21 de agosto de 2011

Algunos bailarines se olvidaron de la promesa a San Bartolomé

La jornada de promesa se realizó ayer de forma parcial porque los integrantes de varias fraternidades no ingresaron para orar frente a San Bartolomé
que estaba en el templo de Jerusalén y de esa forma expresar su devoción al patrono de la fiesta.
Los bailarines de varios grupos pasaron por alto la promesa de fe y obviaron ingresar al templo pese al reclamo de los vecinos que les pidieron cumplir con la devoción.
Es cierto que muchos de los fraternos cumplieron rigurosamente tanto en el baile como en la promesa al santo, pero un considerable grupo desvirtuó el contenido de la fiesta.
Lo lamentable fue que por la falta de control de las autoridades y la escasa responsabilidad de bailarines y espectadores las calles se convirtieron en bares al aire libre.
En la avenida Tinku así como en la Sevilla y Litoral el consumo de bebidas alcohólicas fue excesivo si se lo compara con pasadas gestiones, lo que hizo que algunos vecinos lamentaran ese comportamiento.
Las cosas comenzaron mal desde el principio porque entre la imagen de San Bartolomé y la primera fraternidad medió una hora aproximadamente y más adelante los baches o espacios entre grupos de bailarines fue una constante.
Los propios espectadores diferenciaron que estudiantes de muchos colegios bailaron con disciplina, expresaron su fe en San Bartolomé y alegraron a la gente que se apostó a lo largo de la ruta, pero otros hicieron todo lo que no debían de hacer en la jornada de promesa o también llamado convite. La población espera que eso no se repita en las entradas del próximo viernes 26 y sábado 27.


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