternos asistían a las actividades católicas como Semana Santa. “Los fraternos nos reuníamos a las seis de la tarde cada Viernes Santo para una procesión hasta el Corazón de Jesús. Salíamos de San Francisco con nuestras velas incluso con una banda de música, lloviera o no, no importaba”.

“No puedo dejar a la Frater…” relataba Hugo Mendoza mientras apretaba el botón de un grabadora con el casete de la orquesta Cosmos con casi todos los temas cantados de la Diablada. “A veces cuando estoy solo escucho este casete y me pongo a bailar” nos decía.

EDUARDO VENEROS ARIAS

Eduardo Veneros Bustillos ingresó a la Fraternidad en 1956, motivado por sus padres que estuvieron a cargo de los cargamentos de oro en acémilas para la Fraternidad. “Me acuerdo que mi padre César Veneros Bustillos era un amante de la Fraternidad. Siempre me impulsó para que ingrese a la Diablada. Mi primer Carnaval fue en 1957 y bailé hasta 1975 cuando mi hijo bailó y se quedó como mi reemplazante”. Baile ojo cerrado por la Virgencita y siempre pedí la salud de mis padres, de mi familia y de mis hermanos fraternos”.

Eduardo Veneros bailó el año que se formó la Diablada Ferroviaria, cuando hubo un momentáneo bajón por el éxodo de diablos fraternos a la recién creada agrupación diablesca. “Algunos fraternos que trabajaban en el ferrocarril se resistieron de no bailar, puesto que el sindicato obligó a todos ferroviarios, los que no acataron fueron Tito Aranda y Hugo Padilla, pero los castigaron y los mandaron a trabajar en los ramales por no ingresar con la Diablada Ferroviaria” cuenta don Eduardo, al reiterar su apasionado cariño a la entidad que le costó ingresar, porque tuvo que cumplir requisitos como el certificado de buena conducta de la policía, el certificado médico y dos testigos que avalen la honestidad de su persona.

Eduardo Veneros recordaba que el ángel Guillermo Arias encabezaba la tropa de los diablos, precedido del Lucifer y Satanás que eran Gualberto Herbas, Natalio Terceros, José Adrián Ocampo y las recordadas chinas de los hermanos Blancourt, Néstor Valverde, Carlos Villegas y muchos otros fraternos.

Era la época de las parodias de la Fraternidad. “Teníamos dos compositores Hugo Bustillos, Serafín Delgado y nuestro cantor Isauro Romano. Después de los desfiles del 10 de Febrero, en el bar Huari, a través de unas cervecitas, todos estaban iluminados y de ahí salían las composiciones de la institución” relata don Eduardo extrañando la Comunión General que se realizaba el domingo de Ultimo Convite, cuyas damas de la sociedad orureña ofrecían un desayuno para todos los diablos quienes cantaban y bailaban con ellas.

El baile era también diferente. Había mayor disciplina. “Por ejemplo la cueca bailábamos diferente levantando los piernas hacia el costado, no ahora como una patada adelante como si estuvieran pateando pelota. La Frater era el único conjunto que bailaba la cueca ahora todos bailan pero mal”, recuerda al destacar que se aceptaba todo menos sacarse la careta hasta llegar al Socavón.

HARRY GAMARRA

Harry Gamarra Durana no alcanzó a bailar para la fundación, pero siguió de cerca a muchos “pijes” que eran sus amigos. Ingresó a la Fraternidad en 1950 y de ahí comenzó una larga permanencia en la institución que recuerda y que quisiera volver a bailar para la Virgen, si otra vez fuera joven.

“Que te saquen la mugre para enseñarte a bailar” cuenta Harry Gamarra al recordar que no fue muy difícil, porque tenía que verlo bailar al “Quiwicha” Luis Vizcarra que era el guía de la fila verde.

“Recuerdo que las reuniones se hacían en la sede del CASCO que era una entidad deportiva ubicada en la calle Junín y Potosí. Ahí nos examinaban y preguntaban por qué queríamos bailar. Ese primer año fue difícil porque bailé con una careta de otro fraterno. Me asignaron el decimoquinto puesto y años más tarde tras regresar de Quechisla el ángel Guillermo Arias me puso como guía de la fila roja donde baile por quince años para ser, más tarde, jefe de danza y disciplina en la institución” cuenta don Harry al recordar que fue innovador de muchos elementos en la Fraternidad como la careta y el traje iluminado en 1964; o el pañuelo central con doble flecadura o los bordados interiores en los pañuelos laterales.

