22 de enero de 2016

Tradición y modernidad en el atuendo de la comadre

¿Es conveniente que la vestimenta típica de las comadres – que es el típico atuendo de la campesina chapaca- cambie de acuerdo a los tiempos o existe la necesidad de mantener sus características para evitar su distorsión y sean utilizadas de manera equivocada en presentaciones en el interior del país y en el extranjero?

Usanzas
Los tiempos cambian y las usanzas de los pueblos no están ajenas a este hecho, sin embargo para el director de la academia de danza “Sol de América”, Fausto Otondo Camacho, hay tradiciones que se deben mantener para conservar su encanto, por ejemplo las características de la vestimenta carnavalera de la Comadre.
Establecer lazos de compadrazgo es reafirmar los lazos de amistad que en el día de Compadres o Comadres se expresa regalando a la persona indicada una “canasta” que debe ser retribuida al año siguiente. Esta celebración tarijeña desde hace algunas décadas trascendió la región y se difundió a nivel nacional.
El Jueves de Comadres, comparsas de mujeres con la vestimenta típica chapaca realizan la tradicional entrada; sin embargo, según Otondo, se debe cuidar la manera adecuada de vestir y el ornamento con el fin de cuidar la tradición y cultura regionales y sea difundida de la forma correcta.
Por ejemplo, el color del sombrero debe ser plomo o amarillo (color “caña”) y no otro, menos rojo o guindo. De la misma manera la blusa debe ser blanca o marfil, antiguamente sin bordados pero sí con encajes y no naranja, azul, morado, lila o verde. Las mantas también blancas, jamás negras, bordadas, de forma rectangular y no triangular como se usa actualmente.
En cuanto a la pollera el largo hasta la rodilla y con enaguas (costumbre perdida) y en cuanto a los ornamentos, apenas se usaba unos pendientes y collar sencillos. Las flores tampoco eran muy vistosas, son las que se encontraban en la época como las dalias, claveles y la albahaca; no así rosas artificiales, gladiolos, nardos, amancayas o girasoles.
Sin embargo, para el director de Patrimonio y Gestión Cultural de la Gobernación, Nelvin Acosta, toda vestimenta va sufriendo cambios con el correr del tiempo y los cambios de usos y costumbres, lo cual no es bueno un malo, sino que responde a las necesidades de la moda, por ejemplo las mujeres antes usaban sandalias de cuero, luego empezaron a usar ojotas y ahora las usan de colores. También existen modificaciones por las exigencias de la danza, por ejemplo las trenzas de la chapaca nacen debajo la nuca, pero empezaron a hacérselas desde las sienes porque así sujetan mejor el sombrero con trabas y les es más fácil bailar.
“No podemos exigir que la gente se vista bajo ciertas formas sin darles a conocer cómo se lo hacía originalmente, he visto camisas típicas con pinzas cuando las del varón son rectas y anchas como las modernas por lo que responden a elementos modernos, y es inevitable esta fusión, mientas el espíritu de preservar nuestras costumbres a través de la vestimenta se siga cultivando es inevitable que suceda”, argumentó.
Para el presidente de la comisión de Cultura y Turismo del Concejo Municipal de Cercado, Alan Echart, es natural que el progreso y la evolución influyan en el quehacer artístico y de la festividad. Por ejemplo hace 30 o 40 años la camisa del varón no estaba bordada, pero hoy en día es característico y tomado como tradicional que lleve figuras de flores y elementos típicos chapacos.

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