3 de enero de 2017

Sugieren regular uso del patrimonio histórico y cultural


PUJLLAY Y AYARICHI

El Pujllay y el Ayarichi son formas musicales y coreográficas de la cultura yampara que se complementan. Le Pujllay se practicas en la época de las lluvias y el Ayarichi en la temporada seca. El Pujllay lo ejecutan principalmente hombres en el transcurso de un ritual del mismo nombre que celebra la renovación de la vida y la abundancia traída por la época de las lluvias.

Independientemente de los gustos musicales, el videoclip de Yarita Lizeth, que muestra la vestimenta de la danza del Pujllay, reabrió el debate sobre la necesidad de normar y regular el uso del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de Chuquisaca.

En pasados días, la artista peruana lanzó su último tema musical denominado “Perdóname”, cuyo video fue grabado en el poblado de Pisili, del municipio de Tarabuco, y en dos atractivos turísticos de Sucre.

Esta producción generó distintas reacciones en redes sociales, pero también un debate entre autoridades, académicos e investigadores sobre el uso de la vestimenta yampara y el Pujllay en un tema música del género huayño.

El secretario General del Gobierno Municipal de Sucre, Enrique Leaño, reconoció que hay un vacío legal sobre el uso de los espacios públicos en el ámbito cultural y turístico.

“Si se trata de promocionar nuestros atractivos y cultura podría ser beneficioso; sin embargo, cuando se trata de alguna situación que pueda tergiversar de alguna manera nuestras culturas y tradiciones, entonces eso sí es muy peligroso”, expresó.

Respecto a la cultura yampara, dijo que si bien no es netamente de Sucre puede llegar un momento en que las danzas autóctonas del municipio también puedan ser afectadas, alteradas o tergiversadas.

“Es necesario regular, si bien estamos en la idea de promocionar para exportar la marca Sucre hacia el mundo, puede ser esta misma tergiversada”, insistió al anunciar que el Ejecutivo Municipalidad iniciará las gestiones necesarias para elaborar una norma que regule las actividades de los grupos locales, nacionales o internacionales.

Aclaró que la futura normativa no restringirá ni privará las actividades culturales o artísticas, pues Sucre está abierta a cualquier iniciativa nacional o extranjera en este ámbito.

“Si respetan nuestras tradiciones, costumbres y culturas pueden venir a Sucre para desarrollar sus actividades culturales y como municipio nosotros abrimos nuestras puertas siempre y cuando reflejen lo que realmente es nuestro municipio”, remarcó.

UN ACADÉMICO

El docente universitario Enrique Cortez, por su parte, observó que el videoclip carece de los créditos e indicaciones que dan cuenta del territorio y patrimonio cultural boliviano, las infraestructuras y los espacios donde se realizó la filmación.

“El problema es que cuando esto se universaliza o se comercializa y sale al mercado, la gente no sabe que es Sucre o Tarabuco, para eso debe haber una utilización autorizada porque se trata de patrimonios históricos y culturales”, remarcó.

Además, añadió, es una descontextualización porque hay un tipo de música que no corresponde a la cultura yampara. “Hacen que nuestros valerosos héroes de Jumbate, los sonqo mik'u (come corazones) que les decían y que hacen temblar a los ejércitos azules, ahora aparecen bailando un huayño peruano”, reflexionó.

UN INVESTIGADOR

Para Pío Martínez, del Centro de Conocimiento Andino “Ñan Para” (camino lluvia) con sede en Tarabuco, detrás de los bailes, las danzas y vestimentas autóctonas se esconde un gran misterio místico, sagrado, religioso y lógicamente histórico.

“Darle este valor (…) a la danza del Pujllay es pues quitarle todo el valor, echarle lodo, echarle una podredumbre a este reconocimiento que hemos tenido como chuquisaqueño”, dijo en referencia al título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad otorgado por la UNESCO.

Martínez dijo que no cualquiera se puede poner la vestimenta típica de los yamparas. Por ejemplo, “en nuestras comunidades las ñustas que acompañan a los iniciantes para ponerse el ajsu (falda) y bailar el Pujllay tienen que ser muchachas jóvenes y puras”, remarcó.

COMPOSITORES

El coordinador administrativo de la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores de Música (SOBODAYCOM), Vicente Vargas, expresó que el videoclip grabado en Tarabuco incurre en una tergiversación cultural al poner a bailar el Pujllay con el ritmo del huayño peruano.

“Hay una equivocación referente al marketing que están utilizando los que manejan a esta cantante y a esto creo que amerita una reacción inmediata de la Alcaldía de Tarabuco para sentar precedente, porque de lo distorsionado que ya está la cultura yampara en las diferentes entradas folclóricas, donde el Pujllay se lo baila mal en Potosí, Llallagua o Cochabamba, más estas utilizaciones inapropiadas entonces van a ir siempre en desmedro de la originalidad que tenemos como cultura a la región yampara”, reflexionó.

Vargas recordó que no hay ningún antecedente de algún compositor o grupo boliviano que haya hecho un trabajo similar en Perú. “Imagínense que un grupo boliviano haga un videoclip utilizando el Machu Picchu, que es un ícono peruano y además de eso utilizando la vestimenta de los hermanos peruanos y que nada tenga que ver la temática de la obra que se va a filmar”, comparó.

El Pujllay y el Ayarichi de la cultura Yampara fueron declarados en 2014 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por el Comité de la UNESCO para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.

El alcalde de Tarabuco, Iver Meras, dijo que la filmación del videoclip de la cantante peruana no tuvo autorización, pero no quiso dar mayores declaraciones al respecto.

El Comité de Salvaguarda de las danzas Pujllay y Ayarichi ya conoce del asunto, pero todavía no se pronunció.

Este diario intentó comunicarse con la artista Yarita Lizeth, pero uno de sus contactos en Bolivia dijo que esta solicitud podría ser atendida recién a partir de la segunda quincena de enero.


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