“Como jefe de disciplina adquirí por primera vez la luz negra para la Fraternidad. No es más nos dieron seis luces negras de alta potencia. Recuerdo que ese año apagamos toda la energía de la Avenida Cívica e instruimos para que los diablos coloquen papel fosforescente sobre su disfraz y su careta. Una vez prendida la luz negra el espectáculo era maravilloso. Ahora resta saber dónde está esa luz negra”, recuerda Harry Gamarra, sin olvidar que la Fraternidad fue la primera institución que utilizó los humos de colores en las demostraciones y fue su hija Gigi Gamarra la primera en estrenar una máscara de China Supay para mujer.

“Ahora muchas cosas han cambiado en la Fraternidad. No hay disciplina en la danza como las vueltas y la prosa que antes se bailaba” recuerda el diablo también conocido como “Lata jarro” que logró adaptar el Relato de la Diablada en 20 minutos para un festival latinoamericano en el Sesquicentenario de la República.

JULIO VARGAS

Julio Vargas es otro antiguo diablo. Ingresó muy joven, el año de 1950. “Por entonces mi padre tenía una panadería sobre la calle Tejerina donde los matarifes traían sus latas de alcohol para cocer algunas menudencias de res; fue así que vi los ensayos de los matarifes en la puerta del matadero. Recuerdo que quise ingresar al Corso Infantil con una careta que nunca me entregó el caretero Pánfilo Flores. Poco después, ingresé a la Fraternidad y con otros nuevos fraternos cocinamos para la banda de músicos o atendíamos como garzones a los diablos antiguos”, recuerda Julio Vargas al apuntar que los ensayos se realizaban en la “Llama Kancha” sobre la calle Junín, donde, antiguamente, llegaban los llameros con su carga.

La Frater llevó a cabo las mayores innovaciones. Cuenta Julio Vargas que las botas eran trabajadas por Zenón Ayala que las hacia especialmente para la diablada con estaquilla y maderas muy bien trabajadas “Las botas estaban inspiradas en las zapatillas rojas del ballet de Moscú y por eso decían las botas coloradas”, indicaba sin dejar de mencionar que las primeras manguetas con sus guantes surgieron en la Frater a mediados de los años cincuenta.

En esos años el programa del Carnaval era distinto. No pasaban de quince conjuntos folklóricos y la Fraternidad ingresaba a eso de las cuatro de la tarde. “Nuestra Diablada era el número estelar, era el conjunto más esperado, porque siempre presentábamos nuevos trajes y la gente nos seguía por las calles hasta llegar al Socavón. Otros conjuntos nunca fueron tan atractivos como el nuestro”, cuenta don Julio al señalar que después de la Entrada del Sábado se preparaban para la demostración nocturna en la Avenida Cívica, porque consideraban que el “público había recibido muy poco del espectáculo de la Fraternidad”.

Otro aspecto ya desaparecido era la Ch’alla del Martes de Carnaval donde se cumplían ciertas tradiciones. “El martes de Carnaval nos concentrábamos a las 9 en la casa de los pasantes y salíamos a ch’allar nuestro lugar de ensayo que era la Velasco Galvarro en el Mercado Campero. Ahí las caseritas nos invitaban y bailábamos con ellas y luego visitábamos los domicilios de algunos fraternos. Jugábamos con harina y agua, no éramos muchos alcanzaríamos todos a unos 150 fraternos”

Julio Vargas cuenta la historia del “Mechadito” en el viaje al Perú en 1964. Resulta que los diablos llegan a la ciudad de Puno y una vez instalados en un internado, el grupo de los “Pomalcas” decide tomar algunos tragos en la ciudad peruana, mientras tanto un grupo de los más jovenzuelos permanecen en el local y Julio Vargas precavido trae una buena cantidad de panes colisas y algunos refrescos. “Los más jóvenes no salimos y ahí el fraterno Ricardo Barrera revela que en uno de los equipajes de un fraterno, se ocultaba una piernita de cordero. No dudamos y dimos fin con tan suculento plato. Resulta que horas más tarde regresan los fraternos con mucha hambre. De esta forma cada uno ofrecía lo que tenía y el fraterno Fidel Luna ofrece su mechadito. Cuán grande fue su sorpresa al encontrar en su equipaje los restos y el hueso de tan devorado plato. De nada sirvieron las maldiciones y las averiguaciones. Todos callados”.

