El Carnaval de Oruro 2010, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, comenzó ayer con un espectacular Primer Convite, con la participación de miles de danzarines y espectadores que llenaron las calles habilitadas para la demostración de coreografía, música, entusiasmo y una singular devoción a la Virgen del Socavón, Patrona de los Mineros.
Los investigadores y dirigentes de la Asociación de Conjuntos del Folklore estimaron que eran 30.000 danzarines y 4.000 músicos que acudieron al primer ensayo de las 48 agrupaciones culturales. Los agotados devotos llegaron hasta el Santuario de la Virgen de la Candelaria para hacer la promesa de bailar en el Carnaval de Oruro.
La música se escuchaba por todas partes de la ciudad de Oruro, Capital del Folklore de Bolivia. Las diabladas y las morenadas, genuinas representaciones que surgieron en Oruro, efectuaron una exhibición impecable de coreografía y algunos investigadores sugirieron que, para defender ese patrimonio, el Carnaval del 2010 debía ser declarado como el Año del Diablo y del Moreno.
Los fuegos artificiales abundaron por todo el recorrido. El Primer Convite, que antes era reducido a cuatro horas de espectáculo, ayer se prolongó hasta más de las 24 horas. Los tinkus y los pujllay, al igual que los caporales y las cullaguadas, acogieron a millares de jóvenes y señoritas que, sin escatimar el esfuerzo, avanzaron con inusitada alegría en ese reencuentro espiritual e intangible con la cultura desarrollada en Oruro.
El movimiento económico fue intenso. El comercio estuvo activo en todas partes de la ruta del Carnaval. Las artesanías tradicionales volvieron a la zona del Socavón. Las comidas y bebidas se agotaron, mientras el tráfico vehicular se hacía más difícil por los alrededores, por las escasas calles habilitadas para la circulación.
Comenzó el Carnaval de Oruro 2010, con mayor ímpetu y devoción. Las tradiciones, mitos y leyendas, que forman parte de ese proceso cultural de hace más de 500 años, han vuelto a reproducirse por el milagro de la Virgen del Socavón.
Los investigadores y dirigentes de la Asociación de Conjuntos del Folklore estimaron que eran 30.000 danzarines y 4.000 músicos que acudieron al primer ensayo de las 48 agrupaciones culturales. Los agotados devotos llegaron hasta el Santuario de la Virgen de la Candelaria para hacer la promesa de bailar en el Carnaval de Oruro.
La música se escuchaba por todas partes de la ciudad de Oruro, Capital del Folklore de Bolivia. Las diabladas y las morenadas, genuinas representaciones que surgieron en Oruro, efectuaron una exhibición impecable de coreografía y algunos investigadores sugirieron que, para defender ese patrimonio, el Carnaval del 2010 debía ser declarado como el Año del Diablo y del Moreno.
Los fuegos artificiales abundaron por todo el recorrido. El Primer Convite, que antes era reducido a cuatro horas de espectáculo, ayer se prolongó hasta más de las 24 horas. Los tinkus y los pujllay, al igual que los caporales y las cullaguadas, acogieron a millares de jóvenes y señoritas que, sin escatimar el esfuerzo, avanzaron con inusitada alegría en ese reencuentro espiritual e intangible con la cultura desarrollada en Oruro.
El movimiento económico fue intenso. El comercio estuvo activo en todas partes de la ruta del Carnaval. Las artesanías tradicionales volvieron a la zona del Socavón. Las comidas y bebidas se agotaron, mientras el tráfico vehicular se hacía más difícil por los alrededores, por las escasas calles habilitadas para la circulación.
Comenzó el Carnaval de Oruro 2010, con mayor ímpetu y devoción. Las tradiciones, mitos y leyendas, que forman parte de ese proceso cultural de hace más de 500 años, han vuelto a reproducirse por el milagro de la Virgen del Socavón.
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