7 de diciembre de 2015

fiesta patronal de la Inmaculada Concepción de María.



El municipio de Mojocoya, conocido como el “granero de Chuquisaca”, una tierra con gran potencial arqueo-paleontológico que ahora, debido a la migración, quedó vacía, convoca a sus hijos —sin importar cuán lejos se encuentren— en estos días previos a la fiesta patronal de la Inmaculada Concepción de María.

Hasta este martes, 8 de diciembre, llegarán al pueblo, ubicado a 170 kilómetros de Sucre, mojocoyanos provenientes de la capital, de otros departamentos del país e incluso de otras latitudes del mundo para celebrar la fiesta principal del lugar.

El presidente del Centro Cívico de Residentes de Mojocoya en Sucre, Vidal Carrasco, informa a ECOS que la familia Martínez-Yucra, radicada en Argentina, es la pasante este año.

El granero de Chuquisaca
Hace algunas décadas, Mojocoya era un municipio productor de trigo, maíz y papa; así fue que se lo bautizó como el “granero de Chuquisaca”, nombre que honró durante la Guerra del Chaco, pues familias enteras se encargaban de recolectar los productos agrícolas de sus pampas para enviarlos en animales hasta Zudáñez y de allí pasaban a la zona de operaciones de la contienda bélica.

Pero la producción no solo se centraba en los cereales o tubérculos: había otra actividad a la que se dedicaban la mayoría de las familias del lugar. “Hasta la década de los sesenta Mojocoya aportó con muchos impuestos a la renta interna, mucho más que Camargo”, relata Carrasco.

“Por entonces la principal actividad en el pueblo era la destilación del licor de caña. Había 20 falcas en el pueblo, la gente trabajaba todo el día y en la época de cosecha se trasladaba al campo a cosechar trigo y maíz”.

Posteriormente, durante la década de los setenta, la empresa Guabirá comenzó a producir alcohol con el bagazo de la caña; y como ya no había en qué trabajar, los pobladores de una Mojocoya venida a menos decidieron migrar a otros lugares en busca de mejores oportunidades de vida.
Solo se quedaron tres familias, que siguen allí.

La Villa de Mojocoya
Su nombre original es San Pedro y San Pablo de Los Sauces de Mojocoya. Fundada en 1584 por Melchor de Rodas, es uno de los pueblos más pequeños de la época de la Colonia. Su nombre en quechua es Musoj Khoya, que se interpreta como “mina nueva” o “fuente de nueva riqueza”.

Según Carrasco, Mojocoya se constituye como un punto de defensa contra el persistente ataque de los chiriguanos. Fue creada mediante ley el 14 de enero de 1941, durante la presidencia de Enrique Peñaranda. Es la tercera sección municipal de la provincia Zudáñez del departamento de Chuquisaca.

Mariano Serrano fue el dueño y señor de Mojocoya, desde Redención Pampa hasta Quivale. Como participó en la lucha independentista y en la creación de la nueva República de Bolivia, recibió como un premio del Estado todo ese sector.

Demandas
Carrasco considera que las autoridades municipales y departamentales deben aprovechar el potencial arqueo-paleontológico que tiene Mojocoya para generar turismo.

En su criterio se debería dar mayor utilidad al puente El Inca, que vincula directamente a los municipios de Mojocoya y Pasorapa (Cochabamba); revitalizar la producción de trigo (un potencial productivo del municipio) y mejorar el tramo vial Qhepupampa-Mojocoya.

Potencialidades
De acuerdo con sus diferentes pisos ecológicos, en este municipio chuquisaqueño se producen duraznos, peramotas, manzanas, dátiles, naranjas, lima, mandarina, limón, camote, caña y yuca, entre otros alimentos.

Además, cuenta con maravillosos atractivos turísticos no explotados, como el Camino del Inca, la Fondura y sus profundas cuevas, donde encontraron restos de seres humanos y tejidos. También ostentan una cueva con pinturas rupestres, donde adultos y niños de tiempos remotos plasmaron sus manos coloreadas en la roca; y restos de construcciones coloniales; la Phinkina y sus pinturas rupestres; Jatun Punta, con un cementerio en su cima; Pucarillo, ubicado en la meseta de Naunaca…

Visitar Mojocoya en verano resulta ideal porque brinda la posibilidad de bañarse en los ríos Lajas y Lavadero, que en cierto sector del pueblo se unen en uno solo para dar vida al afluente Tinkumayu. En este mismo periodo florecen los lirios silvestres, que emanan una exquisita y delicada fragancia.

Para llegar a este lugar se puede tomar un bus desde Sucre, de las empresas 23 de Marzo o Ch’alla Bus, para emprender un viaje que dura cinco horas.

El pasaje cuesta 30 bolivianos.

La fiesta de este año
El 7 de diciembre, en el inicio de la fiesta, se realizará una verbena donde servirán ponches y sucumbés y actuarán famosos grupos musicales. En la madrugada del 8 de diciembre se detonarán dinamitas para anunciar el gran acontecimiento de la fiesta patronal de la Inmaculada Concepción de María.

A las 9:00 del mismo martes 8 está prevista una sesión de honor del Concejo Municipal, en la que se distinguirá a personalidades que trabajan por la región. Habrá un desfile cívico, una misa en el templo (que tiene “una campaña con el mejor sonido de los pueblos”, según sus habitantes) y una procesión.

Luego, la familia Martínez-Yucra, pasante de la fiesta, invitará a su casa a los visitantes y allí ofrecerá una sopa de arroz y lawa uchu, los platos característicos de Mojocoya. Todo acompañado de música y baile.

El festejo continuará hasta el 16 de diciembre, con una serie de actividades religiosas y sociales. Hasta entonces permanecerán muchos de los mojocoyanos que, principalmente por motivos económicos, han partido hacia otros departamentos o países para volver cada año y no perderse la fiesta de la Virgen. Los más afortunados —en menor número— se darán la oportunidad de pasar allí las fiestas de Carnaval, Pascua y Todos los Santos.

El festejo continuará hasta el 16 de diciembre, con una serie de actividades religiosas y sociales. Hasta entonces permanecerán muchos de los mojocoyanos que, principalmente por motivos económicos, han partido hacia otros departamentos o países para volver cada año y no perderse la fiesta de la Inmaculada Concepción de María.


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