Aquel viaje fue uno de los más importantes, porque se demostró al país peruano de donde venía la Diablada y por qué esta danza era lo más representativo del Carnaval de Oruro. “Aquel viaje fue de gratos recuerdos y emociones. Con un poco de chispa, junto al fraterno Manuel Iriarte, se nos pegó la música peruana y empezamos a componer y cantar el siguiente estribillo: “Se acerca la madrugada/ se acerca el amanecer/ los diablos están bailando por las calles del Perú/ aunque no me quieras/ ya me has querido/ aunque me aborrezcas/ tu diablo he sido”, cantaba al señalar que en este viaje nació la banda 10 de Febrero y en 1965 la Fraternidad es el primer conjunto que ingresa con dos bandas de música.

Julio Vargas adaptó y compuso varias parodias como “Ovejerita”, “Cunumicita” “Destacamento Diablo” y “Caripuy Torrecita” entre otros. Hoy el antiguo diablo recuerda a su institución y no pierde la esperanza de regresar a la danza para demostrar la “prosa” del diablo.

Este es el homenaje a la Fraternidad, a aquellos antiguos danzarines que hace muchos años le dieron brillo y color a nuestro Carnaval de Oruro. Este el homenaje a recordados fraternos como Luís Vizcarra Cruz, “Pato” Martínez, Serafín Delgado, y muchos otros que hicieron temblar, tantos años, las calles de Oruro.






En la despedida del Carnaval de Oruro La calle de las Artes se viste de hilo milán y lentejuela



Toda la creatividad se muestra en los trajes de morenos
Lujo, colorido, belleza, garbo, música, danza, pero sobre todo devoción hacia la Virgen Morena del Socavón son los aspectos preponderantes de una fiesta sin precedentes y que a través de los años ha ido creciendo en importancia, no solo por las connotaciones que tiene la fiesta de los bordadores en arte nativo, sino por el verdadero cierre del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

El culto a la Patrona de los mineros que data de 1789 con la aparición de las leyendas del Nina–Nina y el Chiru–Chiru, se fue arraigando en cada ser humano, habitante de esta tierra.

A esa fe y devoción no podían estar ausentes los bordadores de la calle de las Artes o calle La Paz como se la conoce hoy en día. Ellos también le dedican su amor a través de la labor que hacen en la confección de un sin número de trajes de las distintas especialidades de danza que posee la Obra Maestra de la Humanidad.

Es ese gremio que le da ese toquecito mágico de belleza y colorido, con fantásticas creaciones artesanales, todas basadas en la creatividad y talento innato que Dios les dio para que sus trabajos se conviertan en verdaderas obras de arte, envidiadas por propios y extraños.

Ese legado que permanece desde tiempo inmemorial, se reproduce siglo tras siglo y que pasa de generación en generación.

Son ellos, los bordadores en arte nativo que al margen de tener jornadas duras de trabajo, cierran el Carnaval más grande del mundo y le dedican a su Patrona la danza de la morenada y de la diablada, para agradecerle no solo por la oportunidad que les da, en progresar a través del sacrificio de sus manos, sino también por los milagros que les realiza, aunque parezca raro creerlo.

Y precisamente, uno de esos milagros ocurrió el año pasado, según contó uno de los ex pasantes de la morenada Unión de Bordadores.

Explicó que el día de la entrada de su gremio, comenzó a llover en la Plaza de la Ranchería, donde normalmente llevan adelante sus actividades festivas. Ese día comenzó a llover y se mojaron todos. Sin embargo, la imagen de la Virgen del Socavón que era llevada en las manos de la pasante, no se mojó, pese a que estaba descubierta.

