17 de febrero de 2015

isk’a Anata revaloriza las danzas originarias y el carnaval de antaño

La Paz volvió a vestirse de carnaval para celebrar la XXI versión del Jisk’a Anata.
La entrada folklórica se desarrolló desde las 10.30, desde inmediaciones de la Cervecería, donde los 50 conjuntos participantes iniciaron el recorrido.
La manifestación folklórica mezcló danzas originarias con expresiones del Carnaval paceño de antaño, ofreciendo a los espectadores una selección de grupos que no se aprecian muy a menudo en las diversas entradas que conforman la agenda folklórica, obteniendo un espectáculo diferente y atractivo.
Waca-waca, sicuris, kantus, tarqueada, chamas, kullawada y mineritos, entre otros grupos autóctonos, hicieron bailar y alegrar a la gente que se apostó a lo largo de la avenida Montes, Mariscal Santa Cruz y Camacho, para observar esta actividad propia del Carnaval paceño.
La música chaqueña también llamó la tención del público mediante las chacareras, además de los siempre aplaudidos grupos de tinkus. También hubo grupos de caporales, entre los cuales se destacó el paso de los Caporales CBN.
De la misma forma, otro de los conjuntos más aplaudidos fue el protagonizado por Música de Maestros, que encabezó a un grupo de más de 200 pepinos, que saltaron y bailaron con mucho entusiasmo por todo el recorrido. De la misma forma, con emotivas estudiantinas, el Movimiento Cultural Los Olvidados capturó la atención de los espectadores y revivió los carnavales paceños de antaño.
Ch’utas y pepinos no faltaron a la cita, donde también grupos de estudiantes aprovecharon en bailar acompañando a conjuntos y jugando con espuma entre ellos y con el público reunido.
Tras esta entrada, las actividades que restan en la agenda del Carnaval paceño son la Retreta, que se realizará el domingo desde las 11.00 en la plaza Murillo, y el Entierro del Pepino y la posterior entrada del Domingo de Tentación, que se realizarán ese mismo día desde las 12.00 en la zona central y en El tejar.
Origen de la fiesta
En abril de 1994, un grupo de danzarines creó una entidad dedicada al rescate y difusión de las tradiciones carnavaleras paceñas de inicios del siglo XX, dando lugar a la aparición de la Sociedad Andina de Conjuntos Folklóricos (Soacof). Para poder difundir todo este acervo apareció el Jisk’a Anata, en cuya primera versión (1995) presentó a 13 conjuntos de danzarines, y ahora, 21 años después, se aprecia el crecimiento de esta manifestación alcanzando los 50 grupos y 27 tipos de danzas diferentes.

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