26 de mayo de 2010

La Sinfónica celebra con matracas El gran poder

Matracas y platillos serán protagonistas del programa de conciertos que la Orquesta Sinfónica Nacional ha preparado en honor a la fiesta del Gran Poder. Bajo la dirección de Willy Pozadas, unos 70 músicos interpretarán desde morenadas hasta ritmos autóctonos.
Por el Señor del Gran Poder es el nombre del espectáculo musical que se desarrollará mañana y el viernes, a las 20.00, en las instalaciones del Centro Sinfónico de la calle Ayacucho.
El programa destaca por sus singularidades, debido a que los ocho temas que forman parte del repertorio fueron adaptados a la partitura orquestal. “Es un reto que tiene como propósito unir las sonoridades populares y folklóricas del país con los conceptos musicales más universales, como ser aquellos más ligados a lo contemporáneo”, dijo el director.
Es el caso de Alegres prestes, compuesto por Javier Parrado, que será estrenado mañana por la Sinfónica. Esta pieza le mereció a su autor el Premio Municipal de Composición Adrián Patiño 2009. “Es una exploración de todas las sonoridades que ocurren cuando uno está sentado disfrutando de la entrada del Gran Poder. Está el pito del barita, por ejemplo, que se acopla a la música de las bandas”, explica Parrado, quien participó en el arreglo orquestal del resto de las composiciones que ofrecerá la Sinfónica en ambos recitales.
Entre ellas se encuentran las morenadas Ayda y Lejos de La Paz, obras de Andrés Rojas Quisberth. Este reconocido compositor paceño lleva medio siglo nutriendo de música a las bandas folklóricas del país y es considerado como uno de los pioneros en plasmar en partitura las melodías de este ritmo popular paceño.
Al repertorio musical se sumarán diabladas y un t’inku cuyo ritmo, intencionalmente, terminará fundido a una pieza del ruso Igor Stravinski. “Ambas sonoridades se enganchan, se sobreponen y se mezclan creando una ‘juntucha’ muy interesante”, asegura Parrado, autor de este arreglo.
El programa incluye, asimismo, música autóctona del altiplano boliviano. Destaca un chiriguano, una de las melodías más antiguas de La Paz. “Proviene de Umala y es un ritmo guerrero que narra el encuentro entre los pueblos andinos y los orientales. Su interpretación será una novedad para la misma Orquesta Sinfónica, que ya tocó ritmos autóctonos anteriormente”, manifiesta Pozadas.
Italaques, khantus y julajulas sonarán en el Centro Sinfónico impulsados por violines, cornos, oboes, chelos y flautas. Las armonías de cada uno de estos instrumentos orquestales tuvieron que ser creadas por Pozadas y Parrales, respetando la concepción original de las piezas.
“Es hora de que los músicos bolivianos aprendamos a tocar nuestra música nacional. Uno cree que conoce lo que es una morenada o un khantus, pero en realidad nuestra mirada es superficial”, dice Parrado.
Más de una veintena de intérpretes de instrumentos de banda se sumarán como invitados al elenco que conforma la Orquesta Sinfónica Nacional, entre ellos se encuentran miembros de las bandas militares.

Director
Pozadas
Compositor y arreglista potosino, fue miembro de la Filarmónica Mundial.

Compositor
Parrado
Las obras del paceño se interpretaron en Europa y en la región.

Evento
Entradas
Tendrán un costo que oscilará desde los 15 a los 70 bolivianos.

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