Cuando llegaron a la casa del pasante se dieron cuenta que el manto de la Virgen del Socavón y ella, estaban completamente secos, motivo que originó lágrimas de los devotos, por el momento tan inolvidable que estaban viviendo.

FIESTA

Dos semanas después de la realización de la entrada del Sábado de Peregrinación, la calle de las Artes se viste de gala, mezclando el hilo milán con la lentejuela, para decirle: “Madrecita, estamos aquí tus hijos, los bordadores para rendirte pleitesía”.

Y es así que desde hace varias décadas, los bordadores le ofrendaban simplemente misas de acción de gracias, sin embargo, a fines de la década del 80 del siglo pasado. Esa devoción se fue agrandando y se trasuntó en danza, que a la fecha es una de las actividades más esperadas del Carnaval y se muestra otra faceta del Gran Antruejo de los Andes.

La fiesta se inicia el jueves con la última velada a la Patrona de los mineros; el viernes realizan la verbena o luminarias, mezcla de ritmos musicales interpretadas por las bandas de música contratadas. El sábado se efectúa una misa de acción de gracias en el Santuario de la Virgen del Socavón y posteriormente muestran su destreza en la ejecución de la danza, a través de un recorrido que efectúan por las calles de la ciudad de Oruro.

Bailan en la Plaza de la Ranchería hasta una hora determinada y luego se trasladan a sus locales de fiesta para continuar con la celebración que dura hasta altas horas de la noche.

La madrugada del domingo, llevan adelante el alba al contrapunteo de las bandas de música y se sirve el tradicional K’alapari, que es compartido entre todos los participantes. La fiesta se extiende por ese día. Se tiene la costumbre de ch’allar los talleres de los bordadores en visita que hace el pasante. La celebración termina el lunes con el déjame o despedida, y con la designación de un nuevo pasante que tendrá a su cargo la fiesta del próximo año.

PRIMERA MORENADA

La Morenada Unión de Bordadores en Arte Nativo nació en 1989 a devoción de la Virgen del Socavón por iniciativa de sus socios, Prudencio Flores, Costo Magne, Juan Magne, Modesta Vda. de Serrudo y otros que fueron quienes contagiaron al resto del gremio para iniciar la entrada de los bordadores.

A partir de ese momento, la fiesta fue tomando forma y creciendo en magnitud, que no solo tenía como base la entrada, sino una serie de actividades que se fueron consolidando gestión tras gestión, como contó el pasante de este año, Mario Yave.

“Tenemos una serie de tradiciones que se inician desde el viernes, con la verbena o luminarias, el sábado es la entrada, el domingo tenemos temprano el alba y seguidamente el k’alapari, para el próximo año estamos implantando la pisa de la morenada”, explicó.

Otro de los hechos que llama la atención, es la denominada “Ley del Achachi”, que consiste en castigar con látigo y cerveza a los socios que se atrasan a las distintas actividades organizadas para la fiesta, pero principalmente al alba.

“Se le alza en hombros, se le echa un poco de cerveza y se le da tres chicotazos, el dolor es intenso”, afirmó.

Aproximadamente el 75 por ciento de los bordadores pertenece a esa morenada.

Para este año, sorprendieron con el diseño y confección de sus trajes, ya que hicieron una innovación tomando en cuenta los colores de la enseña tricolor, aspecto que por primera vez se observó y que solo será utilizada en la festividad de los bordadores.

Las mujeres se destacaron por utilizar la mantilla de vicuña, cuyo bordado en hilo milán tenía motivos de la leyenda de las cuatro plagas o la mitología de la Obra Maestra, como son las hormigas, el sapo, el lagarto y la víbora, que dieron origen al Carnaval de Oruro.

Mientras que los varones bordaron sus trajes de moreno con telas de la tricolor, destacando cada una de sus filas, con el rojo, amarillo y verde.

MORENADA GENERACIÓN 2001

La Morenada Generación 2001 fue el segundo conjunto folklórico de esta festividad que se creó para engrandecer la entrada de los talentosos bordadores, aunque su origen parte de la Morenada Unión de Bordadores en Arte Nativo.

