Intensos preparativos antecedieron al Martes de Ch’alla. La venta de globos, serpentinas, flores, alcohol, vino y la preparación de mesas de agradecimiento a la Pachamama fue el marco general de cómo se vivió en La Paz el Lunes de Carnaval.
Desde muy temprano, las caseritas dedicadas al expendio de estos productos abrieron sus puestos de venta en calles y mercados de la ciudad.
En los anaqueles de las calles Santa Cruz, Linares e Illampu se observaba una variedad de artículos destinados a la celebración del Martes de Ch’alla.
Mesas para la buena suerte en el negocio, para proteger la casa y los vehículos, para invocar al amor y para cuidar la salud, entre otros, eran preparadas por expertas místicas y chifleras, que atendían en forma personal a cada uno de sus clientes.
“Yo quiero una mesa para tener suerte con mi casa , en el trabajo y la salud”, solicitaba una mujer.
“Sí, sí, casera, yo te lo voy a preparar todo en uno solo. Tú te puedes escoger la (mesa) que quieras y yo te la voy armando”, decía muy solícita Rosa Saravia, dedicada al negocio desde hace 20 años.
La vendedora, cuya tienda se ubica en la calle Santa Cruz, a pocos pasos de la Murillo, exhibe sobre su mostrador tres mesitas de colores. Una de ellas es conocida como “la de los siete poderes”, porque en ella se incluye una vela que concentra la suerte para el trabajo, el amor, la salud, el dinero, la armonía, los viajes y otros favores que la vendedora guarda en secreto. Su costo, 30 bolivianos.
A su lado se exhiben otras dos mesas: una para la casa y la otra para el vehículo. El costo, 20 y 25 bolivianos, respectivamente.
“El precio no es problema”, dice Rosa, “porque se arman mesas de acuerdo con el presupuesto de cada cliente. Hay desde 10 hasta 500 bolivianos o más”.
Las mesas representan las ofrendas que acostumbran dar los creyentes a la Pachamama o madre tierra. Éstas invocan su protección o algún favor en especial. Asimismo, se las ofrece en agradecimiento por los favores recibidos.
Según Rosa Saravia, las mesas están compuestas por una serie de elementos que se convierten en una especie de condimentos, cuyo propósito es endulzar la comida para la Pachamama.
La k’oa, la lana de colores, los dulces, los misterios, la llamita, el incienso, el copal, los papelitos de color oro y plata, las flores, la nuez y los cigarros son sólo algunos de los elementos con los que las expertas forman las ofrendas.
Carmen es propietaria de un local del mismo rubro. Ella insiste en la importancia de la ch’alla, pero sobre todo en la preparación de las mesas y en la fe del cliente, pues —dice— de ellos depende que todo se cumpla. “Hay que darle comida a la Pachamama, ella pide alimento. Cuando se le da ofrendas, ella da protección”.
Mientras conversa con La Prensa, arma una mesa destinada a la protección de un horno. Así, coloca uno a uno los elementos e incluye el polvo de hormiga, que sirve para atraer clientes. Además, usa incienso, canela, arroz y flores para el renacimiento.
Ambas vendedoras recomiendan que la ch’alla sea complementada con alcohol, vino, coca, dulces y flores. El ritual comenzó a practicarse el primer viernes de marzo y puede hacerse hasta el Domingo de Tentación.
La mixtura, la serpentina y los confites no se vendieron
Algunas vendedoras de mixtura, serpentina y confites se quejaron ayer por la poca venta realizada en estos días, debido a las prohibiciones del Gobierno central y la Alcaldía de realizar algunos de los festejos carnavaleros, en solidaridad con las víctimas del megadeslizamiento ocurrido en la ciudad de La Paz la semana pasada. Esto obligó a que algunas comerciantes rematen su mercancía a precios muy bajos. Por ejemplo, Rosa vendió ayer la docena de serpentinas en 10 bolivianos y el frasco de alcohol, en la misma cantidad.
Natividad, dedicada a la venta de cereales dorados y plateados en la calle Illampu, dijo que su negocio fracasó en este Carnaval, a pesar de haber invertido 2.000 bolivianos . “Esto es negativo. Sabemos que a pesar de las prohibiciones, el presidente Morales ch’alló el viernes el Palacio”.
Transportistas y gremiales adelantaron ayer la ch’alla
En algunos puestos de venta y mercados de la ciudad, así como en casetas de transporte, se adelantó ayer el Martes de Ch’alla. En las casetas de la calle Antofagasta, del mercado Huyustus, del barrio de Villa Fátima y de la Terminal de Buses se hicieron ofrendas a la Pachamama por anticipado.
Según las místicas, el rito puede realizarse desde el primer viernes de mes hasta el Domingo de Tentación, fecha en la que se cierra el Carnaval paceño con el Entierro del Pepino.
La bebida, la música, el baile y la comida caracterizaron algunas fiestas improvisadas en el interior y exterior de los mercados. Algunas vías públicas también fueron utilizadas para el festejo.
La Terminal de Buses permanecerá cerrada desde las cero horas del martes hasta el miércoles para evitar accidentes automovilísticos.
Los misterios
Estas tabletas de azúcar representan diferentes misterios. El propósito es espantar la mala suerte y atraer el dinero, la salud, el amor, el trabajo. Están incorporadas en la mesa.
La Pachamama
La mesa de colores incorpora como imagen principal a la Pachamama o Madre Tierra. Ésta representa la máxima divinidad del mundo aymara. Ella es la que provee todo a los fieles.
La llama y botella
La llama representa la prosperidad, la ofrenda más importante para la Pachamama. La botella es sinónimo del singani y cerveza que se comparte con la Tierra.
Los dulces
Los dulces sirven para endulzar y son un complemento importante de la ofrenda. Éstos se representan con diferentes figuras para lograr la suerte de los fieles.
Las flores
Se dice que la ch’alla debe ser complementada con flores que representan el florecimiento de las personas que realizan el ritual. Tienen forma de pétalos, símbolos de buena suerte y felicidad.
Los precios
Producto Costo
Alcohol Bs 10-12 botella
Brasero Bs 20-80 unidad
Mesa Bs 10-500 unidad
Flores Bs 1-5 montón
Serpentinas Bs 2 paquete
Vino dulce Bs 5 unidad
Confites Bs 10 libra
Cereales Bs 3 bolsa
Carbón Bs 18 bolsa
Globos Bs 1 unidad
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