El pasado 18 del presente mes, llegó el Dios Momo en su carroza fulgurante para iniciar los festejos del carnaval 2012, la prensa registra aspectos interesantes de los preparativos de esta festividad en países donde anualmente se destaca el Carnaval de Venecia en Italia; donde fue figura central “El vuelo del Ángel” donde una joven se lanza desde el Campanario de San Marcos y sobrevuela sujeta de cuerdas toda la plaza.
También el Carnaval de Río de Janeiro en el Brasil, deslumbro con sus carrozas donde bellas brasileras luciendo sus esbeltas figuras deleitan a la concurrencia. La nota humana la puso el Grupo de “Embajadores de la Alegría” conformada por más de 1.500 con capacidades diferentes que en silla de ruedas ingresaron al Salsodromo “Marques de Sapucai”, demostrando que el ser humano no solo es cuerpo y materia, sino espíritu pleno de fortaleza para vencer los rigores del destino.
A la jerarquía y tradición de estos Carnavales que menciono se suma el Carnaval de Oruro en Bolivia el cual hace más de 10 años, muy merecidamente otorgó la UNESCO, el Título de “Obra Maestra del Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad”; alta representación del folklore nacional al cual acertadamente el prestigioso periodista orureño Dr. Augusto Dávila (Premio Nacional de Periodismo) la nombró como “Una joya engarzada en el ande”; el pasado sábado 18 del presente, esta rutilante joya volvió a deslumbrar a los cientos de espectadores que en la fastuosa entrada del carnaval orureño, admiraron la gracia y belleza de jovencitas y la apostura de jóvenes componentes de innumerables conjuntos folklóricos; acompañados por conocidos conjuntos de bandas diestras en la interpretación de la música vernacular, la riqueza de los atuendos bellamente bordados por artesanos nacionales que dan jerarquía a la obra de mano. Oruro prestigia cada año con mayor intensidad su título de Capital del Folklore Nacional, días antes a la realización del carnaval 2012, han anunciado las autoridades de la comuna orureña, la Asociación de Conjuntos Folklóricos, que en breve se iniciara el “carnavalodromo”, en su construcción desde los arenales hasta el Santuario de la Santísima Virgen del Socavón, importante obra de ingeniería y técnicos en Obra de carpintería, ya que la amplia explanada permitirá el correcto desarrollo de la coreografía de conjuntos folklóricos y las graderías techadas y con asientos para más de 5.000 espectadores. Pido fervientemente que la Santa Virgen del Socavón ayude con sus bendiciones que dentro de breves años a que esta obra sea una realidad. En esta crónica gentilmente publicada por la Revista Femenina del Decano de la Prensa nacional; deseo destacar profunda admiración la solidaridad y amor a la niñez de los Ejecutivos de El Diario; que continuando con su tradición de varios años el sábado 11 del presente realizó la fiesta pre-carnavalera para la niñez de esta ciudad, en el Multicine donde respondiendo a la Invitación, cientos de niños y niñas asistieron con sus padres, para gozar de una tarde de premios a los infantes disfrazados, música y toma de fotografías que les serán entregadas en artísticos portarretratos; y el incentivo para que participen en el Corzo Infantil 2012 que anualmente organiza la Honorable Alcaldía de La Paz a través de la Oficialía Mayor de Culturas y la cooperación de El Diario. Pondero la sensibilidad de los Ejecutivos de El Diario por apoyar a la niñez en estas fiestas, muchos de ellos con el correr de los años dejaran la niñez para llegar a la juventud y luego a la madurez, pero no olvidarán su infancia feliz, donde se sentirán mimados, admirados y compartirán sus fotografías de carnaval, como testimonio de esa etapa tan feliz.
Los diferentes departamentos de Bolivia extendidos en tres zonas geográficas han elaborado la fiesta carnavalera de acuerdo a sus tradiciones y costumbres típicas, algunas manteniéndolas, otras con cambios por el avance de la tecnología, pero quedan gravadas en las memorias los carnavales de Cochabamba con sus famosos columpios o walunkos, preparados rudimentariamente con awayos y sogas, colgados de los altos árboles, hamacas donde eran mecidas bellas campesinas al son de música y coplas picarescas. La alegría del carnaval se enredaba en los cientos de colores de las danzas tarijeñas, en los tambores de los macheteros del Beni, en la belleza y esplendor de las damitas de Santa Cruz; en la sobriedad de Sucre y Potosí y en todos estos departamentos degustarán la exquisita gastronomía típica de carnaval.
Elsa Dorado de Revilla
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