En la ciudad de Puno, en el sur del país, Humala agregó que la festividad, que empezó ayer en esa región andina, "ha trascendido a Puno y pertenece a todo el planeta, pero siempre perteneciendo aquí”.
"Aymaras y quechuas, unidos de la mano, sin pelearse, junto a sus autoridades, lograron este esfuerzo enorme, que pone a Puno en la comunidad internacional como un nombre con orgullo”, dijo Humala.
El mandatario entregó el título de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), otorgado en noviembre pasado, al alcalde provincial, Iván Flores, y al presidente regional de Puno, Juan Luque, en el atrio de la catedral de Puno.
Durante la ceremonia, Humala estuvo acompañado por su esposa, Nadine Heredia; el canciller, Gonzalo Gutiérrez; la ministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón; la representante de la Unesco en Perú, Magaly Robalino; y el embajador de Perú ante la Unesco, Manuel Rodríguez Cuadros. A continuación, hubo un pasacalle por el centro de Puno con las principales danzas de la festividad, entre las que destacan la diablada, la morenada, los huacones y los sikuris, entre otros. Humala añadió que la fiesta de La Candelaria es "un esfuerzo de sincretismo” que une "la religiosidad y el esfuerzo de los artesanos y artesanas puneñas”, que crean las máscaras y disfraces de cada uno de los personajes y bailarines de la celebración.
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