Ya que después de una pugna, se dividieron y otro grupo de bordadores, formaron la morenada mencionada, que también tiene en sus filas a un buen número de danzarines y sigue las tradiciones que se impusieron en la fiesta de los bordadores.

DIABLADA JUVENTUD

La Diablada Juventud de la calle La Paz nace el 2004 impulsada por los jóvenes vecinos de los bordadores de la referida calle.

El presidente de la institución, Javier Alave Salas manifestó que hace años, los jóvenes que no eran bordadores, participaban de la fiesta de ese gremio engrosando una de las morenadas, sin embargo, en una oportunidad, uno de los pasantes rechazó a los jóvenes danzarines y fue el impulso para que dicho grupo no pierda su interés en participar en el cierre del Carnaval de Oruro y se organizaron en la Diablada Juventud de la calle La Paz.

Los fundadores fueron Edgar Ríos, Javier Alave, Maura Montaño, Freddy Echeverría y otros, que proponen a los vecinos a bailar la danza de la diablada en devoción a la Virgen del Socavón.

El primer año como diablada lograron el primer lugar tras participar de una actividad que organizaron los bordadores.

Los jóvenes de la calle La Paz tienen una imagen de la Virgen del Socavón, a quien le dedican veladas un mes después de haber pasado la fiesta de los bordadores.

Esa actividad les sirve para recaudar recursos económicos que les servirá para el año siguiente en el contrato del local y de una banda de música.

Una de las costumbres que tienen los integrantes de la entidad folklórica, es comer rostro de ternera en el alba, que es ofrecida por el actual presidente de la Gran Tradicional Auténtica Diablada de Oruro, Demetrio Alcalá.

MORENADA UNIÓN MONARCA

La morenada Unión Monarca, que lleva el nombre del taller de bordados Monarca, su fundador es el artesano Félix Orlando Blacutt Sánchez. El debut de este cuarto conjunto folklórico se dio en el año 2007.

“Esta nueva morenada se creó el 21 de febrero de otra que éramos parte (Generación 2001). Pedimos a la Virgen del Socavón que nos dé siempre su bendición. Aquí bailamos los bordadores, parientes, amigos e incluso participan los clientes”, señaló en esa oportunidad su fundador.

Hecho que también repitió en esta gestión, argumentando que antes participaban con un bloque de morenos, integrantes de su taller, en la Morenada Generación 2001.

A raíz de ese tema, se forma la primera morenada que nace en un taller de bordados.

Actualmente, dicho conjunto folklórico está por los 70 danzarines, varios de ellos, son componentes de la Morenada Mejillones, Morenada Central Oruro, fundada por la Comunidad Cocani , Morenada Zona Norte. El principal requisito para ingresar a bailar en la Morenada Unión Monarca, es la fe a la Virgen del Socavón.

Rector del Santuario del Socavón, padre Bernardino Zanella “Debemos reconocer la creatividad de los bordadores en el Carnaval de Oruro”


“Debemos reconocer la creatividad y originalidad que brindan los bordadores en el Carnaval de Oruro”, enfatizó el rector del Santuario de la Virgen del Socavón, padre Bernardino Zanella.

Los bordadores en arte nativo se concentraron ayer a las 09:00 horas en el Santuario para expresarle su fe y devoción a la Virgen del Socavón, patrona de los Mineros y Reina del Folklore de Oruro.

“Creo que es importante fijarnos en el aporte que están dando los bordadores en todo este proceso del Carnaval, nosotros nos hemos fijado en distintos momentos sobre todo en la gran entrada del Sábado de Carnaval, y es justo que veamos por los conjuntos y las bandas, pero tenemos que dar una mirada especial para estos artesanos que aportan con su originalidad y creatividad”, expresó Zanella luego de la celebración Eucarística.

Los bordadores, luego de todo lo que significó el Sábado de Peregrinación y el Domingo de Carnaval para lo que trabajaron desde mediados del año pasado, visitaron a la Virgen del Socavón para agradecerle por el trabajo que brindaron a los danzarines de los diferentes conjuntos que participan del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

“En este momento los bordadores quieren agradecer a la Mamita del Socavón por su trabajo, servicio y creatividad, que es una parte interesante e importante, entonces es un reconocimiento necesario, además de ser un momento de devoción ellos también quieren estar a los pies de la Virgen del Socavón”, dijo el padre.

