16 de agosto de 2014

Serenata marca el inicio de la festividad de San Roque

Con el lema: “San Roque, entregado para dar Vida al Pueblo”, inicia hoy la festividad del santo patrono de Tarija.

Los festejos comenzaron anoche, con la víspera en el frontis de la iglesia San Roque, luego de una misa solemne, la quema de fuegos artificiales y el festejo del barrio, que recuerda también su aniversario, donde participaron varios grupos folclóricos.
La serenata fue amenizada por la Escuela Municipal de Música Regional Pastor Achá y la Banda de Música de la Policía municipal.
Como era de esperar, la imagen del Santo San Roque, se postró en lo alto del atrio de la iglesia de San Roque, para ser el principal protagonista de la tradicional serenata que dio inicio a la Fiesta Grande de Tarija, esperando a las decenas que personas que se congregaron al lugar, para recibir las bendiciones para todos los habitantes de la región.
De acuerdo al programa este sábado se tiene prevista la celebración de una misa solemne en el templo de San Roque, oficiada por el Obispo de la Diócesis de Tarija, Mons. Javier del Rio; y a horas 11:00, se iniciará la procesión con la imagen del Santo Patrono que recorrerá calle General Trigo hasta plaza Luís de Fuentes y Vargas.
En mensaje de fe y vida para ayudar a los que más necesitan, del sacerdote Garvin Grech, párroco de la iglesia San Roque, quien además es presidente del Comité de Festejos, recordó que San Roque descubrió a Dios que habitaba en su interior, y luego ayudó a las personas enfermas y pobres a que hicieran lo mismo que él.
Como cada año, la fiesta de San Roque el patrono en Tarija acoge a más de 4 mil chunchos que llegan hasta el templo para renovar su promesa al Santo.
Para el dirigente de la junta vecinal del barrio San Roque, Oscar Chávez, el aporte de los promesantes es importante para que no se pierda la tradición arraigada entre los tarijeños.
Como es tradición, cientos de chunchos acompañarán hoy al Patrono de Tarija por las principales calles de la ciudad, ataviados con pollerines y peregrinas de colores y portando flechas que simulan a los indígenas guerreros chiriguanos. Destacarán la máscara o la careta con plumas altas en la cabeza y un velo que cubre todo el rostro, evocando a los enfermos de lepra que antiguamente vestían así para ocultar su enfermedad.

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