Durante la celebración se leyó un texto importante que reflexionó a los presentes sobre el amor a los amigos, pero también sobre el amor a los enemigos.

“Jesús mira lo que pasa en la sociedad, todos aman a sus amigos y rechazan y odian a sus enemigos, pero si uno quiere ser discípulo de Jesús debe cambiar su corazón y ser diferente, no hacer como hacen todos, sino también aprender a amar a sus enemigos, es increíble esta propuesta”, señaló.

Dios, dijo Zanella, hace salir el sol sobre campo del bueno y sobre el campo de la persona que no es buena, y lo mismo la lluvia, así ustedes sepan amar sin discriminación; me parece que es un mensaje muy importante porque va cambiando nuestro corazón tenemos que cambiar también las estructuras de la sociedad, al servicio de las personas pero junto con el cambio de las estructuras aprender a amar sin discriminación.

En honor a la Virgen del Socavón Bordadores estrenaron trajes con colores de la enseña tricolor


Los danzarines de la morenada Unión de Bordadores en Arte Nativo estrenaron ayer durante la entrada dedicada a la Virgen del Socavón, trajes de morenos basados en los colores de la enseña tricolor, además de darle lujo y colorido a través de sus bordados, con motivos del escudo del departamento de Oruro y la imagen de la Virgen del Socavón.

Esa iniciativa de innovar los trajes en colores que por lo general no son comunes en la entrada del Sábado de Peregrinación del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, nació durante una reunión de los integrantes de ese gremio, que se preparaban para organizar la fiesta del pasado sábado.

“La idea es innovar y mostrar la riqueza de nuestro gremio. Estamos estrenando este año los trajes rojo, amarillo y verde”, aseguró ayer el bordador Milton Belzu.

Él fue parte del bloque de morenos, se disfrazaron con trajes que llevaban los colores de la enseña tricolor. Una fila vestía de rojo, la otra de amarillo y la tercera de verde.

Belzu manifestó que ese tipo de trajes sólo serán lucidos en la entrada de los bordadores por ser un diseño propio del mencionado gremio.

Fue realmente un espectáculo y un deleite para la vista el observar los trajes confeccionados para esta ocasión, infinidad de colores que dieron vida y esplendor a la entrada de estos artesanos.

RECORRIDO

Durante su recorrido por las principales calles de la ciudad, el bloque de morenos, más el de cholitas que iba por delante y, quienes estaban muy bien uniformadas desde la cabeza hasta los pies con mantas de color naranja combinadas con lila, se ganaron el aplauso del público, que destacó su participación en el trayecto.

Los turistas que aún se encuentran en la Capital del Folklore de Oruro, no desaprovecharon la oportunidad para tomar fotografías y llevarse un recuerdo del cierre de actividades del Carnaval de Oruro.

El pasante de la morenada Unión de “Bordadores en Arte Nativo”, Mario Yave Fuentes expresó que esta fecha es muy importante para todos los artistas de la calle La Paz, pues al margen de ser artesanos y aportar al Carnaval de Oruro también quisieron rendir pleitesía a la Virgen del Socavón.

Asimismo, la presidenta de la Asociación de Bordadores en Arte Nativo, Ana María Zuna indicó que siempre están presentes en el Carnaval con su bordado, cuyo trabajo es manual, utilizando la lentejuela y el canutillo, y actualmente sobre todo las perlas.

“Es un trabajo muy arduo, porque muchas veces tenemos que entregar los trajes de 25 a 30 personas de un bloque, pero vale la pena. Por lo que hoy en nuestra fiesta espero que se diviertan todos los bordadores, que compartan todos como hermanos y que no excedan en la bebida”, expresó Zuna.

26 de febrero de 2010

Fotos Carnaval de Oruro 2010 Decima Tercera Parte.

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Fotos Carnaval de Oruro 2010 Decima Segunda Parte.

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El Vicepresidente Alvaro Garcia Linera Bailando

El Vicepresidente Alvaro Linera tocando el TRonbon

La Miss Bolivia Claudia Arce